La detención de Meng Wanzhou a petición de Estados Unidos desencadenó una crisis diplomática.
"Se trata antes que nada de intimidación en el sector tecnológico. Todo el mundo puede ver claramente cual es el objetivo real de Estados Unidos", declaró el miércoles Hua Chunying, la portavoz del ministerio chino de Relaciones Exteriores.
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"Washington hará todo lo que pueda para asfixiar a las empresas chinas en el sector de altas tecnologías y contrarrestar el derecho legítimo al desarrollo de China", afirmó la portavoz a la prensa.
Meng Wanzhou, hija del fundador del gigante chino de telecomunicaciones, fue detenida el 1 de diciembre en Vancouver y liberada bajo fianza.
Estados Unidos sospecha que participó en maniobras ilegales que podrían haber violado las sanciones económicas contra Irán.
"Seguiremos solicitando la extradición de Meng Wanzhou y respetaremos los plazos fijados por el tratado de extradición entre Estados Unidos y Canadá", declaró el martes un portavoz del ministerio estadounidense de Justicia, Marc Raimondi.
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Según ese acuerdo, Estados Unidos tiene un plazo de 60 días después de una detención realizada a su petición para oficializar un pedido de extradición.
Cuando reciba el pedido de extradición, el ministerio canadiense de Justicia dispondrá de un plazo de 30 días para iniciar el procedimiento de extradición. Washington debe emitir un pedido de extradición antes del 30 de enero.
Debido a los diferentes recursos posibles, el proceso podría durar meses, incluso años.
China reprochó a Canadá de responder ciegamente a un pedido de Estados Unidos motivado por razones políticas.
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La detención de la ejecutiva china provocó una crisis diplomática entre Ottawa y Pékin.
China replicó con la detención de dos canadienses y volvió a juzgar a un tercero, que fue condenado a muerte, cuando en primera instancia había recibido una pena de 15 años de cárcel.
Las autoridades chinas afirman sin embargo que esas detenciones no están vinculadas al caso Huawei.