
Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Bogotá se prepara para convertirse en la pista de más de 15.000 corredores el 23 de noviembre, cuando la carrera CorreMiTierra vuelva a la capital por tercer año consecutivo.
El evento, creado por los esposos Cristina Martínez y Jorge Andrés Orozco, cerrará la gira nacional 2025 con un recorrido que promete música, color y una atmósfera de comunidad poco habitual en las carreras tradicionales.
“CorreMiTierra no es una competencia, es una invitación a disfrutar corriendo”, dijo Cristina para El Espectador. Esa frase resume el espíritu de una iniciativa que, desde su primera edición en 2011, ha sido la puerta de entrada al mundo del running para miles de personas.
Su apuesta no pasa por los cronómetros, sino por las emociones: correr como una experiencia vital, no como un reto de tiempo.
Correr por gusto, no por tiempo
El proyecto nació en Medellín hace 15 años, impulsado por una pareja que convirtió su propio hábito familiar de trotar en una manera de celebrar la vida. “Empezamos saliendo a correr con nuestros hijos, enseñándoles a moverse, a celebrar al otro, a disfrutar. De ahí surgió todo”, recordó Jorge para este diario.
Hoy, tres de sus cinco hijos trabajan con ellos y los dos más pequeños colaboran en cada edición. “La menor dice que es la directora de la zona infantil. Es algo que nos llena de orgullo, porque esto nació del amor y sigue siendo un tema de familia”, contó, entre risas.
Esa raíz familiar explica por qué los niños son protagonistas. Desde los primeros años, las familias pedían camisetas pequeñas y medallas para ellos. En esta edición, los menores de 8 años podrán participar oficialmente con su propio número, camiseta y medalla. “Queremos que vivan la experiencia completa, igual que los adultos”, dijo Cristina.
En ese ambiente, la palabra “competencia” pierde peso. Cada camiseta lleva un “00” en la parte posterior. No es casualidad. “El cero-cero significa que el tiempo no importa. Aquí nadie te mide ni te presiona. Lo que vale es disfrutar”, explicó Jorge.
Símbolos que cuentan historias
CorreMiTierra tiene una iconografía que ya es parte de su identidad. En Bogotá, la medalla será negra, con un león —símbolo del coraje y la fuerza interior— y una estrella que representa a los corredores. En el reverso, la frase: “Sacaste el león que llevas dentro”. “Ese león es lo que somos cada uno de nosotros: el impulso de salir, de atrevernos, de lograr algo que nunca habíamos hecho”, dijo Jorge.
Bogotá, la capital del running
Bogotá se ha consolidado como uno de los escenarios más exigentes y atractivos para correr en Latinoamérica. La altitud impone un reto físico que atrae tanto a aficionados como a atletas experimentados.
“Queríamos venir desde 2020, pero la pandemia lo detuvo. Llegamos en 2023, volvimos en 2024 y ahora regresamos por tercera vez con una acogida hermosa”, cuenta Cristina.
Más del 35 % de los corredores vienen desde otras ciudades, lo que convierte el evento en un motor turístico y económico.
En 2024, el circuito generó más de 10 millones de dólares en derrama económica; en lo corrido de 2025 ya supera los 14 millones.
En 15 años, CorreMiTierra ha reunido más de 300.000 corredores de 40 países y generado un impacto económico estimado en 100 millones de dólares.
Correr con conciencia
No todo es fiesta. Los organizadores insisten en la seguridad y el cuidado del cuerpo.
“Hace años lanzamos la campaña ‘Tu vida vale mucho más que una carrera’”, recordó Jorge.
“Le decimos a la gente: si te sientes mal, camina. Si tienes una molestia, baja el ritmo. No pasa nada. Lo importante es llegar feliz“, agregó.
Esa filosofía se refleja en una política poco común: cualquier corredor puede cambiar su distancia hasta el último minuto. Si alguien se inscribió en 10K y prefiere 5K, solo debe avisar. “Lo esencial es que disfruten, no que se exijan más de la cuenta”, añadió Cristina.
Para ambos, la mente juega un papel tan importante como el cuerpo. “Cuando arrancas y ves miles de personas corriendo, el cuerpo te obliga a ir al mismo ritmo. Hay que entrenar la cabeza para no quemarse antes de tiempo. Respirar bien, hidratarse cada 15 minutos, dormir bien… todo eso también es parte del entrenamiento", dijo Jorge.
Música, cultura y ciudad
La carrera no se concibe sin música. Desde sus primeros años, CorreMiTierra tuvo un hermano artístico: Vibra Mi Tierra, un festival de ciudad que reunió en Medellín a artistas como Monsieur Periné, Sebastián Yatra, Piso 21 y Herencia de Timbiquí. Esa mezcla entre deporte y cultura continúa: cada edición incluye agrupaciones locales, palenqueras y muestras folclóricas que acompañan a los corredores durante el recorrido.
“El corredor muchas veces se detiene a bailar”, contó Cristina entre risas. “Eso también es parte de lo bonito: celebrar lo que somos.”
En Bogotá, la carrera cuenta con el apoyo del IDU, la Secretaría de Cultura, Turismo y Desarrollo Económico, además del Ejército Nacional, que se suma por el sentido de país que inspira el evento.
“CorreMiTierra es también un acto de patriotismo. Nos recuerda que correr puede unirnos como nación”, dijo Jorge.
Una historia que sigue corriendo
Quince años después de aquella primera carrera, la pareja conserva el mismo entusiasmo. “Lo que nos ha mantenido vivos es el amor. No nos mueve el dinero. A veces hemos perdido plata en ciudades, pero nunca la ilusión de ver a la gente feliz“, aseguró Jorge.
Hoy el evento tiene himno, poema y un personaje propio: Lionel, el león, que se ha convertido en emblema. “Los niños lo adoran. Algunos corren toda la carrera abrazando un peluche de Lionel hasta que llegan a la meta y lo conocen en persona. Eso no tiene precio”, contó Cristina.
En las primeras ediciones, ellos mismos entregaban el agua, los bananos y las medallas. Hoy, con un equipo de más de cien personas y decenas de aliados, siguen saludando a cada corredor en la salida y en la meta.
Correr para sanar
El impacto emocional también hace parte de la historia. “Hay personas que llegan por una depresión, una quiebra o una pérdida. Encuentran en este proceso una forma de sanar”, dijo Cristina.
“Nos hemos convertido casi en psicólogos; la gente nos cuenta que entra siendo una persona y sale otra. Eso es lo más hermoso”, complementó Jorge.
Por eso, dicen, CorreMiTierra no es solo un evento deportivo. Es una comunidad de gente que camina, trota o corre con un propósito compartido: sentirse vivos.
🚴🏻⚽🏀 ¿Lo último en deportes?: Todo lo que debe saber del deporte mundial está en El Espectador
