Antes de que terminara el año pasado, el presidente Juan Manuel Santos le encomendó al entonces director del Departamento Nacional de Planeación (DNP), Hernando José Gómez, una delicada misión: asumir el papel de ‘zar’ para coordinar la puesta en marcha definitiva del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y gestionar inversiones con el sector privado. Sin embargo, lo que más le preocupa en esta labor, que le tomará más horas diarias, es ayudar a ejecutar con celeridad la infraestructura que le hace falta al país para competir cabeza a cabeza con los vecinos de la región.
“Me preocupa es que arranquemos con la infraestructura de exportación que necesita el país. Ahí tenemos la mayor preocupación para que se reduzcan costos de logística y transporte”, dijo el coordinador del acuerdo a El Espectador.
Acelerar a fondo para construir la Ruta del Sol, las Autopistas de la Montaña, el corredor Bogotá-Buenaventura y dragar el acceso al puerto de Buenaventura y al canal de Varadero (Cartagena), son para Gómez los retos que le pondrán rieles al flujo comercial que traerá el Tratado. “El 50% de los beneficios de los tratados de libre comercio que pudiera hacer Colombia con el mundo provienen del de Estados Unidos. Necesitamos ejecutar una serie de acciones urgentes”.
De esta manera, explicó que el número de puntos urgentes ya asciende a 50 e involucra 250 acciones por parte de todos los ministerios. Así las cosas, por ejemplo, se requieren ajustes en materia de aduanas, manejo de contingentes, en políticas sanitarias y fitosanitarias, procesos de inspección simultánea en puertos, reducción de trámites y de tiempo en exportaciones. “El grueso debe realizarse durante 2012. Algunos por su complejidad pueden tomarse hasta 2013”.
Para hacer las tareas más urgentes, Gómez contó que existe una primera instancia de coordinación con el Gobierno y otra con el sector privado en función de conocer sus necesidades más urgentes. “Ellos piden buena información, facilidades al comercio en términos aduaneros y mejoras en infraestructura y logística en Colombia”.
En cuanto a las obras necesarias para que el país aproveche al máximo el acuerdo comercial, la viceministra de Infraestructura, María Constanza García, explicó que recientemente el Gobierno ha estado tras las licencias para construir los grandes corredores que necesita Colombia. Contó que en el caso del dragado de los canales de acceso a los puertos de Buenaventura y Varadero, se ha buscado la participación del sector privado.
Es así como en el caso del canal de Varadero el Gobierno ha conversado con la Sociedad Portuaria de Cartagena, la cual presentará pronto una propuesta de dragado para que los buques que ingresan tengan un calado de 13,5 metros.
Frente a la ejecución de la Ruta del Sol, contó que la construcción del segundo tramo de este corredor avanza sin contratiempos y aseguró que se ejecutarán 150 kilómetros este año. Agregó que en las zonas uno y tres de la autopista ya comienzan a verse las máquinas preparando el camino hacia la Costa Caribe.
Édgar Higuera, director de la Cámara de Grandes Usuarios de Servicios Logísticos de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (Andi), opinó que es necesario diseñar programas para el tráfico de camiones en medio de las grandes obras de infraestructura que se ejecuten.
“Se necesitan las vías en perfecto estado, peajes electrónicos, sistemas para evitar demoras de camiones, básculas funcionando. Que haya excelencia de servicio al cliente por parte de los concesionarios y una gerencia de servicio”, dijo Higuera, quien consideró que también urge una modernización del parque automotor de carga y celeridad en la ampliación de puertos.
Estrategia clúster con el TLC
Aparte de la infraestructura por completar y de las tareas pendientes, el ‘zar’ del TLC con Estados Unidos contó que el desarrollo de clústers (encadenamientos productivos) en las regiones no da espera. “Las ciudades tendrán que hacer esta apuesta”.
Además, una porción de los recursos de las regalías derivadas de la producción minero-energética deberá ser destinada a iniciativas que faciliten con prontitud el desarrollo de los clústers. Esto facilitará que al país lleguen inversiones para convertir a Colombia en plataforma exportadora a EE.UU.
“Los modelos indican que podemos generar US$1.500 millones adicionales de exportaciones en los primeros tres años”, concluyo Gómez.