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Ella creó una marca de accesorios tejidos a mano por madres cabeza de familia

Este emprendimiento trabaja con materiales como la mostacilla, el miyuki (cristal japonés), los cristales de murano y las piezas en bronce con baño en oro y plata, todas elaboradas por joyeros expertos en el arte de la orfebrería.

12 de julio de 2022 - 02:00 p. m.
Un emprendimiento que genera empleo a madres cabeza de familia.
Un emprendimiento que genera empleo a madres cabeza de familia.
Foto: Cortesía

“Carolina Salazar Accesorios, es una marca colombiana que se dedica a fabricar y comercializar joyas y accesorios para mujer. Hoy en día trabajan en la producción de ellos más de 30 personas y en nuestro equipo de ventas, mercadeo y administrativo, somos 8 personas más. Durante los últimos 5 años hemos exportado a más de 14 países como Australia, Bolivia, Canadá, Chile, Costa Rica, Ecuador, Estados Unidos, El Salvador, Francia, México, Panamá, Perú, República Dominicana y Suiza.

Durante el 2017 vendimos más de 3.500 productos y en el 2021 superamos este número con 11.000 accesorios más, es decir que nuestras ventas se han triplicado en los últimos 5 años, sin embargo, en 2020 vendimos apenas el 33% de lo que habíamos vendido en el año anterior, a causa de la pandemia”, así va contándolo Carolina Salazar, la emprendedora detrás de esta idea de negocio. Hablamos con ella en 23 preguntas para emprendedores y sus emprendimientos y esta es su historia:

1. ¿Cuántos años tengo? ¿Qué estudié?

Tengo 35 años; estudié Comunicación Social en la Javeriana y me especialicé en Mercadeo Estratégico en el CESA. Hice un diplomado de Marketing Digital en EAFIT y constantemente me estoy actualizando en temas relacionados con redes sociales, mercadeo y administración de empresas.

2. ¿Cuál fue mi idea y cuándo nació? ¿Qué fue lo que creé?

Nuestra empresa se dedica a fabricar y comercializar accesorios de bisutería para mujer (anillos, aretes, cadenas, collares, pulseras entre otros).

Todo empezó en el 2005 cuando estaba estudiando tercer semestre de Comunicación Social en la Javeriana y quería hacer unos collares para mí, por lo que me fui con mi mamá a comprar insumos y revistas para aprender a hacer bisutería. Me empezó a apasionar el diseño de accesorios y sin darme cuenta empecé a venderlos a mis familiares y amigas.

3. ¿Cómo logré hacerla realidad y llevarla a los hechos?

Inicié mi negocio cuando tenía 19 años y durante mucho tiempo veía esta idea como un hobbie que me daba ingresos extra. Trabajé casi 8 años en mi profesión, estaba enfocada en mi carrera profesional y solamente hasta el 2017 decidí dedicarme 100% a mi negocio.

Aunque antes participaba en algunas ferias de emprendimiento, tener más disponibilidad de tiempo me permitió buscar nuevos escenarios para posicionar la marca, concentrarme en mis redes sociales y empezar a exportar.

Si está buscando más historias de emprendimientos, sus creadores y creadoras están aquí, en Emprendimiento y liderazgo de El Espectador.

4. ¿De dónde saqué la plata para ponerla a andar y cómo la pagué?

La primera vez que compré insumos lo hice con los ahorros de mis mesadas, invertí unos $500.000 pesos; luego volvía a invertir el dinero que ganaba de las ventas de los productos.

5. ¿Qué estoy logrando con mi emprendimiento? ¿Qué estoy cambiando con mi idea?

Más allá de tener un negocio rentable, lo que más me llena de satisfacción es poder generar empleo, ingresos y oportunidades para todas las personas que de manera directa o indirecta trabajan en nuestra empresa, ya sea en producción, en la parte administrativa o en comercialización. En este momento vienen siendo más de 50 personas y espero que poco a poco sean muchísimas más.

Adicional a esto, siempre he visto en los accesorios el complemento perfecto para las mujeres; no importa si eres alta o bajita, delgada o acuerpada unos buenos accesorios siempre harán que todas las mujeres nos veamos y sintamos hermosas. Ver a mis clientas felices luciendo nuestros diseños, me hace feliz.

6. ¿Soy feliz?

Sí. En agosto del año pasado tomé la atrevida decisión de abrir local, cuando aún la economía colombiana estaba golpeada por la pandemia y ha sido una época de muchos sacrificios, largas jornadas de trabajo, no descansar domingos ni festivos, celebrar los días de buenas ventas, mirar qué estrategias implementar en épocas de bajas en ventas, pero haciendo un balance general, me llena hacer lo que hago y sobre todo generar oportunidades y empleo haciendo lo que me gusta.

7. ¿Vendería mi emprendimiento, mi empresa?

Ni loca. Es lo que me apasiona y no sabría a qué dedicarme si lo hiciera. No me veo regresando al mundo corporativo, no es lo mío. Amo diseñar, vender, hacer mercadeo para mi marca. Algunas veces me han propuesto que venda una franquicia y aunque aún no lo he hecho, podría ser una posibilidad para seguir expandiendo la marca.

8. ¿Qué tan duro fue para mí emprender?

Es muy duro pero a la vez es retador y gratificante. Desde que la empresa inició, siempre he creído que es mejor ser legal, pagar impuestos, hacer todo como debe ser. En un país como Colombia donde se pagan tantos impuestos no es nada fácil hacer empresa hay mucha evasión de impuestos y empresas (de todos los sectores no solamente mis competidores) que evaden impuestos y pueden dar mejores precios.

Adicional a eso he tenido caídas, las bajas en ventas durante la pandemia dependían de ferias y no hubo eventos como estos durante 10 meses.

Por confiar en la gente a veces me han robado, pero bueno todas esas experiencias hacen parte del aprendizaje que se requiere para seguir creciendo y me han enseñado que no importa tanto el golpe, sino saber levantarse y seguir adelante.

9. ¿Cumplí mi sueño? ¿Qué me hace falta?

Sí, he ido cumpliendo poco a poco y con gran esfuerzo cada uno de mis sueños. Me gustaría llegar a más países y de pronto en un par de años evaluar la posibilidad de abrir otro punto de venta.

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10. ¿Y ahora qué? ¿Qué sigue?

Por ahora seguir fortaleciendo nuestro punto de venta físico y seguirle trabajando mucho a las ventas online, estas fueron mi salvavidas durante la pandemia y donde creo que en gran parte está el futuro de las empresas.

11. ¿Mi emprendimiento es escalable?

Si, lo es. En el segundo año, cuando me dediqué de lleno a mi empresa (2018) tuve un crecimiento en ventas del 262% respecto al 2017, al siguiente año (2019) crecí un 134%.

En el 2020 la pandemia afectó muchísimo las ventas pues dependía en gran parte de las ferias y aunque le trabajamos mucho a las ventas online, nuestras ventas bajaron un 67%.

En el 2021 con la apertura del local, con la reactivación de las ferias y de las exportaciones logramos recuperar y duplicar las ventas que habíamos tenido en el 2019. Este año proyectamos tener un aumento del 15% respecto a las ventas de 2021.

12. Para crecer, ¿recibiría inversión de un desconocido? ¿Le cedería parte de mi empresa?

No, siempre he buscado que toda la inversión se pague con el flujo de caja del negocio.

13. ¿Qué no volvería a hacer?

Vender en consignación. Nunca vendería para que paguen contra entrega (aunque a otros negocios les funcione me parece muy desgastante es perder tiempo y dinero), y por supuesto dar papaya, aunque hay que confiar en la gente también hay que ir un paso delante de los vivos.

14. ¿Quién me inspiró? ¿A quién me gustaría seguir?

Empresarios como Arturo Calle, Mario Hernandez o Camila Orrego, que es más joven que yo y está revolucionando el mercado del maquillaje con su empresa Trendy Shop, son grandes modelos a seguir.

15. ¿Fracasé en algún momento? ¿Pensé en tirar la toalla?

Claro, no creería que existan emprendedores o empresarios que nunca hayan fracasado. He hecho negocios que finalmente no fueron rentables, fui una vez a una feria que fue un fiasco, no asistió mucha gente y lo que vendí no alcanzó ni para recuperar el valor del costoso stand.

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16. ¿Hago parte de algún tipo de comunidad que me ayuda en este camino de emprender?

Tengo muchos amigos y conocidos emprendedores, no tenemos una comunidad como tal, pero muchas veces cuando tenemos dudas sobre algo nos ayudamos, también nos desahogamos y aconsejamos.

17. ¿Lo que estoy haciendo trasciende? ¿Podrá impactar a nuevas generaciones?

No tengo hijos aún y no sé si los vaya a tener, pero soñaría con que mi proyecto de vida y todo lo que he trabajado estos años pueda ser también el trabajo de nuevas generaciones.

18. ¿Cómo me veo en 10 años y cómo veo a futuro mi emprendimiento, mi empresa?

Me veo generando cada vez más empleo, haciendo país, exportando el talento de nuestros artesanos a varios países alrededor del mundo.

19. ¿Qué papel han jugado mi familia y mis amigos?

Mi familia ha sido un apoyo fundamental en el crecimiento y mantenimiento de la empresa. Mi papá es el encargado junto con los contadores de revisar toda la parte de impuestos, egresos, ingresos y todos los requerimientos legales de la empresa.

Mi mamá es mi mano derecha, mi conciencia, la que me dice “tu puedes” aún cuando eventualmente hemos tenido dificultades. Ella es la encargada de administrar conmigo el local, está pendiente de las vendedoras, de que atiendan bien, me ayuda a revisar la calidad de los productos cuando llegan del taller y entre las dos planeamos las producciones de nuevas colecciones.

Mi hermano, aunque vive lejos siempre me apoya. Mis amigas me apoyan recomendando la marca, viniendo al local o a las ferias a comprar.

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20. Yo lo logré. ¿Ayudaría a otros emprendedores a que lo logren?

Si, de hecho he ayudado a varios amigos y conocidos emprendedores cuando necesitan comenzar a exportar, empezar a vender online, por redes o si tienen dudas de participar o no en una feria.

21. ¿Qué papel jugó mi equipo? ¿Quién es?

Mi equipo son mi mamá, mi papá, mis vendedoras, las personas encargadas de la producción de los accesorios, la agencia que me ayuda con redes sociales y mis contadores. Todos tienen un rol y unas responsabilidades que debemos cumplir, para que la empresa siga manteniéndose y creciendo.

22. ¿Cuál es mi sello personal? ¿Qué me diferencia del resto?

La pasión con la que hago las cosas. Siempre estoy buscando innovar, tener nuevos diseños. Escucho mucho a mis clientes y sacamos colecciones y nuevos productos teniendo en cuenta sus necesidades. No se trata de vender por vender, sino de hacer felices a las mujeres con nuestros accesorios.

23. ¿Qué he aprendido de todo esto?

He aprendido a manejar personal, a perfeccionar nuestros procesos de producción para mejorar la calidad de nuestros productos y a atender clientes (aunque no siempre es fácil).

He aprendido también muchísimo del mercadeo, redes sociales, ventas online y ventas en punto físico. Pero lo más importante es que he crecido como persona, he aprendido a no rendirme ante las dificultades y siempre luchar por lo que quiero.

Si conoce historias de emprendedores y sus emprendimientos, escríbanos al correo de Edwin Bohórquez Aya (ebohorquez@elespectador.com) o al de Tatiana Gómez Fuentes (tgomez@elespectador.com). 👨🏻‍💻 🤓📚

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