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“La historia de Ducky Black empezó en una clase en la Escuela Arturo Tejada que consistía en desarrollar una empresa; desde ese instante empecé a hacer todo lo que quería. Primero inicié con una marca infantil que lleva un logo de un pato de hule. Como tenía un hijo aproximadamente de 5 años, arranqué tomándole fotos a él, desarrollando así una marca con una esencia rocker, inspirada en una paleta de colores oscuros. Luego, la trasladé a un público Adult Punk Rock Chic, creando impermeables, faldas, pantalones y accesorios en cuero, bajo el concepto romántico del punk, rock y brillos del glam, utilizando a su vez materiales como cuero Nappa español, algodón y textiles con estampados exclusivos”.
Luisa Alvarado, la emprendedores detrás de esta marca pasó por 23 preguntas para emprendedores y sus emprendimientos, y aquí la historia de su emprendimiento contada para ustedes:
1. ¿Cuántos años tengo? ¿Qué estudié?
35 años, Artes Visuales con enfoque plástico y Diseño de Modas.
2. ¿Cuál fue mi idea y cuándo nació? ¿Qué fue lo que creé?
Ducky Black es una marca Adult Punk Rock Chic, cuyo crecimiento se entrelaza con la música, la historia del arte o cinematográfica, evolucionando hacia una estética artesanal y sofisticada. La historia comienza creando camisetas para amigos mientras estudiaba Artes Visuales y luego expande su dominio estudiando al tiempo Diseño de Modas. Sin embargo, con la llegada de mi hijo, Damien, mi historia da un giro hacia la moda infantil, ya que me decepcioné de la oferta tradicional que existía en Colombia.
La marca se dio a conocer con Biker Jacket para bebés y niños con colores que en ese entonces no existían usando una paleta de colores oscuros. Ducky Black rápidamente encontró seguidores entre mujeres vanguardistas, adultos contemporáneos y jóvenes tanto en Colombia como en el extranjero.
3. ¿Cómo logré hacerla realidad y llevarla a los hechos?
Todo empezó en una clase que consistía en desarrollar una empresa; desde ese instante empecé a hacer todo lo que quería en ese entonces. Primero empecé con una marca infantil que lleva un logo de un pato de hule (solo la silueta negra), como tenía un hijo de aproximadamente de 5 años, inicié tomándole fotos a él, desarrollando una marca con una esencia rocker, con una paleta de colores oscuros, porque en ese entonces no existía un lugar que lo hiciera.
Mi propuesta era algo innovadora, no había competencia y empecé a ir a cuanta feria había. El producto estrella es y sigue siendo la biker jacket, pero para niños en algodón perchado. Desde el principio escogí el nombre Ducky Black que funcionó más adelante para adultos. Todo se fue dando paso a paso.
Si está buscando más historias de emprendimientos, sus creadores y creadoras están aquí, en Emprendimiento y liderazgo de El Espectador.
4. ¿De dónde saqué la plata para ponerla a andar y cómo la pagué?
Empecé a participar en ferias pequeñas con chaquetas Biker Jacket y pantalones en una paleta de colores neutros y oscuros en algodón perchado. El costo no era mucho, hice mi primera colección después de acabar el proyecto de marca en la universidad, con unos ahorros que tenía pude lograrlo y como tenía de modelo a mi hijo, algunos amigos me ayudaron a tomar fotos por canje de prendas, todo se facilitó para mí y se fue dando para ahorrar dinero y lograr mi primera colección de adultos.
5. ¿Qué estoy logrando con mi emprendimiento? ¿Qué estoy cambiando con mi idea?
Innovación en el mercado y aprovechamientos de las telas, jamás tiro a la basura retazos, siempre reciclo y confecciono accesorios o chaquetas para niños.
6. ¿Soy feliz?
Es una pregunta muy difícil de contestar, porque la felicidad es de momentos.
7. ¿Vendería mi emprendimiento, mi empresa?
Llevo mucho tiempo en el mercado, así que creo que en este momento no lo haría. Siento que todavía necesito contar muchas historias, mostrar conceptos, arte e innovación a través de mis colecciones.
8. ¿Qué tan duro fue para mí emprender?
No fue nada fácil, muchas personas tienen un concepto errado del color negro. A veces creen que no es favorable para los niños, por ejemplo. Tuve muchas críticas de personas muy tradicionales en ferias, porque me manifestaban que ese tono no creaba felicidad para ellos, pero bueno, fue más grande el público de papás jóvenes que les encantaba el rock, pop, new wave y punk que deseaban ropa así para ellos y sus hijos.
9. ¿Cumplí mi sueño? ¿Qué me hace falta?
Ya cumplí varios sueños como tener desfiles grandes como el Bogotá Fashion Week, tener una página web de compras, que actrices importantes a nivel nacional tengan mi ropa, participar en las mejores ferias a nivel nacional, sin embargo, no logro vender en tiendas del exterior, ese ahora es mi mayor sueño.
10. ¿Y ahora qué? ¿Qué sigue?
Creo que seguir contando historias, lograr participar en algún showroom en algún país, posicionarme más en las redes sociales y trabajar mucho en la página web para que tengas más afluencia de público.
11. ¿Mi emprendimiento es escalable?
Sí. En mi caso creo que lo que me falta, es llegar al exterior con mis chaquetas para que la marca y su concepto tengan más impacto.
12. Para crecer, ¿recibiría inversión de un desconocido? ¿Le cedería parte de mi empresa?
No, soy muy desconfiada, tengo que conocerlo bastante bien para aceptar una inversión. Sé que sí la necesito para crecer más, pero no se me ha presentado alguna propuesta.
13. ¿Qué no volvería a hacer?
Realizar proyectos de otros donde mi marca se exhiba y no se publice nada. Debe haber un contrato o algo de por medio. Tampoco dar tan fácil una chaqueta a un influencer y no recibir lo pactado, a veces pasa que se quedan con la prenda y no la muestran en sus redes propias, eso es perder un artículo costoso sin ninguna retribución.
14. ¿Quién me inspiró? ¿A quién me gustaría seguir?
Creo que mi papá, él fue independiente y logró tener una tintorería grande. Estudió en España y fue uno de los primeros en ser ingeniero textil en Colombia. Fue muy motivante que con sus manos lograra hacer todo en su vida. Sigo a muchos diseñadores que me encantan, como a Rick Owens, Issey Miyake, Rei Kawakubo, Viviene Westwood y Junya Watanabe.
15. ¿Fracasé en algún momento? ¿Pensé en tirar la toalla?
Claro, creo que el que diga que no es un mentiroso. Este trabajo es de constancia, de estar viendo en qué puedes innovar, qué experiencia nueva puedes ofrecer al cliente, tomar muchos cursos para capacitarte en un montón de cosas para que tu marca se mantenga actualizada. Hay que trabajar mucho en publicidad, proyectar con una imagen lo que las palabras no dicen, así que claro que llegan momentos en los que quieres tirar la toalla, pero siempre hay algo que te motiva a no desistir. Un emprendimiento es un hijo que debes cuidar y alimentar, no lo puedes dejar tirado. Voy por el segundo y me apasiona.
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16. ¿Hago parte de algún tipo de comunidad que me ayuda en este camino de emprender?
Estoy en varios grupos en WhatsApp con otros emprendedores. Es muy chévere porque hablan tu mismo lenguaje, son los únicos que entienden lo que es tener una empresa en el sector de la moda y nos ayudamos los unos a los otros. Hace un tiempo formé un grupo que se llama Directorio Femenino, es solo de mujeres, hay actrices, modelos, fotógrafas, directoras de arte, diseñadoras de moda, entre otras profesiones, y ha sido genial porque nos preguntamos cosas que necesitamos, nos ayudamos, es una libre comunicación y una red de mujeres emprendedoras.
17. ¿Lo que estoy haciendo trasciende? ¿Podrá impactar a nuevas generaciones?
Creo que sí, cuando ya no esté en esta vida terrenal, varios seguirán con mis chaquetas, se acordarán de Ducky Black y querrán seguir mis pasos. Creo que hasta viejita, tal como lo hizo Viviennne Westwood, seguiré diseñando. Falta mucho por diseñar y crear.
18. ¿Cómo me veo en 10 años y cómo veo a futuro mi emprendimiento, mi empresa?
Como veo las cosas, en 10 años tendré más gente trabajando para mí, vendiendo en el exterior, viajando mucho. Las tiendas poco a poco se están volviendo más virtuales, pero yo siempre ofreceré el servicio personalizado. Para esa época espero tendré una tienda virtual hermosa que sea fácil de manejar con inteligencia artificial y muy consolidada con ventas a cualquier lugar del mundo.
19. ¿Qué papel han jugado mi familia y mis amigos?
Mi familia ha sido mi bastón, son los que han compartido lo bueno y lo malo. Ellos nunca se van y nunca juzgan, me dan buena energía para seguir adelante, son un apoyo incondicional. Los amigos son pocos, muchos se han ido a otro país. Creo que al principio de la marca sí fueron fundamentales porque iban a las ferias, a la tienda física a apoyarme, me compraban y daban a conocer mi marca en la ciudad.
20. Yo lo logré. ¿Ayudaría a otros emprendedores a que lo logren?
Sí, claro, podría contestar preguntas que tengan, contarles cómo logré hacer realidad la marca y cómo fui posicionándome en el camino, paso a paso, sin afán porque no sale bien.
21. ¿Qué papel jugó mi equipo? ¿Quién es?
Soy la diseñadora y creo el concepto. Cuento también con personas que me ayudan en la materialización de la idea, pero en su mayoría soy yo quien está al frente de todo el emprendimiento.
22. ¿Cuál es mi sello personal? ¿Qué me diferencia del resto?
Mi sello personal es la marquilla que pongo en el hombro de todas las chaquetas que hago y los herrajes contramarcados; ese detalle hace ver la prenda como un accesorio único y especial.
23. ¿Qué he aprendido de todo esto?
Han sido muchos aprendizajes. Con el paso del tiempo he entendido que aún sigo en el proceso de aprender y que todos los días debo proyectarme para mejorar la marca, revisar en qué estoy fallando y también alegrarme de los buenos momentos que he tenido en mi emprendimiento.
Si conoce historias de emprendedores y sus emprendimientos, escríbanos al correo de Edwin Bohórquez Aya (ebohorquez@elespectador.com) o al de Tatiana Gómez Fuentes (tgomez@elespectador.com). 👨🏻💻 🤓📚

Por Tatiana Gómez Fuentes
