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El ciclista español Alejandro Valverde compite mañana en el Reto Movistar en la ciudad de Cartagena. Comparte la salida con la medallista olimpica Mariana Pajón, el inspirador Juan José Florián ‘Mochoman’ y Oscar Sevilla. Este domingo, más de 3.000 deportistas competirán en ciclismo y running. Todo pasará en la ciudad de las murallas y el mar.
En la plaza de San Pedro, como si fuera la salida de una clásica del World Tour, Alejandro Valverde llegó puntual a su cita con El Espectador. Este domingo competirá en el Reto Movistar en Cartagena de Indias, pero el sábado caminaba por las murallas, como si estuviera en su Cartagena de Levante, en Murcia. Las dos ciudades, con el mismo nombre, le parecen hermanas.
“Ambas son amuralladas, tienen mar, comparten mucha cultura. Me siento como en casa, pero con ese toque caribeño tan especial”, dice.
Lo acompañan sus amigos de toda la vida, José Ramón y Javi, y también Liliana Rodríguez, presidenta ejecutiva de Corpoturismo. En el fondo, en las pantallas, se proyecta un documental sobre El Impasible, como muchos lo llaman.
Para Rodríguez, tener deportistas de élite en la ciudad impulsa el turismo activo. “Hoy contamos con hoteles bike friendly y alojamientos certificados Sport Approved, algo que antes no existía. Cartagena tiene infraestructura, capacidad y voluntad institucional para albergar eventos de este nivel”. Se estima que, entre visitantes, ocupación hotelera, transporte aéreo y consumo local, el impacto económico superará 10 mil millones de pesos durante el fin de semana.
Fabián Hernández, CEO de Movistar Colombia, celebra el éxito del reto, que tras Cartagena llegará a Cúcuta y Cali. “Más de 3.000 atletas participan en ciclismo y running. La presencia de figuras como Valverde, ‘Mochoman’, Oscar Sevilla y Mariana Pajón fortalece a Cartagena como epicentro del turismo deportivo en el Caribe y refuerza el deporte como motor de desarrollo, inclusión y bienestar”.
Valverde se sienta. Hablamos de su primera bicicleta, su retiro y su nueva pasión -el gravel-. “Sigo para acá y para allá. Si uno se relaja, se hace viejo”.
Es el mismo hombre que ganó el Mundial de ruta en 2018, la Vuelta a España en 2009, y obstuvo victorias de etapa en las tres Grandes Vueltas: El Tour de Francia, el Giro de Italia y la Vuelta a España. Un referente. Un campeón. Y, sobre todo, un ciclista en el que todo gira en torno a su familia y la disciplina deportiva.
Alejandro, por lo que investigué, a los 6 años su papá le regaló la primera bicicleta.¿cómo era esa bicicleta?
Sí, es cierto. Era una bicicleta que antes había sido de mi hermano, con ruedas más pequeñas. Pero la primera bicicleta de carrera, propiamente dicha, me la regaló mi abuelo cuando tenía 9 años. A partir de ahí fue cuando empecé a competir en la escuela de ciclismo, como un hobby. La verdad es que tengo muy buenos recuerdos de aquella época.
Ha pasado toda su carrera profesional prácticamente en solo dos equipos: Kelme y Movistar. ¿Cómo es para un deportista mantenerse solo en dos grupos?
Para mí ha sido un privilegio. He tenido ofertas de otros equipos, pero cuando uno se siente a gusto en casa, no hay necesidad de salir. Empecé en el equipo amateur del Banesto, que era la misma estructura que hoy tiene Movistar.
Estuve allí mi primer año como amateur, luego pasé a Kelme, y de ahí di el salto a profesional con ellos. Estoy muy agradecido: me dieron la oportunidad de debutar como profesional.
Después, en 2005, firmé con el equipo que hoy es Movistar, en aquel entonces dirigido por Eusebio Unzué, José Miguel Echávarri y otros. Y desde entonces, hasta ahora, he seguido vinculado. Hoy soy embajador del equipo, y por mi parte, estoy muy contento. Me he sentido, querido, valorado y acompañado. Nunca sentí la necesidad de buscar otro lugar.
¿Le voy a decir unos nombres, y me dice lo primero que piense?
Listo.
Lance Armstrong: Un gran corredor y también un rival directo mío.
Lucho Herrera: Un gran corredor al que tuve la oportunidad de ver por televisión. Un referente del ciclismo latinoamericano. Me encantaba verlo y tengo las imágenes de sus carreras. Fue el primer ciclista no europeo en ganar la vuelta a España.
Nairo Quintana: Es un gran compañero, un grandísimo corredor y un verdadero campeón
Egan Bernal: Con Egan, la verdad, siento mucha admiración. Tuvo la mala suerte de sufrir una caída muy grave, pero ha tenido la valentía de recuperar un nivel altísimo. Estoy seguro de que, si no hubiera sido por esa caída, su palmarés sería aún más brillante. Fue mala suerte, pero su coraje es digno de admirar.
Hubo un momento oscuro en su vida, me refiero a la Operación Puerto y el dopaje en el deporte elite. ¿Cómo fue esa dura y larga carrera?
Sí, claro. Fue una situación complicada, no solo para mí, sino para todo el ciclismo. Yo cumplí con mi sanción: estuve dos años fuera de la competición.
Pero mi cabeza siempre estuvo puesta en volver, en demostrar que Alejandro Valverde estaba ahí, que no tenía nada que ocultar. Y una vez que regresé, conseguí más éxitos que los que había tenido antes. Eso me dio mucha satisfacción personal.
Un día cruza la meta por última vez como profesional, y al día siguiente ya no es ciclista activo… pero entra en un nuevo mundo: el gravel. ¿Cómo terminó en esta disciplina?
Al final, el gravel era una disciplina que estaba creciendo muchísimo, en auge, y sigue creciendo. Movistar creó un equipo gravel, el Movistar Gravel Squad, y tuve la oportunidad de formar parte de él. Sigo compitiendo de vez en cuando, sigo entrenando, sigo cuidándome.
Sigo ligado al ciclismo, pero ahora desde otra perspectiva: como seleccionador nacional y haciendo lo que más me gusta, lo que he hecho toda mi vida.
¿Cuál es la diferencia, Alejandro, entre una bicicleta gravel y la que usaba?
Sigo teniendo la bicicleta de carretera del equipo Movistar, que ahora es una Canyon. Además, soy embajador de Canyon. La diferencia principal es que la gravel tiene una geometría similar, pero con paso de ruedas más ancho, para neumáticos más gruesos.
Es un poco más larga entre ejes y más alta del suelo en el eje del pedalier. A simple vista parece muy parecida, pero está diseñada para ser más cómoda en terrenos irregulares
¿Qué espera de la Vuelta a España 2025?
Vamos a ver. Tenemos un gran favorito: Jonas Vingegaard viene del Tour de Francia en muy buena forma, terminó muy fuerte. Creo que en la Vuelta va a estar muy competitivo. Luego está Enric Mas, y también tenemos a varios españoles que pueden estar ahí arriba. Va a ser una Vuelta bonita, con mucha emoción.
Si volviéramos el tiempo, y estuviéramos en su último día como profesional, cruzando la meta por última vez… ¿Qué sintió, tristeza, nostalgia?
Eso que acabas de decir. Tristeza y nostalgia. El 8 de octubre de 2022 fue mi última carrera como profesional en el Giro de Lombardía, donde termine de quinto. Me retiré estando en lo más alto. Podría haber seguido compitiendo varios años más, pero sentí que era el momento exacto, el momento correcto para decir basta.
Ahora todo es un poco más tranquilo a nivel de objetivos y de entrenamiento pero bueno, al final sigo estando para allá y para acá y no hay que parar. Si uno se relaja, se hace viejo. Los amigos lo acompañan con risas.
Hablemos de un libro que se escribió sobre usted. “La Leyenda del Imbatido” de Jhon Rivas, dice que “Valverde es un corredor distinto, un talento natural que se manifiesta desde muy pequeño, cuando le empezaron a llamar el imbatido, porque nadie era capaz de ganar le una carrera en categorías inferiores. ¿Le gustó cómo quedó el libro?
(Toma un poco de agua) Sí, la verdad que sí. Han escrito este libro, han hecho documentales… Y me siento muy agradecido. Ha sido un trabajo muy bien hecho, y me encantó cómo retrataron mi trayectoria.
¿Qué le puede pasar al ciclismo a nivel de seguidores cuando Tadej Pogacar sigue ganando cada vez que se sube a su bicicleta?
Mira en la Formula 1, muchos decían que cuando Hamilton ganaba todo, la gente dejaba de verla. Pero no fue así. Ahora Verstappen domina, y la Fórmula 1 sigue siendo apasionante.
En ciclismo pasa lo mismo: tenemos a Tadej Pogačar, que claramente es el mejor del mundo. No lo digo yo, lo dicen los resultados. Es una generación de superestrellas. Y para mí, eso no aburre, ¡eso inspira! Es de admirar.
¿Seguramente ha estado rodando para conocer la ruta?
He rodado dos días: ayer y hoy. Aun con el cambio horario, el jet lag, descompensación horaria, el cuerpo no sabe si es de día o de noche. Pero estoy bien, encantado de estar aquí.
En esta oportunidad, primera vez en Cartagena, no lo acompaña su esposa y sus cinco hijos?
Sí son cinco y maravillosos junto a mi esposa Natalia. Para mí, la familia es lo más importante. Mi mujer y mis hijos son mi pilar. Iban a venir, pero la verdad es que este tipo de viaje es muy intenso: de aquí para allá, sin tiempo para disfrutarlos como se merecen.
Así que prefirieron quedarse, y vinieron mis dos amigos.
Hablando de ellos que estan siempre a su lado, son una parte del trayecto, pero luego se quedan resagados, ¿Cuando se bajan de la bicicleta son como hermanos fieles e inseparables?
(Todos vuelven a sonreir por un buen tiempo, al fondo la voz del Javi le dice: ¡Procura hablar más de nosotros!)
Sí, vinieron José Ramón y Javi, dos amigos con los que entreno siempre en Murcia. Uno tiene una imprenta, el otro es director de un colegio… y por cierto, el colegio lleva mi nombre: Colegio Alejandro Valverde. La verdad es que es un honor, y disfrutamos mucho entrenando y compartiendo momentos juntos.
Sé que su dieta es muy estricta. ¿Cómo ha hecho para resistir las tentaciones de la cocina cartagenera?
No he resistido mucho, la verdad. Hemos probado varias cosas: la posta cartagenera, y muchos otros sabores típicos. Hoy mismo hicimos una experiencia en la cocina: preparamos arepas de huevo, un postre típico… y todo fue muy divertido. La cocina aquí es espectacular, y la disfruto mucho.
¿Y cómo le fue con los sabores, se atrevió con las salsas y los condimentos fuertes?
No soy muy de mezclar muchas salsas ni especias. Me cuesta un poco, pero lo que he probado está buenísimo. Fue divertido ver tantos sabores colores en una gastronomía muy extensa y de maravillosos sabores.
Cuando regrese a Murcia, ¿qué le contará a su familia sobre esta experiencia en la otra Cartagena?
Les contaré maravillas. No puedo decir otra cosa. Ya he estado antes en Colombia, incluso con mi familia, en Medellín. La gente habla bien del país, pero cuando vienen, la impresión es aún mejor. Colombia es un lugar especial y esta Cartagena también es como mi casa.
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