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El ciclo de James Rodríguez en el fútbol mexicano llegó a su fin con último partido en el Club León durante la derrota 1-2 frente a Puebla, en jornada final del Torneo Apertura de la Liga MX.
El encuentro que retrató fielmente los problemas que acompañaron a los “Panzas Verdes” durante toda la temporada: desorden, desconexión y una falta de contundencia que terminó por condenarlos.
James fue titular en el estadio Nou Camp y, dentro de la irregularidad general del equipo, volvió a dejar un destello de su talento. Al minuto 20, cuando León ya perdía por la mínima, el ‘10’ recuperó un balón en campo propio, levantó la cabeza y asistió con una volea perfecta a Iván Jared Moreno, quien definió el empate parcial. Fue una jugada de otro nivel, un gesto técnico que recordó por qué su fichaje había generado tanta expectativa en Guanajuato. Sin embargo, el brillo individual no bastó para revertir el rumbo de un equipo que terminó la campaña entre los últimos lugares.
Antes, al minuto 15, Alejandro Organista había adelantado a Puebla aprovechando la pasividad defensiva local. Y justo antes del descanso, Emiliano Gómez volvió a castigar al León para el 1-2 definitivo, en otra jugada mal defendida.
En el complemento, los dirigidos por Ignacio Ambriz buscaron reaccionar, pero su fútbol se diluyó entre imprecisiones y un ambiente resignado. James, que fue lo más claro del mediocampo, trató de generar juego por el centro y abrir espacios, aunque sus compañeros no lograron conectar con sus ideas. El colombiano fue sustituido al minuto 83, ovacionado por la afición, que reconoció su esfuerzo y talento, incluso en medio de la frustración colectiva.
Con este resultado, León cerró el torneo en el puesto 17 de la tabla, con apenas 13 puntos, tres victorias, cuatro empates y diez derrotas. Fue una de las peores campañas recientes del club, que nunca encontró solidez ni regularidad. Puebla, que llegaba como colero, se despidió con un pequeño consuelo al evitar el último lugar.
La salida de James marca el fin de un ciclo que prometía más de lo que pudo ofrecer. El mediocampista llegó en enero con la intención de liderar al León hacia los primeros planos del fútbol mexicano, pero el proyecto no cuajó. Entre lesiones, cambios técnicos y una dinámica de equipo confusa, el ex Real Madrid cerró su paso con 34 partidos disputados (31 en Liga MX y 3 en Leagues Cup), cinco goles y nueve asistencias.
Tras el pitazo final, el técnico Ignacio Ambriz confirmó la despedida del colombiano y reveló el diálogo que tuvieron antes y después del partido. “Le pedí que disfrutara el juego, que no lo tomara como una despedida triste. La gente le mostró cariño y él lo agradeció. Le deseé lo mejor, porque a donde vaya siempre dejará un buen recuerdo en México”, comentó el entrenador en rueda de prensa. Ambriz, que apenas trabajó mes y medio con el ‘10’, destacó su profesionalismo y calidad: “Me dio unas palabras que me quedo para mí, pero le deseo lo mejor a ese gran jugador que es”.
Así, el paso de James por León se cierra con luces y sombras. Su aporte técnico fue evidente —cada vez que estuvo en forma, el equipo mejoró en circulación y creatividad—, pero el contexto no le permitió brillar sostenidamente. El club nunca encontró un entorno táctico que potenciara su juego y, al final, el colombiano terminó siendo una figura destacada en medio de un colectivo sin rumbo.
Ahora, James Rodríguez volverá a vestirse de amarillo, azul y rojo. Fue convocado por Néstor Lorenzo para los amistosos de la selección Colombia en Estados Unidos, frente a Australia y Nueva Zelanda, mientras define su futuro profesional.
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