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Atlético Nacional volvió a ganar la Copa BetPlay y confirmó su dominio reciente en el torneo, pero la noche en Medellín quedó atravesada por un cierre que poco tuvo que ver con el fútbol.
El título, conseguido tras el 1-0 sobre Deportivo Independiente Medellín, quedó rápidamente en segundo plano cuando, apenas terminó el partido, la celebración verdolaga se vio interrumpida por hechos de violencia en las tribunas.
Mientras los jugadores de Nacional se disponían a festejar en el campo, se desataron disturbios en una de las tribunas ocupadas por la hinchada del DIM. Hubo enfrentamientos con la Policía, lanzamiento de objetos y escenas de tensión que obligaron a suspender cualquier intento de premiación inmediata.
Medellín es una de las pocas ciudades del país donde se permite el ingreso de ambas hinchadas al clásico, una decisión que esta vez terminó siendo problemática tras la derrota del equipo rojo ante su máximo rival.
El pronunciamiento del alcalde de Medellín: ¿qué dijo?
El alcalde de Medellín se pronunció a través de X con un mensaje contundente tras los disturbios en el Atanasio Girardot, en el que marcó distancia entre la mayoría de los aficionados y quienes protagonizaron los desmanes. “No son hinchas. Se comportan como criminales”, escribió, al señalar que las imágenes hablan por sí solas y que no hay excusas posibles, sin importar el color de la camiseta.
En su mensaje, subrayó que se trató de un grupo reducido de “desadaptados” frente a una inmensa mayoría que vive el fútbol en paz, anunció que habrá consecuencias legales para quienes agredieron o destruyeron, y lamentó que hechos así empañen una ciudad que durante años fue referente de convivencia en los estadios. “Qué decepción”, concluyó, asegurando además que está al frente de la situación.
Nacional y una nueva celebración suspendida en la Copa BetPlay
La situación obligó a las autoridades a intervenir de manera directa. En la cancha, los jugadores de Nacional permanecieron a la espera y tuvieron que marcharse a los camerinos, mientras desde la organización se tomaba una decisión con el acto protocolario de entrega del trofeo.
El ambiente, lejos de ser de fiesta, se volvió tenso y confuso, con reportes de desmanes también en los alrededores del estadio Atanasio Girardot.
Las imágenes recordaron lo ocurrido en la final de la Copa BetPlay del año pasado, cuando hinchas de América de Cali impidieron que Nacional levantara el trofeo en el Pascual Guerrero. Una escena que vuelve a repetirse y que deja en evidencia las dificultades para garantizar celebraciones seguras en finales de alto voltaje, incluso cuando los operativos están previstos con antelación.
Por ahora, Nacional es campeón, pero sin copa en alto. Mientras los disturbios se prolongaban fuera del estadio, en el terreno de juego se desalojó a los hinchas del DIM y, con el paso de los minutos, la situación empezó a normalizarse.
El título quedó asegurado en el papel y en la historia, aunque la imagen final volvió a ser amarga: una consagración empañada por la violencia, que deja más preguntas que certezas sobre el manejo de estos partidos decisivos.
LLEGÓ LA OCTAVA 🏆💚#VamosTodosJuntos🇳🇬 #JuntosHastaElFinal pic.twitter.com/T9frdpYFnj
— Atlético Nacional (@nacionaloficial) December 18, 2025
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