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Los neobancos están creciendo rápido en Colombia. Ofrecen servicios digitales, cero filas, aplicaciones fáciles de usar y, en muchos casos, costos más bajos (como cero cuota de manejo). Pero, ¿pueden reemplazar a los bancos tradicionales? ¿Qué tanto han cambiado las reglas del juego para quienes manejan su dinero desde el celular?
Según cifras de Statista, para 2028 habrá más de 386 millones de usuarios de neobancos en el mundo, impulsados por la necesidad de servicios más ágiles, sin papeles ni oficinas.
En Colombia ya operan algunos neobancos como Lulobank, Nubank, Rappibank y Ualá, además de Nequi y Daviplata, que aunque están ligados a bancos tradicionales, funcionan 100 % desde el celular.
¿Qué ventajas tienen los neobancos?
- Sin oficinas físicas, lo que reduce costos y se traduce en menos comisiones o productos gratuitos.
- Procesos sencillos y rápidos, desde abrir una cuenta hasta hacer una transferencia.
- Atención digital 24/7, sin depender del horario de una sucursal. Algunos permiten manejar cuentas, tarjetas y hasta invertir desde una misma app.
Además, muchos neobancos están diseñados pensando en usuarios jóvenes, trabajadores independientes o personas no bancarizadas, lo que les ha permitido captar públicos que no estaban cubiertos por la banca tradicional.
¿Y los bancos de siempre?
Aunque los bancos tradicionales siguen siendo los grandes jugadores del sistema financiero, han tenido que adaptarse. Hoy, casi todos ofrecen aplicaciones, productos digitales y opciones de atención en línea. Algunos incluso han creado marcas nuevas para competir directamente en este nuevo terreno.
Y aunque sus estructuras son más robustas y algunas operaciones más lentas, los bancos tradicionales siguen ofreciendo productos que no todos los neobancos han desarrollado: desde créditos de vivienda o empresariales, hasta servicios de inversión y asesoría financiera especializada.
No todo es competencia
La relación entre neobancos y banca tradicional no tiene por qué ser de enfrentamiento. Para algunos expertos, el futuro está más en la colaboración que en la competencia directa.
“Los neobancos no deben verse como enemigos de los bancos tradicionales. La colaboración entre ambos puede impulsar una modernización aún más profunda del sistema financiero colombiano”, señala Christian Cepeda, CEO de Kuvasz Solutions, una empresa especializada en tecnología de pagos.
Según Cepeda, con herramientas como el sistema de pagos inmediatos que Colombia planea implementar en septiembre, se abre la puerta a una nueva etapa: bancos y neobancos conectados entre sí y con el usuario, a través de plataformas como Brizmo, que permiten hacer transacciones de forma ágil usando llaves digitales como el número de celular, el correo electrónico o el documento de identidad.
“Esto incentiva la confianza en los servicios digitales y hace que más personas accedan a ellos. Además, permite una competencia más equitativa y fortalece la economía digital del país”, agrega.
Y entonces, ¿cuál le conviene?
Depende de lo que esté buscando.
Si quiere agilidad, bajos costos y una experiencia 100 % digital: un neobanco puede ser buena opción; o bien, si necesita productos más complejos, asesoría personalizada o servicios para empresa, un banco tradicional sigue siendo vigente.
También puede tener lo mejor de ambos mundos: usar un neobanco para el día a día y mantener su cuenta de toda la vida para otras operaciones.
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