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Luego de la clasificación a la próxima Copa del Mundo, una pregunta empezó a rondar entre los aficionados del fútbol nacional: ¿qué habría pasado si el formato de clasificación al Mundial 2026 no hubiera cambiado? Seguro, la historia de la selección de Colombia habría sido mucho más sufrida.
Antes, la Conmebol entregaba cuatro cupos directos y uno al repechaje, por lo que la Tricolor habría llegado a la última fecha en la sexta posición, fuera del Mundial. En ese escenario, el partido contra Venezuela habría tenido un dramatismo extremo: no habría sido el 6-3 que vimos en Maturín, sino un duelo mucho más cerrado, con Colombia jugándose la vida y Venezuela, sin posibilidades, quizás menos lanzada al ataque.
El resultado histórico en suelo venezolano fue posible, en parte, porque el equipo local ya no tenía nada en juego. Ese contexto permitió un trámite abierto, con los vinotinto volcados al frente y dejando espacios que Colombia aprovechó en contragolpe.
Es difícil imaginar que, con puntos vitales en disputa para ambos, el partido hubiera terminado con nueve goles y con Luis Javier Suárez firmando un póker. Seguramente habría sido un encuentro trabado, de máxima tensión y con mucha menos espectacularidad.
Así habría quedado la tabla de las eliminatorias
Bajo el sistema de cuatro cupos y repechaje, el tercer puesto no estaba garantizado. Colombia habría necesitado ganar sí o sí para alcanzar, en el mejor de los casos, la cuarta o quinta plaza, dependiendo de otros resultados.
Ese tipo de presión habría condicionado el planteamiento de Néstor Lorenzo, apostando por un partido más calculado y menos arriesgado. Además, los rivales directos, como Paraguay y Brasil, habrían jugado con la obligación de no ceder terreno, endureciendo aún más la jornada final.
Un dato que llama la atención es que Brasil, que terminó en la quinta posición con 28 puntos, habría tenido que ir al repechaje internacional. Una situación inédita para la “Canarinha”, acostumbrada a clasificar de forma directa a todos los mundiales.
Esto muestra lo apretada que estuvo esta Eliminatoria y lo mucho que benefició el aumento de cupos a seis plazas directas más el repechaje.
Colombia, a pensar en el Mundial
El nuevo formato, sin duda, le dio a Colombia margen para respirar y planificar con más calma.
Pese a la presión inicial de llegar sexta a la última doble jornada, el equipo de Lorenzo cerró con dos victorias que le permitieron terminar tercera y ahora puede preparar el Mundial sin sobresaltos.
De haberse mantenido el sistema anterior, la clasificación habría sido una verdadera final adelantada, con riesgo de repetir el sufrimiento de anteriores clasificatorias.
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