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Bayern Múnich necesitó de la rebeldía de sus figuras para destrabar un partido que parecía escaparse, y en ese escenario volvió a aparecer Luis Díaz como el futbolista diferencial que ha sido toda la temporada.
El colombiano firmó una actuación monumental con una asistencia imposible desde el piso y un gol agónico que encendió el Allianz Arena sobre el final. En un juego sufrido, de búsquedas constantes y de escasas soluciones, él encontró dos donde nadie más pudo.
El primer aviso de que su jornada sería distinta llegó en el cierre del primer tiempo. Bayern perdía 1–0 y St. Pauli cerraba cada línea con disciplina, hasta que una pelota filtrada por Kim encontró en el área a Lucho, que cayó en la disputa, pero nunca se desconectó de la jugada.
Desde el piso, con un taco de recurso y medio segundo para decidir, habilitó a Raphael Guerreiro para el 1–1. Una asistencia que parecía un truco de prestidigitador: se estaba cayendo, tenía dos defensas encima y aun así encontró el ángulo exacto.
Ese gesto técnico, tan propio del colombiano, desató definitivamente el juego del Bayern. Aunque el segundo tiempo volvió a enredarse y el St. Pauli defendió como si estuviera aferrado a un título, Díaz fue el que más insistió. Regates, rupturas, diagonales, juego interior y apoyo constante: lo intentó todo y casi siempre generó algo. No fue casualidad que, cada vez que Bayern obligó a retroceder al rival, la pelota pasara primero por sus pies.
El partido se encaminaba al empate cuando la ansiedad pareció instalarse en el Allianz Arena. Los bávaros acumulaban llegadas sin precisión y el visitante incluso perdonó el segundo en un contragolpe. Kane estrelló un balón en el palo y el reloj consumía los minutos. Pero cuando el duelo amenazaba con morir en frustración, Lucho volvió a quebrar el guion.
JAAAAAAAAAAAAA MAAAAAAAAN!
— FC Bayern München (@FCBayern) November 29, 2025
LUCHOOOOOOOOOOOOOOOOOOO pic.twitter.com/S9DBhB0d2G
Corría el minuto 90+3 cuando Kimmich levantó un centro perfecto al área. Luis Díaz atacó la pelota como un delantero centro puro, saltó entre Wahl y Kane y conectó un cabezazo impecable para el 2–1. Un gol agónico, de determinación y lectura, que desató la locura en Múnich. Era la recompensa a una actuación que ya era sobresaliente y que terminó convertida en decisiva.
Bayern aún marcaría un tercero, validado tras el VAR, pero todo había cambiado con el cabezazo del colombiano. El estadio, el ritmo, la confianza del equipo: Lucho fue quien encendió la chispa en el momento más crítico. Su impacto es ya una constante en esta Bundesliga.
Last-Minute-Heimsieg! 👊 pic.twitter.com/wnxZOptpiV
— FC Bayern München (@FCBayern) November 29, 2025
Los números lo demuestran. Con este partido, Luis Díaz llegó a 12 encuentros disputados (11 como titular), con siete goles y cinco asistencias en Bundesliga. A eso se suman 2.2 pases clave por partido y un sorprendente aporte defensivo de 4.5 balones recuperados por juego. Registros de un atacante total, que no solo desequilibra, sino que sostiene al equipo en ambos sentidos.
Ese doble aporte explica por qué se habla de una de las mejores temporadas de su carrera. Pocos jugadores en el mundo tienen esa capacidad de convertir acciones imposibles en ventajas reales: asistir desde el piso con un taco, regatear mientras cae, ganar duelos imposibles y resolver sin ángulo.
La temporada del Bayern vive un momento crítico por la presión del liderato y la necesidad de no ceder puntos. Entre semana, perdió su invicto al caer contra Arsenal en la Champions League, un partido en el que no pudo estar el colombiano por suspensión. En ese contexto, y se notó este sábado, la figura de Luis Díaz crece. Su capacidad para destrabar, inventar, resistir y definir vuelve a marcar diferencias.
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