Vestidos de baño que se personalizan con accesorios artesanales

Gaby León es la creadora de Naiona, una marca versátil e innovadora para las mujeres.

Foto: Cortesía Gaby León

“La realidad es que desde que estaba en la universidad soñaba con tener un negocio mío en el que tuviera la libertad de hacer lo que yo quisiera y cómo yo quisiera. Así que tener mi marca hoy en día no es algo totalmente inesperado. Lo que sí fue inesperado es lo difícil que ha sido. Nunca había trabajado tan duro en mi vida. Mental y emocionalmente fue muy difícil, porque las cosas no suceden como uno espera y en muchos momentos sentí que no lo iba a lograr”. En 23 preguntas para emprendedores y sus emprendimientos esta emprendedora nos cuenta de qué se trata su idea de negocio y cómo este está impactando el mercado colombiano.

1. ¿Cuántos años tengo? ¿Qué estudié?

Tengo 26 años y estudie un doble grado en Publicidad y Marketing en España. Unos años después hice un micromaster en Marketing Digital de Australia.

2. ¿Cuál fue mi idea y cuándo nació? ¿Qué fue lo que creé?

Cuando empezó la pandemia, me quedé sin trabajo, en ese momento estaba haciendo un proyecto en Honduras. Durante los siguientes 6 meses estuve en búsqueda de nuevas oportunidades sin éxito. Hasta que un día mi mamá me impulsó a emprender. Inicialmente la idea era crear una marca de vestidos de baño que incluyeran bordados en pedrería. Empecé a trabajar en mi emprendimiento en septiembre del 2020 y poco a poco la idea fue evolucionando hasta crear vestidos de baño personalizables con accesorios artesanales.

3. ¿Cómo logré hacerla realidad y llevarla a los hechos?

Al principio fue un trabajo de mucha investigación, de analizar el mercado y entender que quería hacer exactamente. Luego empezamos a buscar proveedores que dada la situación de encierro por la pandemia fue muy difícil, de hecho, me costó más de 6 meses conseguir los proveedores que tengo actualmente. Poco a poco fuimos ensayando y desarrollando prototipos de los accesorios que nos tomaron varios meses en perfeccionar. Los productos finales fueron el resultado de muchas pruebas y errores, sobre todo porque eran productos que al día de hoy no existen como nuestras tirantas tejidas en mostacilla. Paralelo al desarrollo del producto, invertimos mucho tiempo en el branding, ya que para mí era una parte fundamental de mi emprendimiento.

Si está buscando más historias de emprendimientos, sus creadores y creadoras están aquí, en Emprendimiento y liderazgo de El Espectador.

4. ¿De dónde saqué la plata para ponerla a andar y cómo la pagué?

Invertí todos mis ahorros en este emprendimiento. Adicional a esto, han sido mis papás quienes me han apoyado en este proyecto haciendo que todo fuera posible.

5. ¿Qué estoy logrando con mi emprendimiento? ¿Qué estoy cambiando con mi idea?

Yo quería crear un producto diferente que siguiera las tendencias actuales como el slow-fashion y cuidar del medio ambiente. Con un vestido de baño Naiona las mujeres pueden crear varios looks según las combinaciones de accesorios, por lo que la necesidad de comprar varios vestidos de baño disminuye.

6. ¿Soy feliz?

Amo lo que hago. Ahora entiendo perfectamente la frase “elige un trabajo que ames y no tendrás que trabajar un día en tu vida”. Ha sido un camino muy duro, mentalmente difícil, pero no lo cambiaría por nada del mundo. Me gusta saber que estoy construyendo algo que me inspira y motiva, y que a la par, ilusiona a otras personas.

7. ¿Vendería mi emprendimiento, mi empresa?

No, Naiona se está convirtiendo en mi trabajo soñado. Espero llevarla a ser todo lo que me imagino y mucho más. Siento que hasta ahora estoy empezando y que lo que tengo son ideas por desarrollar.

8. ¿Qué tan duro fue para mí emprender?

La realidad es que desde que estaba en la universidad soñaba con tener un negocio mío en el que tuviera la libertad de hacer lo que yo quisiera y cómo yo quisiera. Así que tener mi marca hoy en día no es algo totalmente inesperado. Lo que sí fue inesperado es lo difícil que ha sido. Nunca había trabajado tan duro en mi vida. Mental y emocionalmente fue muy difícil, porque las cosas no suceden como uno espera y en muchos momentos sentí que no lo iba a lograr, que mi idea se iba a quedar solo en eso, en una idea. Sentí mucha frustración, tristeza, rabia, impotencia… toda una montaña rusa de emociones. Pasé un mes entero enviando emails esperando obtener respuestas inmediatas, pero las cosas no sucedieron así, algunas respuestas tardaron en llegar.

Puede interesarle este emprendimiento: Llamadas que educan zonas rurales y vulnerables de Colombia

9. ¿Cumplí mi sueño? ¿Qué me hace falta?

En este momento los estoy cumpliendo. A la par de ir cumpliendo algunos sueños, van surgiendo unos nuevos. Con tan solo 2 meses de estar en ventas me aceptaron el Bogotá Fashion Week 2022, lo cual ha sido un inmenso orgullo para mí. Luego también me invitaron a un pop up en Casa Précis donde mis productos estarán a la venta hasta enero del 2022. También tuve la oportunidad de participar en el Nux, la feria del club El Nogal que me ha ayudado muchísimo para dar a conocer a Naiona.

10. ¿Y ahora qué? ¿Qué sigue?

Lo que sigue es crecer y dar mi marca a conocer. Quiero que la gente se enamore de Naiona, del producto y que juegue con los accesorios. Estaremos en la feria Eva del 14 al 19 de diciembre del 2021 y en la feria Farex en Cartagena del 3 al 10 de enero del 2022.

11. ¿Mi emprendimiento es escalable?

Precisamente, esta cualidad fue lo que hizo que Naiona se convirtiera en lo que es hoy en día, en una marca personalizable con accesorios. Porque de esta manera la línea de producción es independiente. Todos mis productos se pueden producir por separado y no depende el uno del otro. Lo que hace posible escalar la marca sin mayor dificultad.

12. Para crecer, ¿recibiría inversión de un desconocido? ¿Le cedería parte de mi empresa?

No quiero limitar mis opciones. Tendría que leer, analizar la propuesta y si esta redunda en el crecimiento y la ampliación de los horizontes para Naiona, lo consideraría.

13. ¿Qué no volvería a hacer?

Volvería a hacerlo todo exactamente igual. Es demasiado utópico pensar que podría hacer mi primer emprendimiento perfecto. Uno necesita todas esas caídas, todos esos momentos difíciles, sentirse contra la espada y la pared, llorar, frustrarse, para uno darse cuenta de que sí es capaz de lograr lo que uno se propone. Yo creo que muchos emprendedores desfallecen en los momentos más complejos. Los obstáculos lo ponen a uno a prueba para determinar si su idea es la correcta y si vale la pena seguir luchando por ella o por el contrario, era el emprendimiento equivocado y hay que reenfocarse.

14. ¿Quién me inspiró? ¿A quién me gustaría seguir?

Sin duda mis papás han sido mi mayor inspiración. Ellos siempre han estado ahí para apoyarme en cuanta locura se me ha ocurrido y hoy más que nunca agradezco su respaldo. Ellos me han inspirado a seguir mis sueños, a luchar por lo que quiero y no rendirme. En ellos he visto el ejemplo de la pasión, del amor por lo que uno hace, del compromiso, de la responsabilidad, de arriesgarse y de no temerle a lo desconocido. Mi mamá ha sido mi motor para no rendirme con Naiona. Todas las victorias de Naiona se las debo a mi mamá.

Visite la sección de Emprendimiento y Liderazgo de El Espectador

15. ¿Fracasé en algún momento? ¿Pensé en tirar la toalla?

Creo que en vez de fracasos los llamaría lecciones. Uno tiene que aprender de todo lo que le sucede. No siempre ganamos, pero sí aprendemos. Pensé muchas veces en tirar la toalla, pero me parecía peor rendirme después de todo el esfuerzo que las personas a mi alrededor y yo habíamos hecho. Siento que tambaleé en muchas ocasiones, sin embargo, hoy me siento más fuerte que nunca.

16. ¿Hago parte de algún tipo de comunidad que me ayuda en este camino de emprender?

No, por el contrario, siento que ha sido un camino bastante solitario y me hubiera gustado contar con otras personas que estuvieran en una situación similar a la mía. Creo que solo un emprendedor puede entender lo que se siente ser emprendedor. Muchas personas se imaginan lo que es ser emprendedor, pero al día de hoy me cuesta encontrar el apoyo que necesito en personas que nunca han emprendido.

17. ¿Lo que estoy haciendo trasciende? ¿Podrá impactar a nuevas generaciones?

Creo que mi producto invita a otros emprendedores a crear e innovar. Hoy en día uno siente que todo está inventado y que es muy difícil diferenciarse de otras marcas. Si me hubieran preguntado si era posible innovar en vestidos de baño hace más de 1 año, hubiera pensado que era imposible. Pero aquí estoy, innovando con vestidos de baño que se pueden personalizar.

18. ¿Cómo me veo en 10 años y cómo veo a futuro mi emprendimiento, mi empresa?

En 10 años me veo creando más ideas para vestidos de baño. Sueño con poder expandir mis ideas a otras categorías de producto, pero siguiendo con la línea de lo intercambiable. Hasta ahora la respuesta del mercado ha sido increíblemente positiva, por lo que le auguro a Naiona seguir creciendo, innovando y enamorando a las mujeres con vestidos de baño personalizables.

No deje de leer: Ella creó un lienzo a través de la moda para empoderar a las mujeres

19. ¿Qué papel han jugado mi familia y mis amigos?

Tanto mi familia como mis amigos han sido vitales en este proceso. Debo destacar ciertas personas que se me han cruzado en mi camino, que se convirtieron en los angelitos de Naiona y me lo han dado todo sabiendo que yo no podía dar nada a cambio. Naiona es lo que es gracias a todas las personas que aportaron su granito de arena en este proyecto.

20. Yo lo logré. ¿Ayudaría a otros emprendedores a que lo logren?

¡Claro que sí! Me encantaría poder compartir mi historia y poder ayudar otros emprendedores. Yo sé lo que se siente estar ahí y no tener a nadie que lo guie a uno por este camino desconocido en el que no se sabe ni por donde empezar. Me gustaría ser ese apoyo que no tuve, ese ejemplo que oriente a los demás en qué pasos seguir. Sobre todo, porque en internet uno no encuentra información real de cómo es emprender, solo cosas genéricas con las que yo personalmente estoy en desacuerdo. Por otra parte, sería maravilloso orientar y compartir mi experiencia con otros emprendedores que estén iniciando.

21. ¿Qué papel jugó mi equipo? ¿Quién es?

Mi equipo somos mi mamá y yo. Siempre hemos tenido una relación increíble y acompañarnos en este emprendimiento la ha fortalecido aun más. Creo que nos hemos llevado a límites que no creíamos posibles, que hemos superado nuestras capacidades y lo más rico de todo es poder celebrar las victorias con mi persona favorita.

22. ¿Cuál es mi sello personal? ¿Qué me diferencia del resto?

Mi sello personal es que mis vestidos de baño son personalizables. A diferencia de otros vestidos de baño, los míos pueden cambiar de look. Naiona le permite a las mujeres sentirse especiales y tener un vestido de baño diferente que puede cambiar según las tirantas tejidas o los broches bordados que se le adicionen. Como todos los accesorios son artesanales, se sienten como piezas únicas usadas con glamour y elegancia.

23. ¿Qué he aprendido de todo esto?

Realmente ha sido un camino que me ha dejado muchas enseñanzas, pero destacaría lo siguiente: nunca olviden los pasos recorridos, los pequeños avances nos inspiran a continuar, nos muestran que no estamos estáticos en el camino y se vuelven una motivación para no renunciar y mantenernos en el empeño. Así mismo, quiero mencionar que no hay cosas imposibles sino personas incapaces, la fuerza esta dentro de ti, confía en ti mismo, en tu instinto, este proceso te permitirá descubrir que eres capaz de alcanzar cosas que tu creías que eran difíciles de lograr. En muchos casos el peor enemigo es uno mismo, porque es uno mismo el que se pone los límites. Finalmente, aprendí que es importante soñar y soñar muy alto, tan alto hasta que los demás piensen que uno es un iluso. Si alguien me hubiera dicho hace 10 años que yo sería una diseñadora de vestidos de baño le hubiera dicho que estaba loco y no me hubiera detenido a pensar siquiera en esa posibilidad. Hoy la vida me ha mostrado que todos los días vamos descubriendo nuestra vocación y verdadero camino, y que las dificultades son test de prueba para reafirmarlos o modificarlos.

Si conoce historias de emprendedores y sus emprendimientos, escríbanos al correo de Edwin Bohórquez Aya (ebohorquez@elespectador.com) o al de Tatiana Gómez Fuentes (tgomez@elespectador.com).