China afianza apoyo en la región con cinco programas y un crédito de $35 billones

De izq. a der.: Presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva; presidente de Colombia, Gustavo Petro, y el presidente de China, Xi Jinping. EFE/EPA/ANDRES MARTINEZ CASARES

Foto: EFE - ANDRES MARTINEZ CASARES

En el salón de actos de Beijing, la llegada del presidente Gustavo Petro y su comitiva, junto con los presidentes Lula, de Brasil, y Boric, de Chile, fue el centro de atención para el apoyo del homólogo chino, Xi Jinping, a América Latina y el Caribe.

América Latina escuchó con atención, eso sí, que la postura de China era una autonomía regional sin “injerencias externas”, una enmarcada en lo político.

Pero más allá de eso, en el Foro China-Celac, celebrada este martes en la capital china, el gigante asiático anunció un crédito de ¥$66.000 millones (equivalentes a $35,6 billones u US$8.500 millones) para el desarrollo de los países miembros del bloque.

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China está sembrando

Estos son los cinco nuevos programas presentados por Xi dibujan una estrategia de largo plazo:

• Solidaridad política: fortalecer las relaciones multilaterales, apuntando a un bloque más cohesionado y menos dependiente de Occidente.
• Desarrollo e infraestructura: inversiones dirigidas a sectores estratégicos como energía, minería, telecomunicaciones, inteligencia artificial y economía digital.
• Civilización compartida: rescatar el intercambio cultural y el patrimonio común como eje de unidad, una forma de soft power con sello chino.
• Paz regional: respaldo a zonas libres de armas nucleares, cooperación policial y formación en seguridad, lo cual revela un giro hacia el terreno de la estabilidad interna.
• Conectividad pueblo a pueblo: becas, visados, intercambios docentes y acceso ampliado a formación técnica y profesional.

El Foro China-Celac, creado en 2015 como plataforma de diálogo entre el país asiático y los 33 Estados de América Latina y el Caribe, se ha convertido en uno de los principales vehículos de relaciones bilaterales.

Xi desempolvó cifras: más de 200 proyectos de infraestructura ya se han financiado bajo la Iniciativa de la Franja y la Ruta, el megaproyecto de integración global que busca conectar China con el mundo a través de redes logísticas y comerciales. En la región, uno de los casos emblemáticos es el puerto de Chancay, en Perú, que se perfila como el primer nodo marítimo de conexión directa con Asia y como símbolo de una “nueva era” en las relaciones transpacíficas.

En Colombia, el proyecto de Cosco Shipping de China ya llegó al puerto de Buenaventura, el enclave a donde llega la mayoría de las importaciones de Asia al país.

Según las cifras del DANE, en 2024, Colombia le vendió a China cerca de US$2.300 millones y le compró US$16.000 millones, un déficit de US$13.700 millones. Un punto central para los puntos a favor y en contra que, en buen acuerdo, podría reducir la brecha de la balanza comercial. O, en caso contrario, sepultarlo más.

La ministra de Agricultura, Martha Carvajalino, apuntó que el Gobierno espera diversificar su canasta exportadora alimentaria y apostó por un desarrollo para el campo. “Trabajamos con el gobierno chino en la idea de facilitar nuestras propuestas de admisibilidad para que nuestros productos entren con menos demora”, dijo.

La jefa de cartera agregó que se espera avanzar en el intercambio de maquinaria para lograr agricultura de precisión.

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Por su parte, el jefe de la cartera de Minas y Energía, Edwin Palma, señaló la búsqueda de nuevas estrategias para disminuir las tarifas de energía en el Caribe, y para ello, la inversión china facilitaría la transición en energía solar, eólica y de minerales cruciales.

Para esto, adelantará encuentros bilaterales y ruedas de negocio con empresas de ese país por el programa “Colombia Solar”, una iniciativa que busca instalar paneles solares en cerca de mil negocios de estratos 1, 2 y 3 en todo el país.

El plan, ejecutado junto al Fondo de Energías No Convencionales y Gestión Eficiente de la Energía (FENOGE), ofrece una cofinanciación de 60 % —o hasta $20 millones— para la compra e instalación de sistemas solares fotovoltaicos. El otro 40 % podrá ser financiado mediante créditos o aportes propios.

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El ministerio de Ciencias, liderado por Yesenia Olaya, puso sobre la mesa la “revolución científica” en la región, lo que traería apoyos en inteligencia artificial y tecnologías cuánticas.

“Esta articulación con China representa una gran oportunidad para avanzar hacia la soberanía tecnológica. Exploramos posibilidades de cooperación en infraestructura de datos, formación de talento, investigación científica y desarrollo de centros de innovación”, señaló el Ministerio.

La apuesta detrás de este foro es fortalecer la presencia China en la región, una postura que se ha intensificado con la iniciativa de La Franja y La Ruta y que tiene a los gremios empresariales en alarma. Este mecanismo busca facilitar la cooperación entre países a través de la integración económica, también representa una plataforma estratégica con la que China aspira a consolidarse como un actor global.

Cabe recordar que Colombia y EE. UU. atraviesan un momento delicado: el país busca un acercamiento con la administración Trump con el objetivo de negociar la eliminación o flexibilización del reciente arancel universal de 10 % que impuso Estados Unidos a casi todas sus importaciones, con excepción del petróleo.

Los gremios buscan claridad en qué resultados han experimentado otros países con estos acuerdos, qué implicaciones tendría para Colombia y cómo afectaría las relaciones con Estados Unidos en medio de la tensión arancelaria y los golpes a la balanza comercial.

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