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En cuestiones laborales, la formalidad suele verse como un punto de llegada. Sin embargo, se pasa por alto que permanecer allí (es decir, conservar un contrato de trabajo y las prestaciones que lo acompañan) no siempre es tan sencillo en Colombia.
Un análisis reciente de ANIF muestra que, aunque la informalidad en 2025 está en niveles bajos, crece el número de personas que dejan de cotizar a pensión después de unos meses. Esto evidencia que sostener los aportes es cada vez más difícil, y esa continuidad es importante, porque de ella depende que un trabajador se mantenga dentro de la formalidad.
El reto de cotizar a pensión
A la fecha, la informalidad laboral en Colombia se ubica en el 55,1 %, un nivel relativamente bajo frente a los registros recientes y que coincide con un mercado laboral que muestra señales de mejora. Por ejemplo, la tasa de desempleo llegó a mínimos no vistos en dos décadas.
Sin embargo, estos avances conviven con un fenómeno que ANIF resalta en su informe: el aumento sostenido del número de personas que dejan de cotizar a pensión durante seis meses o más.
Según la entidad, desde mediados de 2024 los afiliados inactivos (quienes no han hecho aportes recientes) superan a quienes mantienen cotizaciones continuas, y la brecha entre ambos grupos no ha dejado de ampliarse.
Para agosto de 2025, los inactivos representaban el 53 % del total, frente al 47 % que seguía aportando de manera regular.
ANIF señala que, hasta mayo de 2024, la diferencia entre quienes cotizaban de manera continua y quienes no lo hacían venía disminuyendo. Pero en junio de 2024 la tendencia se revirtió: los inactivos superaron a los activos en más de 779.000 personas, y desde ese momento la brecha no ha dejado de crecer.
Para agosto de 2025, esa diferencia alcanzó su nivel más alto: 1.216.052 personas más dejaron de cotizar frente a quienes mantuvieron sus aportes. Esta dinámica, de acuerdo con ANIF, indica que cada vez más trabajadores entran a la formalidad, cotizan por un periodo corto y luego salen del sistema por falta de continuidad en los aportes.
Cotizaciones intermitentes
La fotografía presentada por ANIF indica que la continuidad en los aportes a pensión se está debilitando y cada vez es más común que las personas coticen durante unos meses y luego pasen a la inactividad, lo que revela relaciones laborales menos estables y periodos formales más cortos.
Así las cosas, si bien hay trabajadores que logran iniciar sus cotizaciones a pensión, no pueden sostenerlas en el tiempo para permanecer como activos. Cabe resaltar que, para que una persona sea considerada activa, debe haber cotizado al menos una vez en los últimos seis meses. Lo anterior se deriva en menos semanas acumuladas para obtener una pensión y debilita la protección que se espera de un empleo formal.
De ahí que el informe del centro de estudios concluya que evaluar el mercado laboral solo por la reducción de la informalidad puede dar una imagen incompleta de este.
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