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La producción de acero para concreto aumentó un 53% en el periodo enero-julio del 2021 comparado con el año anterior, un crecimiento importante para apoyar el buen momento que viven las iniciaciones de Vivienda de Interés Social (VIS), que marcaron un récord en julio de este año con más de 16.000, el mejor mes de la historia del país.
El anuncio fue hecho por el Comité Colombiano de Productores de Acero de la ANDI que integran las empresas Acerías Paz del Río, Gerdau Diaco, Grupo Siderúrgico Reyna, Sidoc S.A. y Ternium que constituyen el 100% de la producción nacional.
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La industria nacional señaló que cuenta con suficiente capacidad instalada para atender las necesidades del mercado interno. Dicha capacidad instalada es de 2,6 millones de toneladas, volumen que supera los años de mayor consumo histórico del país y suficiente para atender el crecimiento de la demanda del sector construcción e infraestructura, con sus proyecciones a 2022 y 2023.
Dice el informe de la industria siderúrgica nacional que podría aumentar esta capacidad a 3,1 millones de toneladas, lo cual generaría de inmediato 2.800 empleos formales adicionales, directos e indirectos.
Cuando ha sido necesario, la oferta nacional se ha complementado con importaciones de países para lo cual existen TLC como los de México, Brasil, Perú, que ya ingresan al país con arancel 0%. Estos países tienen una oferta de 127 millones toneladas disponibles que pueden ser importados, lo cual representa 58 veces el consumo de acero del país, dice comunicado del Comité de Acero de la ANDI.
Colombia está abierto a las importaciones de acero para concreto que de hecho crecieron 57% en el periodo enero-junio del 2021 comparado con 2020. “Adicional a los buenos signos de la producción y las importaciones, los inventarios a agosto ya muestran signos de acumulación muy por encima de lo tradicional en este tipo de industrias”, señala María Juliana Ospina, directora del Comité de Acero de la ANDI
En el contexto actual de recuperación económica, una de las claves son los encadenamientos productivos que se generan a partir del sector de la construcción, sostiene María Juliana Ospina. “Creemos en una reactivación solidaria e inclusiva que maximice el efecto de los esfuerzos hechos por el Estado llevándolos a la mayor cantidad de sectores y ciudadanos”, indicó Bruce Mac Master, presidente de la ANDI.
Existen 36 subsectores, entre ellos el del acero y el de la chatarra, que permiten que por medio de los encadenamientos se cierren las brechas de competitividad, productividad e información de una forma integral, precisa informe del Comité industrial. Grupos de recicladores de chatarra, por ejemplo, hacen parte de la cadena de producción, lo cual los visibiliza, formaliza y apoya para generar un crecimiento integral en varios sectores.
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Lo anterior es posible gracias al acero colombiano, que con los años ha hecho inversiones por más de US$620 millones para ampliar su capacidad instalada, lo cual hoy permite la reactivación económica solidaria apoyando directamente al sector construcción y a los más de 45.000 empleos que genera la industria siderúrgica.