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Habiendo pasado la esperada trade deadline de la NBA, recuperamos los movimientos más interesantes en la asociación, tanto de quienes salieron beneficiados como de aquellos que podrían haber hecho un poco más.
New York Knicks: ¿el equipo mejor construido de la NBA?
Uno de los grandes ganadores de los traspasos de esta temporada son los New York Knicks. Aunque dejaron de lado a promesas jóvenes como el armador canadiense de 23 años, RJ Barrett, lograron traer de vuelta a un alero más experimentado como OG Anunoby, quien con 6 años de experiencia en la asociación se ha consolidado como uno de los mejores defensores exteriores, justo el área donde más flojeaba el equipo de la Gran Manzana.
Además, antes de la fecha límite, realizaron un canje con los Detroit Pistons para incorporar a sus filas a dos anotadores perimetrales: Alec Burks y Bojan Bogdanovic. Esta dupla aportará profundidad en el banquillo a los Knicks, abriendo la discusión sobre si esta escuadra es la más completa en la liga, con estelares como Jalen Brunson y Julius Randle, ambos seleccionados al All-Star de este año, además Anunoby y un banquillo de lujo con nuevas fuerzas anotadoras.
Los Ángeles Lakers: ¿un año más sin aprovechar a Lebron?
La escuadra angelina no realizó ningún movimiento, sin embargo, los rumores rodearon al equipo con nombres como Zach Lavine o Dejounte Murray, perfiles similares al ser armadores jóvenes con capacidad de anotar más de 20 puntos por noche, al final de la deadline ninguno llegó para vestir el uniforme púrpura y oro.
El propio Lebron James, una superestrella conocida por ejercer presión a las oficinas de sus equipos para que hagan movimiento, mostró su frustración y evitó hablar con la prensa para luego hablar públicamente sobre su inconformidad con el rendimiento de la escuadra.
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Lo cierto es que el único refuerzo que llegará a los Lakers es Spencer Dinwiddie. Este armador experimentado de 30 años fue cortado por Toronto Raptors para evitar pagarle al jugador un bonus que ascendía a 1,5 millones de dólares. Así las cosas, el conjunto se encamina a una turbulenta segunda mitad de temporada sin cambios sustanciales en sus filas y con aspiraciones de llegar lejos en la postemporada, a la cual aún no tiene asegurada su participación.
Oklahoma City Thunder: ¿el futuro es ahora?
Oklahoma tiene el mejor equipo en relación calidad-juventud y lucha por el primer puesto de la Conferencia Oeste. Sin embargo, en la mejor liga de baloncesto del mundo la ventana que tiene una escuadra para ganar un campeonato puede ser muy corta, por esto las oficinas del Thunder realizaron un canje para traer profundidad y veteranía en la posición de alero con la adquisición de Gordon Hayward, quien fue All-Star en 2016 con Utah Jazz.
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Aunque Hayward ya no está en ese nivel estelar, y tan solo ha jugado 25 de los primeros 50 juegos con Charlotte Hornets, puede aportar manejo de juego, ofensiva y experiencia a un equipo joven. Esta escuadra cuenta con poco rodaje en situaciones tensas de postemporada, las cuales tendrán que pasar si quieren llegar a las expectativas de campeonato que se han creado en la ciudad de Oklahoma.
Chicago Bulls: ¿comprometidos con la mitad de tabla?
Otro de los equipos que tal vez desaprovechó sus fichas en esta fecha límite de traspasos fue Chicago. Los Bulls tienen en sus filas a jugadores interesantes para equipos con aspiraciones de campeonato como DeMar DeRozan, Alex Caruso o Nikola Vucevic. Sin embargo, los hicieron prácticamente intocables en las pocas negociaciones que sostuvieron antes de decidir no hacer ningún movimiento.
Por otro lado, Zach Lavine, el escolta estrella de la escuadra, mostró su interés de ser traspasado a Los Ángeles Lakers, no obstante, la seguidilla de lesiones que sostuvo pararon un posible movimiento que iniciaría una época de reconstrucción en los Bulls.
Chicago no cuenta con un personal con el suficiente nivel para llegar a la postemporada. Sin embargo, tampoco ha decidido optar por la estrategia del tanking, es decir, apuntar a uno de los últimos puestos de la asociación para obtener un mejor lugar en el draft del próximo año. Es por esta razón que los Bulls estarán un año más en medio de un desierto deportivo, sin competir con aspiraciones de Playoffs ni por la próxima gran estrella de la liga.
Aunque no ha sido una fecha límite con grandes nombres como en otras temporadas, los pequeños cambios para traer profundidad o llenar algún área de debilidad podrían mostrarse cruciales conforme se vaya llegando a la postemporada. Especialmente por la competitividad que ha mostrado la liga, teniendo una de las luchas más cerradas de los últimos años por los primeros seis puestos de las conferencias que otorgan un puesto directo a los Playoffs.
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