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Cuando era reportero de temas de Bogotá me encontraba a diario con historias de pequeños empresarios con historias maravillosas: los que llegaron del campo y lograban convertirse en comerciantes de las plazas de mercado generando empleo, o los que heredaban el conocimiento de sus padres y en el barrio Restrepo montaban algún tipo de fábrica de zapatos en un garaje, los que aprendieron de sus hermanos mayores el oficio de la mecánica automotriz y se lanzaron por el negocio del mantenimiento de carros en el 7 de agosto, y así, de calle en calle se iban tejiendo grandes, pero sobre todo, auténticas historias. El señor de los muebles, la señora de los masajes, el vecino de la peluquería, la familia del ‘fruver’. Sí, esa es precisamente la población que compone ese 95 % de aparato productivo del país catalogado como micro, pequeñas y medinas empresas.
Por eso, en el marco de la celebración de las MiPymes, en este 27 de junio, recopilamos varias de las iniciativas que en el país se han construido para apoyar, acelerar y empujar la creación de plazas laborales, de fortalecimiento de negocios y de escalabilidad empresarial. Comencemos con la pequeña guía que construyó la gente del Politécnico Grancolombiano, liderados por el profesor Iván Tunjano, enfocada en conceptos básicos de finanzas que deberían conocer todos estos hacedores de negocios, sobre todo, aquellos que los han logrado sostener en el tiempo de manera empírica:
“Las cinco C del crédito: Conocer los factores que los prestamistas evalúan al otorgar crédito puede mejorar significativamente las oportunidades de acceso a financiamiento para las Mipymes: carácter, capacidad, capital, condiciones y colateral. El carácter se refiere al historial de pago y comportamiento crediticio, mientras que la capacidad evalúa la generación de efectivo y la relación deuda/ingreso. El capital aportado por los propietarios refleja compromiso y estabilidad financiera, y el colateral como garantía puede mejorar las condiciones del crédito. Además, las condiciones del sector económico y la gestión eficiente del crédito son clave para obtener financiamiento, ya que un análisis riguroso, pero rentable, es fundamental para el éxito financiero a largo plazo".
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“El flujo de caja libre: Es crucial para evaluar la salud financiera de las empresas. Este concepto abarca los ingresos y egresos relacionados directamente con las actividades empresariales, excluyendo movimientos financieros como el pago de deudas o dividendos a accionistas. Para construirlo, existen dos métodos principales: el directo, que registra las entradas y salidas de efectivo reales durante un período, y el indirecto, que parte de la utilidad operacional del estado de resultados, considerando aspectos como depreciación y amortización de activos. Comprender y aplicar estos métodos permite estimar su capacidad para generar efectivo, facilitando la evaluación de proyectos de inversión mediante herramientas como el Valor Presente Neto (VPN) y la Tasa Interna de Retorno (TIR)“.
“Indicadores financieros: El uso de indiciadores como EBITDA, ROA y ROE ofrece a las empresas una herramienta invaluable para evaluar su rendimiento financiero y tomar decisiones estratégicas fundamentadas en datos precisos, ya que ayudan a medir la eficiencia operativa y la rentabilidad de la empresa. Además, el proceso de contabilidad y análisis financiero es esencial para identificar fortalezas, debilidades, oportunidades y amenazas en la organización".
“Valor del dinero en el tiempo: Comprender cómo el valor del dinero cambia a lo largo del tiempo, es crucial para que las Mipymes tomen decisiones informadas. Por ejemplo, invertir en un proyecto hoy puede generar mayores beneficios en el futuro gracias al poder del interés compuesto. Se deben tener en cuenta factores económicos como la inflación, que aumenta el nivel general de precios con el tiempo, y la incertidumbre del futuro. Además, deben considerar el costo de oportunidad: los recursos utilizados hoy en una inversión podrían generar mayores beneficios en otra alternativa. La variación en la percepción del valor del dinero se expresa en términos de la tasa de interés".
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Pero desde el lado financiero también hay noticias. Por ejemplo, Bancamía, que es la entidad de la Fundación Microfinanzas BBVA, en lo corrido del año ha desembolsado más de $737.200 millones en microcréditos, un 36% más que en el mismo periodo de 2024. El objetivo, claro, es un negocio, finalmente es un banco, pero con su modelo que busca “derribar barreras de acceso al financiamiento formal”, ha logrado potenciar la atención presencial en las regiones, con herramientas digitales y educación financiera para que las personas que están creando empresa no se vean obligadas a acudir a los llamados gota a gota, sino al sistema financiero formal.
Esa entidad atiende a “más de 186.000 microempresarios en los 32 departamentos del país. De este total, un 56% son mujeres, el 42% vive en zonas rurales, el 78% es vulnerable económicamente y un 37 % solo cuenta con educación primaria”, detalla la entidad.
Visto en la realidad y con un caso puntual, se lee así: Luisa Zapata, una modista de 30 años (nacida en Medellín) y madre de dos niños, creó junto a su esposo su propia marca de confecciones, Emluja. Al comienzo, Luisa dependía de préstamos gota a gota con tasas elevadas que afectaban su negocio. Pero su rumbo cambió cuando accedió a un microcrédito formal con Bancamía, bajo la línea de Economía Popular. Este primer préstamo le permitió invertir en maquinaria e incrementar la producción de prendas como chaquetas en nylon, algodón, supernylon, entre otros materiales. Luego, un segundo crédito le dio la oportunidad de fortalecer su negocio y el proceso de corte para elaborar prendas funcionales, con el fin de llevar este material a unidades satélites cercanas, que dan trabajo a madres cabeza de familia, cuenta el banco. “Confiaron en mí cuando nadie más lo hizo. Hoy tengo una empresa, empleo a otras mujeres y sigo soñando en grande”, dice Luisa, quien ahora produce hasta 400 chaquetas por semana en su taller del barrio Restrepo, de Bogotá.
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Y a mayor escala, varios de los programas de la Fundación Bolívar Davivienda quien, según sus propios números, con el que se llama Emprende País Mujer, "ha beneficiado a 17 Pymes lideradas por mujeres que hoy generan más de 1.300 empleos directos y venden 140MM de pesos anuales. O, en el más amplio, el conocido como “Emprende País”, pues registran que "durante más de 14 años" han facilitado “conexiones valiosas para que los empresarios sigan siendo motor de desarrollo en el país” pues lograron “un impacto significativo”: han “acompañado a cerca de 700 empresas colombianas que hoy generan más de 43.000 empleos directos y venden más de $7 billones de pesos anuales”.
¿Qué es lo que hacen allí? Mucho acompañamiento y horas de capacitación, con “talleres de formación a directivas y gerentes en áreas estratégicas para el crecimiento rentable y sostenible de la Pyme, liderados por destacados consultores y emprendedores con amplia experiencia en áreas comerciales, administrativas, comunicación, mercadeo, sostenibilidad, estrategia, finanzas y alta gerencia”.
Casos y más casos enfocados en las micro, pequeñas y medianas empresas, tantos como negocios mismos hay en Colombia. Al final, son todas ellas las que sostienen la mayor cantidad de empleados en el país, pues aunque usted no lo crea, el gran tejido empresarial nacional está conformado por, si se vale la analogía, pequeñas hormigas incansables y trabajadoras que lo único que quieren es, como me lo decían cada vez que hablaba con ellos en los tiempos de la reportería en localidad, “salir adelante” para construir un mejor futuro para ellos y sus familias.
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