El incierto rumbo del petróleo en Colombia

La importación de gas traería un gran aumento de precio, que empujaría a muchas familias a volver a la leña o el carbón, grandes contaminantes y perjudiciales para la salud. Urge el nombramiento de alguien idóneo en Minminas que oriente está política.

Otro "logro" de Petro con la alcahuetería oportunista de Jorge Iván González del DNP, el mismo que le hizo una consultoría al Ministerio de Educación de Uribe para que el gobierno se zafara de la financiación de la educación pública.

Incluyo aquí que cerca de 20 mil personas, entre profesionales, técnicos, mano de obra calificada y no calificada perderán su trabajo. Está realidad es producto de la desafortunada falta de visión de un presidente mitomano.

El costo de la implementación total de la improvisada reforma a la salud asciende a más de 100 mil millones de pesos. La transición energética va a costar mucho más. Pero la inteligencia gris de Petro y de de esa lumbrera pueriles su ministra de minas y energía planean cortar de tajo esos ingresos y convertirnos en dependientes energéticos del gas de Venezuela, brillantes Petro e Irene Vélez, se descerebraron. Con esta idea brillante de entregarle a Venezuela la llave del gas.

El Gran impacto del calentamiento global lo determina los grandes productores y los grandes consumidores de hidrocarburos, estos son el quid del problema. Colombia solo aporta el 0,6 %. Dejar de producir hidrocarburos para Colombia sería dejar de percibir el 40 % de nuestras exportaciones, que el año pasado nos permitió el ingreso neto de 19 mil millones de dólares, solo en el 2022.