Honda preocupación comenzó a manifestar la Contraloría General sobre un futuro detrimento patrimonial en los contratos firmados para la realización del Transmilenio por la carrera Séptima, debido a que fueron firmados dos acuerdos con diferentes firmas constructoras.
El contralor delegado Carlos Izasiga indicó que el transmilenio por la Séptima presenta dos escenarios complejos. El primero obedece a unos estudios iniciales por una suma importante que se inició en la administración del exalcalde Luis Garzón que en el evento de no se utilizados podría establecerse un futuro detrimento patrimonial por no haber utilizado los diseños que realizó la administración.
Izasiga dijo que en el otro caso es que ya se firmó un contrato que está actualmente vigente y si no se realiza ese contrato pues también puede existir unas consecuencias de orden patrimonial para Bogotá.
Por estas razones, la Contraloría considera de manera inmediata abocar el conocimiento del manejo del transmilenio por la carrera Séptima que ha realizado el IDU (Instituto de Desarrollo Urbano) porque se advierte que por cualquiera de las dos vías se pueden generar detrimentos patrimoniales para la ciudad por futuras demandas o futuras reclamaciones de los contratistas .
Izasiga indicó que el contrato actual supera los 200.000 millones de pesos y los estudios finales están en una cifra de 8.000 millones de pesos.
Insistió que en los dos eventos se pueden generar unos problemas jurídicos con consecuencias patrimoniales.