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La Asociación Nacional de Instituciones Financieras (Anif) le recomendó al Banco de la República “actuar temprano para contener las presiones inflacionarias”, elevando la tasa de intervención en 25 puntos básicos antes de que termine el año, lo que significaría llevar la cifra a 4,5 %, dado el persistente incremento del costo de vida en lo que va del año.
El gremio advirtió que “el desvío respecto de la meta inflacionaria es notorio y persistente”. Según el último informe del DANE, para octubre el Índice de Precios al Consumidor (IPC) creció 0,16 % y se ubicó en un 3,86 % anual. Incluso el Banco Central en su más reciente Informe de Política Monetaria señaló que espera una inflación cercana al 3,8 % al cierre del año.
La cifra mensual estuvo 0,15 % por encima del valor pronosticado por el consenso del mercado y 0,12 % más alta que la observada el mismo mes en 2018. Anif señaló que se trata de una aceleración de la inflación anual hacia niveles preocupantes considerando que el rango meta del Emisor es de entre 2 % y 4 %.
Según Anif, “si bien un incremento de la (tasa) repo iría en contravía de lo que está ocurriendo en muchos países emergentes, con ello el Banco de la República evitaría comprarse un problema inflacionario hacia 2020, en momentos en que ya tallan los graves problemas de desempleo y déficits gemelos (fiscal-externo)”.
Las cifras del DANE revelan que la inflación de alimentos llegó a 5,8 % anual, especialmente por los incrementos en los alimentos básicos (6,9 % anual) con mayores precios en el rubro de procesados. Por su parte, la inflación sin alimentos se mantuvo en 3,3 % anual.
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En el análisis publicado, la asociación prevé que el país crecerá 3 % al finalizar 2019, dado que el país “ha mostrado relativa resiliencia frente a los vientos recesivos globales”, una cifra que además supera el promedio de América Latina en 0,6 %. Aun así, asegura que Colombia continúa enfrentando serios desafíos macroeconómicos, como el deterioro del mercado laboral (tasa de desempleo promedio del 10.8% en enero-septiembre), la insostenibilidad del consumo de los hogares, el pobre repunte de la inversión corporativa y faltantes externos (déficit del 4,4 % del PIB en el primer semestre de 2019 y una balanza comercial deficitaria del 2,3 % del PIB).