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Elon Musk, la persona más rica del mundo, dedicó el final de la conferencia sobre los resultados financieros de Tesla Inc. a suplicar a los inversores que aprobaran su paquete salarial de un billón de dólares (equivalente a USD 1 trillion en inglés) y a criticar duramente a las empresas de asesoramiento a los accionistas que se han pronunciado en contra de la propuesta.
“Es necesario que haya suficiente control de los votos para ejercer una fuerte influencia, pero no tanto como para que no me puedan despedir si me vuelvo loco”, dijo Musk, interrumpiendo a su director financiero al concluir la conferencia, que duró más de una hora.
Fue un clásico de Musk: un final apasionado para lo que, por lo demás, había sido una conferencia aburrida dedicada en gran parte a la inteligencia artificial, los robots humanoides y las iniciativas de conducción autónoma de Tesla. Los accionistas votarán el paquete salarial en la junta anual de Tesla que se celebrará el 6 de noviembre en Austin.
El informe de resultados de Tesla fue en gran medida decepcionante, ya que los beneficios no alcanzaron las estimaciones a pesar de las entregas récord de vehículos. Los ingresos operativos se desplomaron un 40 % en el tercer trimestre, lo que refleja las continuas tensiones en el negocio de los vehículos eléctricos, que se ve afectado por los cambios en las políticas estadounidenses.
Los costes están aumentando considerablemente para Tesla, con unos aranceles que han supuesto un impacto de más de USD 400 millones en los resultados del último trimestre. Los gastos operativos se dispararon 50 % hasta alcanzar los USD 3.400 millones en ese periodo.
Las acciones de Tesla cayeron hasta 5,7 % poco después del inicio de la sesión bursátil habitual del jueves. Las acciones han subido casi un 9 % en lo que va de año, por detrás del avance del 14 % del índice S&P 500.
“Preocupaciones sin paliativos”
Los asesores de voto Institutional Shareholder Services y Glass Lewis han recomendado a los inversores que rechacen el pago sin precedentes a Musk, cuyo valor depende de que Tesla alcance unos umbrales de valor de mercado y unos hitos operativos. ISS citó «preocupaciones sin paliativos» por la magnitud y el diseño de la recompensa, mientras que Glass Lewis se mostró en desacuerdo con su potencial para diluir la propiedad de otros accionistas.
Musk insistió, como ha hecho en otras ocasiones, en que para él es más importante tener un control suficiente sobre los votos que la compensación económica de Tesla.
“No me siento cómodo creando un ejército de robots aquí y luego ser expulsado por unas recomendaciones estúpidas de ISS y Glass Lewis, que no tienen ni idea”, afirmó.
Una vez que Musk terminó, el director financiero de Tesla, Vaibhav Taneja, reanudó sus comentarios finales y elogió el “trabajo increíble” que realizó el comité especial de la junta directiva al elaborar la recompensa.
“No se aprobará nada hasta que los accionistas obtengan rendimientos sustanciales”, afirmó Taneja, instando a los accionistas dos veces más a votar a favor del plan.
Musk, de 54 años, ocupa el primer puesto del índice Bloomberg Billionaires Index, con un patrimonio neto de unos USD 455.000 millones.
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