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El skateboarding escribió en Latinoamérica una de sus páginas más memorables en la historia.
Sandro Dias, leyenda brasileña del skate y atleta Red Bull, se lanzó este jueves desde un edificio de 22 pisos en Porto Alegre para hacer historia: alcanzó los 103,8 km/h y firmó la caída más alta registrada en un cuarto de tubo temporal, conquistando dos récords Guinness en una sola jornada.
Una leyenda urbana hecha realidad
El escenario fue el Centro Administrativo Fernando Ferrari (CAFF), un edificio de 88,91 metros que por décadas alimentó bromas, memes y sueños en la cultura skate.
Con su forma de cuarto de tubo, el lugar era conocido como “la rampa imposible”.
El jueves 25 de septiembre de 2025 dejó de ser un mito: a los 50 años, Sandro lo transformó en la bajada más extrema jamás realizada sobre una patineta.
“Este es un sueño de más de 13 años que acabamos de lograr, llevando los límites al máximo”, dijo Dias tras completar el descenso final.
El reto de los 70 metros
La progresión fue milimétrica: antes del intento definitivo, Dias bajó desde 55, 60 y 65 metros. El descenso histórico se ejecutó desde 70 metros de altura, con una caída efectiva de 60 metros que lo impulsó a superar la barrera de los 100 km/h. Ocho segundos de vértigo que no habían sido probados siquiera en los entrenamientos.
“No se trata de buscar fama, se trata de llevar los límites más allá y crear oportunidades para las personas”, explicó Dias.
Diez meses de preparación
El proyecto, bautizado Red Bull Building Drop y realizado en colaboración con Prada Linea Rossa, tomó diez meses de trabajo. El skater entrenó con un chaleco de 40 kilos en rampas modificadas, enfrentó simulaciones de fuerzas G y alcanzó hasta 136 km/h en pruebas de pista.
Todo con un objetivo: dominar una estructura inédita expuesta al viento, la velocidad y la altura.
Para la seguridad, se desplegaron barreras inflables estilo MotoGP, 1.800 cubos de espuma y un equipo técnico que lo asistió con rappel desde la azotea.
Aun así, el riesgo fue enorme: el último intento se ejecutó sin ensayo previo, confiando en la fortaleza física y mental de un atleta que nunca ha dejado de sorprender.
Reconocimiento mundial
Los jueces de Guinness World Records certificaron de inmediato los dos récords:
- La caída más alta en un cuarto de tubo temporal.
- La mayor velocidad sobre skateboard en un cuarto de tubo temporal.
El eco de la hazaña recorrió el mundo del skate. Tony Hawk la definió como “un salto cinco veces más adelante que todos los demás”.
“Si miras la historia del skateboarding, sigue progresando. Sigue mejorando. (...) Puedes llegar incluso más lejos de lo que imaginamos”, agregó el legendario skater estadounidense.
Un legado sin edad
El hombre que conquistó la ‘rampa imposible’ a los 50 años sigue abriendo caminos, probando que el skate —y cualquier meta— no es cuestión de edad, sino de pasión, sueños y valentía.
“Estoy completamente satisfecho, y creo que esto demostró que podemos superarnos aún más”, concluyó Sandro Dias.
La “rampa imposible” ya no es una broma en internet: es el nuevo hito de un deporte que nunca deja de reinventarse.
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