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Andrés Gómez fue protagonista de una jugada que desató la locura en el Vasco da Gama durante la goleada 0-3 sobre Bragantino: una carrera eléctrica, de las que rompen esquemas, y una asistencia perfecta para sellar el triunfo.
A los 87 minutos, cuando el partido parecía ya decidido, Gómez arrancó desde su propio campo, superó a dos rivales con una zancada demoledora y, al llegar al borde del área, levantó la cabeza para servirle el gol a Gabriel Souza, que solo tuvo que empujarla.
El jugador de 23 años, que llegó hace poco al club de Río de Janeiro, se ha ganado rápidamente un lugar en el once titular de Fernando Diniz. Su aporte es evidente: en once partidos ya suma cuatro asistencias —ante Corinthians, Ceará, Vitória y Bragantino— y se ha convertido en una de las piezas más desequilibrantes del equipo. En los últimos compromisos ha mantenido un nivel alto, destacando también frente a Fluminense por su capacidad para romper líneas y crear peligro constante.
El técnico Fernando Diniz no ha ocultado su satisfacción con el rendimiento del colombiano. “Creo que, aunque no marcó, ha destacado individualmente en varios partidos. Contra Fortaleza fue la figura de la primera parte; tuvo una buena actuación ante Corinthians y fue decisivo contra Vitória. Es joven, talentoso y con un futuro prometedor”, señaló el entrenador brasileño.
El Vasco da Gama, que acumula 42 puntos en el Brasileirao, vive un buen presente y Gómez ha sido uno de los responsables de esa levantada futbolística. El equipo recibirá el próximo domingo 2 de noviembre a Sao Paulo, en el estadio São Januário, y todo indica que el colombiano volverá a ser inicialista. Su velocidad, su frescura y su confianza lo han convertido en una de las mejores noticias del Vasco en esta parte final del campeonato.
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