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Una cuna de cartón adaptada para los bebés colombianos

Esta es la historia de una emprendedora social que trajo un modelo finlandés al país con la idea de reducir la tasa de mortalidad materna, muertes evitables de recién nacidos y de niños menores de cinco años. También ayudan a garantizar el acceso a los servicios de salud sexual y reproductiva.

Redacción Emprendimiento y Liderazgo
06 de septiembre de 2021 - 10:31 p. m.
Camila Cooper, de la Fundacíon Fruto Bendito, trabaja con el fin de lograr el Objetivo de Desarrollo sostenible de Salud y Bienestar.
Camila Cooper, de la Fundacíon Fruto Bendito, trabaja con el fin de lograr el Objetivo de Desarrollo sostenible de Salud y Bienestar.
Foto: Cortesía

“Queremos generar igualdad desde el nacimiento y dignificar la vida, de los bebés y sus familias”. “Queremos brindar oportunidades de educación, empleabilidad y emprendimiento a las familias o cuidadores que están alrededor de ese bebé”. “Hemos entregado 6.500 cunas en más de 20 ciudades y municipios del país”. Así va resumiendo, poco a poco, Camila Cooper cuando habla de su emprendimiento, una fundación que le apuesta a la primera infancia porque tienen el más alto retorno sobre la inversión.

En 23 preguntas para emprendedores y sus emprendimientos nos relata cómo nació todo, cómo cambió su vida, quiénes han entrado a jugar un papel fundamental y cuáles son los sueños que mantiene vigentes ahora más que nunca porque hasta su esposo entró a trabajar en esta labor social.

1. ¿Cuántos años tengo? ¿Qué estudié?

34 años. Estudié Comunicación Social-Periodismo y en medio de la pandemia Magíster en Asesoría Familiar y Gestión De Programas para la Familia

2. ¿Cuál fue mi idea y cuándo nació? ¿Qué fue lo que creé?

Con la llegada de mi primer hijo, Gabriel, en 2016 no quise renunciar a mis roles de mujer, madre y emprendedora social, así fue como trabajando con mi esposo, adaptamos una tradición finlandesa con 80 años de validación (las cunas de cartón), recibimos el reconocimiento de Marca País y con una médica científica, la Dra. Julieta Villegas, las adaptamos a las necesidades de nuestro país.

Un programa de educación que protege a la primera infancia y oportunidades para generar entornos seguros con sus familiares. Las cunas son un contenedor de oportunidades. Son cunas certificadas, aptas para bebés, impresas con tintas orgánicas en cartón corrugado, bajo la modalidad uno a uno, vendemos una cuna con su espuma y su protector a familias ecológicas y donamos una cuna idéntica a familias vulnerables. Dignificamos la vida desde el nacimiento y generamos un comienzo seguro. Por eso nuestro #IgualesconAmor

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3. ¿Cómo logré hacerla realidad y llevarla a los hechos?

La vulnerabilidad de mi hijo me dio fuerza para no dejarlo después de que cumplí mi licencia de maternidad y debía regresar a trabajar, decidí renunciar y apostarle a un sueño universitario, construir una empresa social. Yo siempre seré la primera soñadora y los grandes logros los hemos obtenido por todo el equipo y las personas que creen en nuestro propósito. El apoyo de mi esposo, Óscar Eduardo Bejarano Cabrera, fue fundamental, que aceptara mi renuncia, que fuera el proveedor total de nuestro hogar por cuatro años y que viera el potencial en nuestras cunas, ha sido clave en este proceso de emprender en familia. Y el apoyo de mi padres que fueron creyentes de este proyecto y mis primeros mentores.

4. ¿De dónde saqué la plata para ponerla a andar y cómo la pague?

Mi mamá me hizo el primer préstamo para la primera producción de cunas. A los seis meses pagamos la deuda y llegamos al punto de equilibrio.

5. ¿Qué estoy logrando con mi emprendimiento? ¿Qué estoy cambiando con mi idea?

Con nuestros planes organizacionales, por un lado, el de protección, le apostamos al Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) de Salud y Bienestar. Tenemos el programa de los 1000 días donde estamos convencidos que es mejor prevenir que ir a curar más adelante. Por eso, la importancia de invertir en la primera infancia pues, según la OMS y Unicef, es la etapa de la vida que genera mayor retorno de inversión y adicionalmente le cuesta menos al Estado. Y con nuestros proyectos de Cunas con amor y Plan Bendito, nuestro programa de educación, le aportamos a la meta de reducir la la tasa de mortalidad materna, muertes evitables de recién nacidos y de niños menores de cinco años y garantizar el acceso a los servicios de salud sexual y reproductiva. Adicionalmente promovemos la lactancia materna y la crianza positiva. Por el otro lado, el plan de Entorno seguro, donde le apostamos al ODS Fin de la pobreza. Queremos brindar oportunidades de educación, empleabilidad y emprendimiento a las familias o cuidadores que están alrededor de ese bebé. Básicamente es lograr lo que estamos viviendo en la actualidad con mi esposo Óscar. Sin saberlo y era mi gran sueño, Óscar renunció, tres meses antes del COVID, a sus 20 años de trabajo en agencias y se sumó como Director de Socios y Estrategia Digital a la fundación Fruto Bendito, hoy podemos estar tiempo completo educando a nuestros hijos, siendo productivos, viviendo la paridad de la maternidad y la paternidad. Es como una obra de teatro. Los dos somos profesores porque nos gusta compartir e inspirar con lo que hemos logrado. Cuando yo estoy en clase, él está con los dos niños, les hace la comida, le cambia el pañal a Pedro. En las mañanas estamos juntos en reuniones y todo nuestro día es rotando posiciones y pasándonos la pelota para marcar el gol de impactar nuestro país ¿Qué estoy cambiando con mi idea? Queremos generar igualdad desde el nacimiento y dignificar la vida, de los bebés y sus familias. Somos #IgualesconAmor. Hemos entregado 6.500 cunas en más de 20 ciudades y municipios del país. Trabajamos con lideresas y líderes sociales de toda Colombia. Hemos sumado influenciadores que se han convertido en embajadores de amor, ellos nos ayudan a derribar el paradigma del cartón y que pueda suceder como pasa desde hace 80 años en Finlandia, cada familia espera su cuna de cartón. Le apostamos a convertirlo en un tema de salud pública desde el Gobierno y que cada familia reciba su cuna, el plan de educación y el acompañamiento.

6. ¿Soy feliz?

Soy plenamente feliz. Cada día me levanto y doy gracias a Dios porque tengo la vida que soñé de pequeña. Soy mamá de tiempo completo, toda mi energía y conocimiento está enfocada en lograr oportunidades para las familias de Colombia. Comparto este sueño con mi esposo y elegí vivir tomando riesgos y luchando por imposibles que me alimentan el corazón.

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7. ¿Vendería mi emprendimiento, mi empresa?

Hace poco me enviaron un documental sobre un modelo de negocio que nace en Alemania, si no me equivoco, Las empresas con propósito de Propiedad Responsable y esa soy yo, que Fruto Bendito siempre cuide su misión, proteger a la primera infancia brindándoles seguridad y trabajando articulados con sus familias y/o cuidadores para construir entornos de bienestar. No es Camila Cooper, es el impacto lo que verdaderamente importa, así que todas las oportunidades que se generen en pro de ese impacto siempre serán bienvenidas.

8. ¿Qué tan duro fue para mí emprender?

Fue muy retador. Estoy apasionada con la investigación de Brené Brown sobre la vulnerabilidad porque de eso se trata. Claro que da miedo, pero cuando saltas a ese campo de batalla y sientes esa adrenalina por tus venas y pones todos tus esfuerzos y al final la recompensa son sonrisas de familias que agradecen un conocimiento o un acto de esperanza, todo vale la pena. Con ella, entendí que ser vulnerable es un paso para ir alcanzando lo que me llena y me genera felicidad. Desde el día que decidí renunciar para estar con Gabriel, yo sabía que quería ayudar a otros, y a medida que fuimos, con mi esposo, construyendo el qué y el cómo, yo veía el futuro de Fruto Bendito y en ese orden, cuando sabes que hay una visión, que ha hoy muy juiciosos y con una experta, establecida, Ser para el año 2024 la organización referente Colombiana en protección infantil que desarrolla proyectos innovadores y efectivos con un abordaje integral del niño, padres y cuidadores, en ese momento era replicar lo que yo estaba viviendo, los retos por más complejos que sean, son una gasolina que nunca se acaba.

9. ¿Cumplí mi sueño? ¿Qué me hace falta?

Desde el día que vi a Gabriel tan pequeño, tan vulnerable y pude quedarme a su lado. Desde el día que mi esposo dejó de ser infeliz en su trabajo, de vivir con tanto estrés y pudo estar conmigo disfrutando a sus hijos. Desde el día que juntos vivimos económicamente de servir a otros y apostarle a nuestra Colombia. ¿Qué me hace falta? Seguir trabajando, seguir construyendo alianzas público-privado para cumplir nuestra visión y nuestra misión. Seguir dando pasos para reducir la brecha de inequidad en la región de latinoamérica.

10. ¿Y ahora qué? ¿Qué sigue?

Con la asesoría de Sandra Giraldo, experta en Cooperación Internacional, estamos haciendo la planeación estratégica de Fruto Bendito. Con la suma de voluntarios expertos en temas de estrategia digital, tecnología, le apostamos a estar a la vanguardia del mercado. Queremos potencializar la venta de nuestras cunas, estructurar alianzas para generar los entornos de bienestar, soñamos con nuestra Casa Fruto Bendito que pueda brindar oportunidades. ¿Qué sigue? en medio de la pandemia, en medio del paro, terminamos de escribir nuestro primer libro, un reflejo de nuestro ser, el trabajo colaborativo. Un manual para la familia, esa familia tradicional o esa familia moderna, en donde recogemos historias de Lideresas, líderes, mujeres, abuelos, hombres que nos van a permitir sembrar amor desde el embarazo. Ese es nuestro movimiento, creemos en el amor como herramienta de transformación.

11. ¿Mi emprendimiento es escalable?

Si. Solo con las cunas, en Colombia nacen, según el DANE, 500.000 bebés, y en 5 años hemos entregado 6.500, así que tenemos una gran oportunidad. Y como la meta es educar y brindar entornos de bienestar, las cifras de inequidad y pobreza extrema no son solo en Colombia sino en la región de Latinoamérica. Imagínese ahora después del COVID, Tenemos un océano azul de oportunidades.

12. Para crecer, ¿recibiría inversión de un desconocido? ¿Le cedería parte de mi empresa?

Claro, existen inversionistas sociales, y ese es el que necesitamos ¿Le cedería parte de mi empresa? la ventaja al ser ESAL es que esa figura no se da, entonces por eso le apostamos a inversionistas que les interese el SROI

13. ¿Qué no volvería a hacer?

Emplearme para estar metida en una oficina pegada a un escritorio. La vida es muy hermosa para que pasen los días deseando que sea fin de semana y lamentándose un domingo. Desde el rol que desempeñe, ya sea como profesora, asesora personal o familiar, mamá, vivo todo con una llama en mi corazón y jamás me permitiría volver a ser infeliz, porque ya lo viví una vez y eso me llevó hoy a poder ser testimonio de sobrevivir a una enfermedad mental.

14. ¿Quién me inspiró? ¿A quién me gustaría seguir?

Mi mamá, ella siempre ha creído en mí. Aprovechando el auge del sol de México, ella siempre me ha dicho mi solecito, que tengo luz. Ella me sacó de un hospital psiquiátrico en Londres, sin ni siquiera hablar inglés. Ella me prestó el dinero cuando Fruto Bendito era una idea. Y ella es una mujer que tiene un carácter admirable. ¿A quién me gustaría seguir? Soy fan de Diana Uribe y a través de sus libros y charlas presenciales me he sentido inspirada por muchas mujeres en el mundo que han podido cumplir sus sueños en contra de opresiones, revoluciones y todo eso es mi fuerza para continuar mis sueños. Me siento privilegiada de ser libre, de vivir en una época donde gozó de derechos que antes eran impensables. Quiero llegar a mi vejez, como mi abuelita de 94 años. Sonriendole a la vida.

15. ¿Fracasé en algún momento? ¿Pensé en tirar la toalla?

El fracaso es definido como “resultado adverso en una cosa que se esperaba sucediese bien” claro que en este camino de emprender socialmente muchas cosas no salen como la planeabamos, además yo estoy mejorando el desorden de mi temperamento sanguíneo. La clave es no derrumbarse, sino aprender de las lecciones, buscar al equipo que te ayude a fortalecer esas debilidades y tener un para qué que te haga vibrar el alma ¿Pensé en tirar la toalla? Cerrar el chuzo, no. Llorar por agotamiento, mientras estaba en medio de la pandemia, embarazada, terminando una maestría y gerenciando la fundación, sí. Por eso activar mi tribu ha sido la clave. No estoy sola, sé pedir ayuda, correr a los brazos de mi esposo para pedirle aliento.

16. ¿Hago parte de algún tipo de comunidad que me ayude en este camino de emprender?

Claro desde que empecé sabía que tenía bastantes debilidades. Quiero mencionar el apoyo del CEIS de la Universidad de la Sabana, pues fue el primero. Y el más reciente YLAI con el gobierno de Los Estados Unidos. En el medio RECON porque construí lazos de amistad, todos, locos queriendo cambiar el mundo y RECON se ha dedicado a buscar apoyo de organismos internacionales y de gobiernos. Ellos saben articular el ecosistema

17. ¿Lo que estoy haciendo trasciende? ¿Podrá impactar a nuevas generaciones?

Claro es Fruto Bendito, no es Camila Cooper ¿Podrá impactar a nuevas generaciones? Gabriel mi hijo tiene 5 años y verlo hablar de su trabajo en Fruto Bendito, de sus cunas con amor, de su fundación y sobre todo de donar juguetes para todos los niños que no tienen como él, es mi legado. Son una generación sensible a la realidad y eso me da esperanza.

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18. ¿Cómo me veo en 10 años y cómo veo a futuro mi emprendimiento, mi empresa?

En 10 años estaremos lanzando nuestra investigación de impacto. Mostraremos la evidencia de invertir desde la prevención en la primera infancia. Tendremos niñas y niños seguros, con entornos familiares con oportunidades. Tendremos nuestra casa Fruto Bendito donde las familias podrán generar recursos y estar con sus hijos. Tendremos nuestra Ley Iguales Con amor para trabajar de la mano con el Gobierno Nacional, como sucede en Finlandia para entregar nuestras cunas con amor y llevar el plan de Bendito de educación.

19. ¿Qué papel han jugado mi familia y mis amigos?

Nuestro Libro ya irá en su 10ª edición recogiendo más historias en torno a la maternidad y la paternidad según la idiosincrasia de Colombia. Mi empresa social generará más oportunidades y será parte del modelo Alemán de Empresas Propósito.

20. Yo lo logré. ¿Ayudaría a otros emprendedores a que lo logren?

Claro que sí. A mí me han ayudado en todo este caminar, y compartir el conocimiento sin egoísmos, sin egos de por medio es el paso más importante de dar y construir solidaridad. A mí me encanta contar la historia de Fruto Bendito y mi esposo Óscar Bejarano le encanta compartir su conocimiento sobre el Marketing Social. Juntos hemos podido cumplir nuestro sueño y queremos que muchos más puedan ser felices.

21. ¿Qué papel jugó mi equipo? ¿Quién es?

Lo ha sido todo. Yo solo fui la primera soñadora, la que se arriesgó de primeras. ¿Quién es? Óscar fue mi primer socio, luego nuestro hijo Gabriel se convirtió en nuestro Director de Producto, pues al mostrar que él usaba las cunas se rompía un hielo para poder acercarnos a las comunidades que hemos impactado. Mi mamá fue nuestra primera inversionista y ahora socia de amor, es decir, donante recurrente. Pedro Felipe Estrada “Peter” mi padre putativo, ha sido mi mentor, mi ejemplo de empresario empático. Mi papá Manuel me apoyó para renunciar a mi trabajo corporativo y soñar con mi empresa social. Jaidy Martínez, nuestra contadora y ahora, Revisora Físcal, se sumó desde que era una idea. Ella le pone números a nuestra ideas locas. La Dra. Julieta Villegas, Médica Epidemióloga salubrista se enamoró de nuestra misión y ella diseñó el plan de educación e inspira a las familias en cada charla. Ella es otra creyente del amor como herramienta de transformación social. Erika Bonilla es Médica, fisiatra y llegó un diciembre con un duelo. Había perdido a su hijo. Marco tenía síndrome de down, y ella es el testimonio de que el amor mantiene con vida. Nació con un corazón grande, como el de ella, y le daban semanas de vida y su amor le permitió disfrutarlo por tres años. Ahora ella inspira y entrega el mensaje de disfrutar a los hijos “porque la vida es ahora”. Mi tía Pilar, nuestra primera socia de amor, la primera donante recurrente junto con July Gaitán que permiten que podamos trabajar en planes, programas y proyectos que nos permitan cumplir nuestra misión: proteger a la primera infancia brindandoles seguridad y trabajando articulados con sus familias y/o cuidadores para construir entornos de bienestar. Gracias a premios y reconocimientos hoy tenemos mentores por todo el mundo. Y esa ha sido la manera de crecer exponencialmente para enamorar a otros y recibir su conocimiento en pro de nuestra razón de existir. Somos muchos más a los que quisiera de paso dar gracias, a los voluntarios, a los practicantes de diferentes universidades en especial de la Universidad de La Sabana, a los aliados e invitar tanto al sector público como privado que se sumen a Fruto Bendito y sean parte del impacto que estamos y vamos a generar.

22. ¿Cuál es mi sello personal? ¿Qué me diferencia del resto?

la pasión, el amor y la persistencia. Sueño ilimitadamente y trabajo persistentemente para volver imposibles en realidades. Un día soñé llevar cunas a las cárceles, porque investigamos que los bebés al nacer estaban hasta los 3 años con sus mamás privadas de la libertad. Quería llegar a Johana Bahamón, lo desee mucho, lo gestionamos por muchas partes, hasta que un día en medio de una huelga de pilotos me la encontré en un avión. Desde ese día llevamos cunas con amor, el plan Bendito de educación, apoyamos con los implementos que requieren las madres. Y así nos suceden milagros día tras día. ¿Qué me diferencia del resto? yo no me quiero diferenciar del resto, quiero que todos nos unamos para que desde nuestras habilidades sumemos por construir un país que tiene mucho por ofrecernos.

23. ¿Qué he aprendido de todo esto?

primero que Dios es mi fuerza suprema. Que actuar coherente en la vida es un trabajo complejo sin embargo trae muchas recompensas. Que no debemos hacer las cosas solos porque en equipo es mejor. Que el miedo y la vulnerabilidad son buenos, nos sacuden, nos sacan de nuestra zona de confort y me mantienen viva. Que hay momentos difíciles, yo soy sobreviviente a una enfermedad mental, la buena noticia, es que todo pasa y a esas noches largas, les sigue un amanecer. Que debemos vivir para ser felices. Que el amor transforma vidas. Que vivir cada segundo de mi vida encaminado al servicio me llena plenamente. Y finalmente, ser mamá de Gabriel y de Pedro; ser esposa y socia de Óscar Bejarano, y ser una mujer libre ha sido el sueño de toda mi vida, vivo en él ahora y quiero vivir así por siempre trabajando para que muchas más personas puedan vivir de sus sueños. Familias felices educan a niños felices.

Si conoce historias de emprendedores y sus emprendimientos, escríbanos al correo ebohorquez@elespectador.com o tgomez@elespectador.com

Por Redacción Emprendimiento y Liderazgo

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