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Su idea fue cambiar la vida de las mujeres a través de la educación y lo logró

Laboratoria no solo forma a las mujeres en tecnología, programación y diseño web, además les consigue trabajo en el sector. Tienen una tasa de empleabilidad de casi el 87%.

Edwin Bohorquez Aya
26 de enero de 2023 - 09:00 p. m.
Gabriela Rocha, cofundadora y directora ejecutiva de la organización Laboratoria.
Gabriela Rocha, cofundadora y directora ejecutiva de la organización Laboratoria.
Foto: Cortesía

Esta es una de esas historias inspiradoras por el impacto que genera y siempre estará mejor contada en las propias palabras de su protagonista: “Hemos formado 3.000 mujeres en seis países de América Latina (Perú, Ecuador, Colombia, Chile, México y Brasil) y el 87% de nuestras estudiantes inician sus carreras en tecnología una vez que egresan del programa. Estas mujeres muestran que el talento está en toda parte y que solo necesitan una oportunidad para brillar. Me enorgullece saber que ellas están cambiando la cara de la industria tech en Latinoamérica, con más de 1.100 empresas en la región que han contratado estudiantes de Laboratoria”, cuenta Gabriela Rocha, cofundadora y directora ejecutiva de la organización, quien respondió nuestras 23 preguntas para emprendedores y sus emprendimientos:

1. ¿Cuántos años tengo? ¿Qué estudié?

Soy Gabriela Rocha. Tengo 37 años y estudié Psicología en Boston College y tengo una Maestría en Administración Pública y Desarrollo Internacional de la Universidad de Columbia en Nueva York.

2. ¿Cuál fue mi idea y cuándo nació? ¿Qué fue lo que creé?

Laboratoria es un emprendimiento social que impulsa mujeres que sueñan con un futuro mejor a comenzar y crecer carreras transformadoras en tecnología. La idea inicial fue de Mariana, mi socia, y nació en el 2014 en Perú. junto con Rodulfo Prieto y Herman Marin fundaron Ayu, una agencia web, y al empezar a construir el equipo, se dieron cuenta de que había un déficit de desarrolladores web y que la gran mayoría de los candidatos eran hombres. Además, muchos carecían de un título universitario. Cuando vimos esa falta de diversidad en el sector, y la gran oportunidad que representaba para mujeres que no tenían acceso a oportunidades de educación de calidad, decidimos transformar esa realidad, y ese proyecto se convirtió en Laboratoria. Empezamos con un piloto de 15 mujeres peruanas que querían transformar sus futuros y rápidamente nos expandimos a otros países de latinoamérica.

3. ¿Cómo logré hacerla realidad y llevarla a los hechos?

Empecé Laboratoria en México, a los pocos meses de haber hecho el piloto en Lima, con un grupo de 25 mujeres sin preparación en tecnología y sin posibilidad de pagar una educación superior de calidad. Nuestro objetivo era convertirlas en desarrolladoras web y conseguirles un trabajo en el sector digital. Recibieron clases intensivas de programación, complementado por un programa de desarrollo de habilidades blandas, de forma presencial, por pocos meses. Estábamos recién empezando, aprendiendo en el camino, pero sabíamos que la idea era poderosa y que si aprendíamos rápido y nos manteníamos fieles a nuestra misión, podría hacerse realidad. Siempre digo que me siento muy agradecida con estas 25 mujeres que confiaron en Laboratoria cuando todavía estábamos probando la idea.

4. ¿De dónde saqué la plata para ponerla a andar y cómo la pagué?

Al inicio, decidí usar ahorros de mi trabajo anterior para poder fondear los primeros meses del programa. Tenía la convicción de que si lográbamos demostrar que Laboratoria era posible, en la práctica, más personas y organizaciones estarían dispuestas a apoyarnos. Y así fue. Mientras corríamos el primer bootcamp, lanzamos una campaña de crowdfunding para levantar una primera ronda de fondos. Más de 200 personas se sumaron a la causa. Unos meses después recibimos nuestro primer ‘grant’ institucional de la Fundación AT&T y el conjunto de esos apoyos nos permitió dar continuidad al programa. Hoy, Laboratoria tiene diversos aliados que comparten nuestra visión y apuestan por cerrar la brecha de género en tecnología. Entre ellos están, a nivel global, Google.org, USAID, BID Lab, Citi Foundation, y BlackRock. También, el aporte de las estudiantes una vez que empiezan a trabajar, y la contribución de empresas que contratan talento en Laboratoria son fundamentales para que Laboratoria pueda seguir creciendo y ser sostenible en el tiempo.

5. ¿Qué estoy logrando con mi emprendimiento? ¿Qué estoy cambiando con mi idea?

Hemos formado 3.000 mujeres en seis países de América Latina (Perú, Ecuador, Colombia, Chile, México y Brasil) y, el 87% de nuestras estudiantes inician sus carreras en tecnología una vez que egresan del programa. Estas mujeres muestran que el talento está en toda parte y que solo necesitan una oportunidad para brillar. Me enorgullece saber que ellas están cambiando la cara de la industria tech en Latinoamérica, con más de 1.100 empresas en la región que han contratado estudiantes de Laboratoria.

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6. ¿Soy feliz?

Sí, muy! Me siento afortunada de trabajar con algo que le da propósito a mi vida, y poder hacerlo acompañada y apoyada por mi familia. Con Laboratoria, no solo aprendo constantemente trabajando de la mano con personas brillantes y apasionadas, sino que también me inspira saber que es posible hacer frente a los problemas sociales que existen. Podemos cambiar las cosas, solo hay que querer hacerlo.

7. ¿Vendería mi emprendimiento, mi empresa?

Laboratoria es una organización sin fines de lucro, y por ende no hay dueños. Seguimos muy comprometidos con nuestra visión y con impulsar esta organización adelante. En estos 8 años de experiencia, hemos aprendido mucho en el camino, y estamos en un momento de crecimiento acelerado. Todavía tenemos planes ambiciosos y queremos hacerlos realidad.

8. ¿Qué tan duro fue para mí emprender?

Fui afortunada de tener personas que me apoyaron y me hicieron sentir respaldadas en mi decisión de emprender. Fue riesgoso y había una parte de mi que tenía miedo de que si no funcionara, tendría que volver a empezar de cero. Pero también sabía que Laboratoria era demasiado única y que yo no podía dejar pasar la oportunidad de impulsar un proyecto tan importante. Tuvo sus momentos difíciles, pero fue la mejor decisión que pude haber tomado y lo haría todo mil veces más.

9. ¿Cumplí mi sueño? ¿Qué me hace falta?

Lo estoy cumpliendo. Ver a las mujeres que pasan por el programa no solo transformando sus vidas y la de sus familias y entorno, sino también rompiendo paradigmas sobre lo que representa el talento femenino, me inspira todos los días.

10. ¿Y ahora qué? ¿Qué sigue?

Laboratoria ha logrado mucho en estos 8 años de existencia, pero sabemos que puede aún más. Estamos trabajando para poder impactar a más mujeres en el programa, abrir fronteras y poder recibir mujeres de todos los rincones de Latinoamérica y proveer talento para todas las principales empresas y organizaciones de la región. Después de varios años de resultados sólidos, podemos decir con confianza que Laboratoria está para quedarse, así como las mujeres en el mundo de la tecnología.

11. ¿Mi emprendimiento es escalable?´

Totalmente. El bootcamp de Laboratoria ha crecido a vários países, atiende a mujeres de múltiples nacionalidades, y puede triplicarse en tamaño hasta el 2025. También ampliaremos nuestra oferta educativa para formar diversos perfiles y poder llegar a más empresas.

12. Para crecer, ¿recibiría inversión de un desconocido? ¿Le cedería parte de mi empresa?

En Laboratoria, todos del equipo tenemos un sentido de responsabilidad muy grande con la organización. Eso implica, entre muchas cosas, ser responsables con nuestra gestión financiera, conociendo a profundidad nuestros aliados y donantes, y asegurando que el crecimiento de la organización no perjudique ni la calidad ni la sostenibilidad del programa. Sabemos que hay innumerables donantes en todo el mundo que buscan organizaciones que sean así: responsables, que valoren la calidad y que tengan un impacto social positivo.

13. ¿Qué no volvería a hacer?

En Laboratoria creemos mucho en la experimentación, en arriesgarnos de manera responsable para crecer. De los errores también se aprende, por lo que creo que todo nos ha llevado a donde estamos hoy.

14. ¿Quién me inspiró? ¿A quién me gustaría seguir?

En los inicios de Laboratoria, las líderes del movimiento de Mujeres en Tecnología como Kimberly Bryant (Black Girls Code) y Reshma Saujani (Girls Who Code) tuvieron una influencia importante. Sal Khan con su libro The One World Schoolhouse impactó profundamente en el valor que decidimos dar a un modelo educativo innovador en el bootcamp. Además, como emprendedora y líder, me inspira el trabajo de algunas personas en particular. Autores como Paulo Freire, feministas como Simone de Beauvoir y activistas por la educación de las mujeres como Malala Yousafzai, así como mujeres fuertes que he tenido el honor de tener cerca en mi vida, han sido fuentes constantes de inspiración para mi trabajo y mi vida.

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Muchas veces. Creo que a todos nos pasa, pero con el tiempo he desarrollado mayor resiliencia en momentos difíciles. Aunque las cosas no me resbalan fácilmente y realmente sufro cuando vivo momentos difíciles, soy a la vez optimista, positiva, y la que muchas veces ve la luz en situaciones oscuras. Me enfoco en eso para salir adelante y buscar que las crisis se vuelvan oportunidades para aprender y crecer.

16. ¿Hago parte de algún tipo de comunidad que me ayuda en este camino de emprender?

Soy parte de algunas comunidades de emprendedores que me hacen sentir acompañada y de quienes aprendo mucho, como Latitud y Colectivo Jaguara. Pero mi tribu, mi familia, mi hogar, sin quienes no hubiera sido posible emprender, son mis socios, Mariana y Rodulfo. Nos guiamos cuando uno se desvía, nos inspiramos cuando uno se desmotiva, y nos empujamos a ser cada vez mejores, siempre. La mejor decisión que tomé fue emprender en sociedad.

17. ¿Lo que estoy haciendo trasciende? ¿Podrá impactar a nuevas generaciones?

Estoy segura que sí. Estamos impulsando a las mujeres a entrar a un mundo con grandes oportunidades. Hoy sabemos que las graduadas de la región que se encuentran trabajando perciben un ingreso adicional de $7,050 USD después de un año de trabajo y $35,310 USD después de 5 años, en comparación con lo que hubieran recibido sin Laboratoria. Además de los impactos económicos, hemos podido identificar las distintas dimensiones a través de las cuales Laboratoria ha cambiado no sólo la vida de quienes pasan por el programa, sino también la de las comunidades que las rodean, a un nivel individual, en la industria y en la sociedad en su conjunto.

18. ¿Cómo me veo en 10 años y cómo veo a futuro mi emprendimiento, mi empresa?

Me encantaría poder mirar hacia atrás en 10 años y sentir que mi trabajo hizo la diferencia en la vida de las mujeres en Latinoamérica. Que la condición de las mujeres en la región haya mejorado a raíz de nuevas oportunidades que hayan sido posibles, en parte, por el trabajo de Laboratoria. Espero también poder inspirar a otros jóvenes a que dediquen sus carreras profesionales a resolver los tantos problemas sociales que tenemos, y que sientan que vale la pena hacerlo.

En los próximos años, Laboratoria seguirá capacitando a miles de mujeres en la región, mediante un programa totalmente remoto, para trabajar y crecer en el sector de tecnología. A través del bootcamp, queremos revertir las desventajas que las mujeres de menores oportunidades han enfrentado para acceder a trabajos de calidad en la creciente economía digital, y así contribuir a construir un futuro más equitativo en la región. Más mujeres trabajando en tecnología significa más mujeres construyendo el futuro de nuestra región.

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19. ¿Qué papel han jugado mi familia y mis amigos?

Han sido fundamentales en mi carrera y en mi desarrollo personal y profesional. Me inculcaron los valores que me han guiado a lo largo de la vida, y creyeron en mí antes de que yo misma lo hiciera. Mi familia escogida, mi marido y mi hija, no solo me apoyan si no que me han dado, además, los momentos más felices de toda mi vida. Mi hija me motiva a estar a la altura de mis convicciones, y soy afortunada de tener amigos que me acompañan, en las buenas y en las malas, llenando mi alma con su compañía.

20. Yo lo logré. ¿Ayudaría a otros emprendedores a que lo logren?

Claro que sí. Me encantaría apoyar e inspirar a las nuevas generaciones. Nuestras lecciones seguramente podrán ayudar a que otras personas no lo tengan que vivir en piel propia y más bien puedan aprender de nuestros errores.

21. ¿Qué papel jugó mi equipo? ¿Quién es?

Nada en Laboratoria hubiera sido posible sin el equipo maravilloso que tenemos. Empezamos en equipo, crecimos como equipo y seguiremos construyendo este sueño juntos. Somos más de 120 personas de más de 12 nacionalidades, en su gran mayoría, latinoamericanos, dedicados incansablemente por impulsar la misión de Laboratoria y cambiar la realidad para miles de mujeres en nuestra región.

22. ¿Cuál es mi sello personal? ¿Qué me diferencia del resto?

No lo sé, creo que no soy la mejor persona para responder esto. Pero ojalá me conozcan y me recuerden como alguien verdadera y alegre. Ojalá mi trabajo y mis relaciones demuestran que es posible ser empática y fuerte a la vez, y que se puede liderar con propósito.

23. ¿Qué he aprendido de todo esto?

Aprendí demasiadas cosas muy valiosas. En lo personal, aprendí a ser una líder auténtica, humana y efectiva, gracias a lo que venimos construyendo en Laboratoria. A nivel más sistémico, he aprendido que los cambios trascendentales que podrían parecer imposibles, se pueden lograr. La educación del pasado no tiene por qué ser la educación del futuro. La condición de la mujer del pasado, y del presente no tiene por qué ser la misma en el futuro. Es posible generar el cambio que queremos ver. Laboratoria lo demuestra todos los días.

Si conoce historias de emprendedores y sus emprendimientos, escríbanos al correo de Edwin Bohórquez Aya (ebohorquez@elespectador.com) o al de Tatiana Gómez Fuentes (tgomez@elespectador.com). 👨🏻‍💻 🤓📚

Edwin Bohorquez Aya

Por Edwin Bohorquez Aya

Comunicador social-periodista. MBA Inalde Business School. Premio Iberoamericano de Periodismo Económico IE Business School, Madrid (España). Premio a Mejor trabajo periodístico de Analdex, categoría prensa@EdwinBohorquezAebohorquez@elespectador.com

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