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Este miércoles, en la ciudad de Bogotá, un gran número de motociclistas salieron a la calle para protestar en contra de lo que consideran “las medidas autoritarias” anunciadas por el ministro de Transporte Guillermo Reyes, quien hace un mes, en un congreso organizado por Fasecolda, había propuesto que el SOAT debía exigirse “a las malas”.
La frase del ministro, que provocó la indignación del gremio de los motociclistas, se debe a que las cifras muestran que en el país hay más de 10,5 millones de motos, de las cuales, el 61 % de sus propietarios evade el pago del SOAT. Un “SOAT a las malas”, como lo expuso en su momento, es exigir la vigencia del seguro al momento de hacer trámites en los despachos de transporte en las ciudades, como lo puede ser el traspaso de un vehículo.
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Según lo explicado por varios motociclistas, los peros al SOAT radican en su elevado valor y su aparente redundancia cuando se tiene contratado un seguro “todo riesgo”.
En el marco de estas movilizaciones, el ministro Reyes se reunió con los representantes de los motociclistas, en donde se abordaron temas como el SOAT, la seguridad en las vías y la seguridad social.
“Para nuestro gobierno ustedes son muy importantes. No estamos hablando de que en Colombia hay 100.000 motos, o 500.000. Hablamos de que hay más de 10 millones de motos, y la moto es hoy una fuente de trabajo fundamental que no podemos ignorar”, manifestó.
Sobre el tema del SOAT, Reyes dijo que trabajará para encontrar una solución, y con urgencia, pero que también es importante que los motociclistas colaboren con el cumplimiento de las normas de tránsito, para así fortalecer la seguridad social y salvar vidas.
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Parte de los anuncios dichos por Reyes es que desde el Ministerio del Transporte se está trabajando en conjunto con el Ministerio del Trabajo para establecer la relación laboral de contrato realidad que hay entre aplicaciones del tipo Rappi con los motociclistas que trabajan con estas.
Sobre este tema, hay que recordar que estas aplicaciones alegan que no existe una relación laboral con estos trabajadores, pues los mismos (en teoría) son autónomos en sus horarios y lugares de trabajo. Alegan que como empresa desarrollan una labor de intermediación en donde facilitan una herramienta de trabajo (la aplicación).
Si el gobierno establece la relación de contrato realidad (como lo anticipa Reyes), Rappi y otras aplicaciones estarían obligadas a pagar la seguridad social de los motociclistas que trabajan en estas, tales como salud, riesgos laborales, caja de compensación familiar, pensión y hasta vacaciones.
“Ese es un tema fundamental para nosotros, y es que todos los que van en una de las motos tengan seguridad social y garantía de seguro a la vida”, precisó Reyes.
El jefe de la cartera de Transporte también mencionó que tiene un par de proyectos de ley que le gustaría conversar con los motociclistas. También propuso la creación de Veedurías de Motociclistas, para que informen sobre el estado de las vías y fallas en la señalización, entre otros temas a mejorar. “El fruto de ese trabajo ayudaría a los municipios comprometidos a que tomen medidas para la reparación vial”, añadió.
En su cuenta de Twitter, uno de los motociclistas celebró la voluntad de diálogo que tuvo el ministro, y las puertas abiertas que dejó para futuras ocasiones, pues incluso está la posibilidad de que estos se reunan con el presidente Gustavo Petro en una próxima ocasión.
Al finalizar el encuentro, varios de los motociclistas que se encontraban a las afueras del salón donde se adelantó el diálogo, le agradecieron al ministro, y hasta lo llevaron de parrillero.
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