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En Acacías, Meta, la geografía huele a petróleo, y no porque brote a chorros, sino porque el subsuelo se ha convertido en un laboratorio con agua. Ecopetrol inauguró a finales de abril un nuevo Sistema de Tratamiento de Agua de Producción (STAP), capaz de procesar 120.000 barriles de agua al día.
El nuevo sistema se suma a otras seis unidades ya instaladas en el campo Castilla, el mayor productor de petróleo del país, que bombea cerca de 100.000 barriles diarios. Con esta infraestructura, la petrolera estatal completa una capacidad instalada de 2 millones de barriles de agua diarios. En otras palabras, Ecopetrol ahora trata más agua que la que produce en petróleo, ya que la del oro negro ronda los 745.000 barriles diarios.
Pero, ¿por qué tanto líquido en un negocio de sólidos energéticos?
Porque el petróleo no viaja solo. Viene acompañado —y a menudo arrastrado— por grandes volúmenes de agua subterránea. El proceso de separación ocurre en superficie, donde se extraen el crudo y el gas, y queda un excedente de agua salada, caliente y con trazas de hidrocarburos. Antes se desechaba.
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Ahora se trata, se reutiliza y se convierte en un recurso clave para aumentar la presión de los yacimientos agotados.
A lo que apuesta Ecopetrol es al recobro secundario: un método que, sin necesidad de nuevas exploraciones, permite exprimir lo que queda en los campos maduros.
La idea es reinyectar agua tratada para mantener la presión natural y así facilitar que el petróleo fluya hacia los pozos. Se trata de una operación quirúrgica de ingeniería de fluidos, presión diferencial y tiempos de respuesta. Y es cara. Pero también es estratégica: el nuevo sistema permitirá aumentar en más de 3.000 barriles diarios la producción del campo Castilla.
De hecho, parte del agua tratada en la Estación Acacías ya se usa para el riego de cultivos forestales en la ecoreserva ASA La Guarupaya. Más de 18 millones de metros cúbicos han sido dispuestos allí en los últimos cinco años.
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Las cifras de Ecopetrol
Ecopetrol reportó una utilidad neta de $3,1 billones en el primer trimestre de 2025, una caída de 22,1 % frente al mismo periodo de 2024. Aunque los ingresos aumentaron levemente —$31,4 billones contra $31,3 billones del año anterior—, los márgenes se redujeron. El EBITDA fue de $13,3 billones, con un margen de 42 %, menor que en los años de bonanza postpandemia.
La trayectoria descendente no es nueva. En 2024, las utilidades sumaron $14,9 billones, frente a los $19,1 billones de 2023 y los $33,4 billones de 2022, el mejor año de la historia para la empresa. El ciclo de precios, el dólar más débil y las restricciones internas han apretado las tuercas del negocio.
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Aun así, el presidente de la compañía, Ricardo Roa, defendió la operación nacional: “Hemos alcanzado la producción más alta en cinco años a nivel nacional”, dijo al presentar resultados. En total, se extrajeron 745.000 barriles equivalentes por día. De estos, 521.000 fueron netamente de crudo, desmintiendo —según Roa— la narrativa de que Ecopetrol depende cada vez más de sus activos en el exterior, especialmente en Texas.
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