En el municipio de La Ceja, Antioquia, una historia de amor inusual conquistó el corazón de todos. Libia Rosa, de 83 años, y José Jesús, de 78, se conocieron en el Asilo Santa Ana y, tras dos años de relación, se casaron en una emotiva ceremonia. Su historia es un recordatorio de que los sueños no tienen fecha de vencimiento y que el amor puede florecer en cualquier etapa de la vida.
Una boda que rompió esquemas en Antioquia
El evento tuvo lugar el segundo fin de semana de febrero en una iglesia local, donde la comunidad de La Ceja se reunió para celebrar el amor. Familiares, compañeros del asilo y colaboradores hicieron todo lo posible para que esta boda fuera inolvidable. Desde la compra de argollas hasta los arreglos florales, cada detalle fue posible gracias a la solidaridad y el cariño de quienes rodean a la pareja.
Sigue a Cromos en WhatsAppLibia Rosa había compartido su deseo de casarse hace seis meses, un sueño que se convirtió en el motor de esta hermosa historia. Gracias al apoyo del personal del centro y los habitantes del asilo, lograron hacer realidad una ceremonia que dejó huella en el corazón de todos los presentes.
Además, el asilo les asignó una habitación matrimonial como símbolo de su nueva vida juntos. Este simple pero poderoso acto representó el inicio de una nueva etapa para la pareja, quienes ahora viven como esposos dentro del lugar que fue testigo de su amor.
No hay edad para el amor y eso sí que es cierto. Este fin de semana una pareja de abuelitos dio el sí en el altar tras conocerse hace dos años en el Asilo Santa Ana del municipio de La Ceja.
— MiOriente (@MiOriente) February 9, 2025
Libia Rosa, de 83 años y José Jesús, de 78; sellaron su amor para siempre en una bonita… pic.twitter.com/G9cyBXF5vA
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Historias parejas que inspiran
El matrimonio de Libia Rosa y José Jesús es la primera unión de este tipo en el Asilo Santa Ana y fue ampliamente compartido en redes sociales, destacando la importancia de apoyar los sueños de los adultos mayores. La comunidad recordó la importancia de la solidaridad y el apoyo a estos espacios, muchas veces olvidados.
La historia también dejó en evidencia las necesidades que enfrentan los adultos mayores en centros de bienestar. Abandonados en ocasiones por sus familias, muchos de ellos sueñan con una vida digna y llena de amor.
Así, esta historia de amor no solo es una lección de esperanza, sino también una invitación a la comunidad para brindar apoyo y cariño a quienes más lo necesitan.
