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River Plate encontró un respiro en medio de la tormenta. Tras cuatro derrotas consecutivas, el equipo de Marcelo Gallardo se sacudió la mala racha con una victoria por 1-0 sobre Racing, en los cuartos de final de la Copa Argentina. El partido, jugado en el estadio Gigante de Arroyito, no solo entregó un boleto a semifinales, sino también una catarata de polémicas dentro y fuera de la cancha.
El héroe fue Maximiliano Salas, delantero que hace apenas unos meses dejó Avellaneda para vestirse de rojo y blanco. A los cinco minutos, conectó un centro de Facundo Colidio y con un remate cruzado le dio a River la ventaja definitiva. El tanto tuvo un condimento especial: lo hizo frente a su exclub, y aunque eligió no celebrarlo, la hinchada académica no le perdonó la “traición”. Entre cánticos de reproche y hasta el lanzamiento de una zapatilla desde la tribuna, el ambiente quedó marcado por la bronca de los hinchas de Racing.
Vea el gol de Maxi Salas a Racing
El trámite fue intenso, con llegadas en ambas áreas. River pudo ampliar con otra ocasión de Salas, que el arquero Cambeses tapó con reflejos, mientras que Racing desperdició la más clara en los pies de Adrián “Maravilla” Martínez, errático toda la tarde y expulsado en el cierre por doble amarilla. El encuentro, además, se detuvo diez minutos en la segunda mitad por la caída de una bengala de humo que redujo la visibilidad en la zona defensiva de la Academia.
El cruce que encendió la pelea
Pero lo deportivo quedó eclipsado por los incidentes. Marcos Acuña, de pasado en Racing y hoy lateral de River, encendió al público con un gesto provocador: jugó con la pelota de cabeza frente a la tribuna de su exequipo en los últimos minutos. Desde allí llovieron insultos, reproches y hasta billetes, en alusión a su salida del club. La tensión escaló tras el pitazo final, cuando el delantero Adrián Balboa fue a buscar a Acuña y lo escupió en la cara, desatando un tumulto generalizado con empujones entre jugadores y cuerpos técnicos, donde también apareció Gallardo para separar.
Así fue el escupitajo al ‘Huevo’ Acuña
El final tampoco fue tranquilo para Maxi Salas. Al intentar saludar a sus excompañeros, recibió el rechazo de Agustín Almendra y Gonzalo Costas, hijo y asistente del entrenador Gustavo, quienes lo increparon y le negaron el gesto. “Siempre me manejé con respeto hacia la gente de Racing. Lo pasado ya está. Necesitábamos ganar, era una final para nosotros”, declaró después el delantero, consciente de que su gol significó mucho más que una clasificación.
River, en busca de su cuarto título en la Copa Argentina, enfrentará en semifinales a Independiente Rivadavia de Mendoza, mientras que el otro cruce lo animarán Argentinos Juniors y Belgrano. El campeón no solo levantará un trofeo: también asegurará un cupo directo en la Copa Libertadores 2026. Racing, en cambio, deberá pasar rápido la página y enfocar su energía en la Libertadores, donde dentro de tres semanas se medirá con Flamengo en una semifinal que marcará su destino en la temporada.
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