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El Grupo A de la Liga BetPlay quedó encendido tras una jornada que movió el tablero con dos triunfos que reordenaron las ilusiones, ajustaron los márgenes de error y dejaron a dos equipos mirando la última fecha desde afuera.
La noche comenzó en Medellín, donde Nacional sostuvo su esperanza con un 2-1 trabajado en el clásico paisa, un resultado que no solo alivió la presión en el Atanasio, sino que también borró la sensación de resignación que rondaba al equipo en fechas anteriores. DIM quedó sin opciones y con una tribuna visitante golpeada por la eliminación y Nacional salió fortalecido. El verde supo leer cada tramo del duelo, hubo pasajes de calma para manejar el ritmo, momentos de oficio para resistir y secuencias de impulso para rematar lo que había costado abrir.
Ese triunfo, más que un alivio, fue una puerta entreabierta rumbo a la final, condicionada —eso sí— por lo que ocurriera horas después en Barranquilla.
En el Metropolitano, Junior respondió ante la presión. El 2-1 sobre América sostuvo al Tiburón en la pelea y lo dejó en la cima del grupo, con una posición que cualquier equipo quisiera a esta altura del campeonato. Fue un partido movido, con giros de conducción y momentos de zozobra, en el que las individualidades rojiblancas aparecieron en los momentos justos. América, que había competido bien durante largos pasajes, terminó atrapado entre dos golpes que no logró procesar.
La figura visitante, Escobar, sostuvo al equipo en ataque, pero el conjunto caleño no pudo sostener su intención inicial y terminó cediendo terreno hasta quedar eliminado. Con la derrota, se unió al DIM entre los descartados de la última fecha.
En el mapa del grupo, Junior depende de sí mismo, mientras Nacional quedó obligado a mirar de reojo lo que pase en Medellín. El Tiburón llegará a la última jornada con la primera opción: si vence al DIM como visitante, estará en la final. Incluso el empate podría servirle, siempre y cuando Nacional no derrote a América en el Pascual Guerrero. La ecuación es simple para los barranquilleros y, al mismo tiempo, exige precisión: no pueden permitirse errores porque detrás viene un Nacional al que el calendario le dejó una ventana estrecha, pero todavía abierta.
Para el verde, la misión es directa y sin atajos: ganar en Cali y esperar. Su victoria en el clásico le dio oxígeno, pero no libertad. Necesita que Junior caiga o, como mínimo, que no sume de a tres en el Atanasio. Es un escenario posible, aunque complejo, que depende más del rival que de sí mismo. La reacción tardía —pero efectiva— del Tiburón en la jornada anterior lo dejó sin margen, y ahora deberá sostener su parte del guion mientras observa lo que ocurra en Medellín.
Así quedó la tabla de posiciones del Grupo A en la Liga BetPlay
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