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El recaudo se frena y el gasto aprieta: CARF ve 2025 con menos ingresos y más presión fiscal

CARF advierte que el recaudo tributario de 2025 quedará COP 8,3 billones por debajo de la meta, mientras el gasto y la deuda alcanzan niveles históricos.

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23 de noviembre de 2025 - 04:00 p. m.
De cada 10 pesos que entran por impuestos, más de 3 se usan solo para pagar deudas anteriores.
De cada 10 pesos que entran por impuestos, más de 3 se usan solo para pagar deudas anteriores.
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El recaudo tributario no está alcanzando la meta. Fuera de una discusión técnica, es una señal de alerta.

Según el más reciente informe del Comité Autónomo de la Regla Fiscal (CARF), Colombia cerraría este año con ingresos más débiles de lo que esperaba el Gobierno y con un gasto que crece más rápido que la billetera nacional.

Según el organismo, el último trimestre aportaría COP 61,8 billones, un empujón importante, pero insuficiente para llegar a lo que proyectaba la DIAN. En consecuencia, el recaudo total del año se quedaría en COP 272 billones, es decir, COP 8,3 billones por debajo de la meta oficial.

Un recaudo que crece, pero no lo suficiente

Los números de septiembre muestran que el Estado sí está recogiendo más impuestos, pero no al ritmo que necesita.

El recaudo bruto acumulado ascendió a COP 228,8 billones, 11 % más que en 2024 (5,5 % en términos reales).

Sin embargo, ese avance se queda corto frente a lo exigido por el Marco Fiscal de Mediano Plazo (la hoja de ruta en un plazo de 10 años): faltan 6,4 billones para la meta.

El recaudo neto (el que realmente entra a la caja, descontando devoluciones y pagos en papeles) también llega rezagado, con COP 210,2 billones, 9,3 % más que en 2024, pero muy lejos del crecimiento de 14,9 % que exigía el MFMP.

El freno está, sobre todo, en el impuesto de renta, al registrar 6,1 billones menos de lo previsto. En cambio, los impuestos externos (aduanas) sí jalonan, van 0,7 billones por encima de la meta.

Esto significa que el Estado tiene menos margen para gastar sin endeudarse: si faltan ingresos, el hueco se cubre con recortes, deuda o más impuestos. Una bola de nieve que termina chocando con el objetivo inamovible de la deuda y las promesas gubernamentales.

El gasto crece y la deuda aprieta

Mientras los ingresos van quedándose cortos, el gasto no baja revoluciones. Al contrario. El CARF calcula que el gasto primario del Gobierno Nacional Central llegará a COP 362,2 billones, equivalente al 20 % del PIB.

Esto es COP 9,2 billones por encima de lo que el propio Gobierno había planificado en el MFMP.

Pero ¿por qué sube tanto?

  • Funcionamiento: COP 309,1 billones. Incluye nómina pública, subsidios, transferencias y operación del Estado.
  • Inversión: COP 53,1 billones, un nivel históricamente alto, impulsado porque buena parte de la “reserva” presupuestal del año pasado está siendo ejecutada en 2025.

Incluso si Hacienda quisiera apretar el cinturón para cumplir la meta de gasto del MFMP, tendría que recortar COP 9,2 billones solo en el último trimestre, algo poco probable dadas las dinámicas de ejecución y compromisos ya adquiridos, advierte el CARF.

Pero no solo crece el gasto. Los intereses de la deuda se están tragando un pedazo cada vez más grande de la torta fiscal.

En septiembre, el 30,5 % del recaudo neto se fue a pagar intereses, más que el 28,6 % un año antes. Es decir: de cada 10 pesos que entran por impuestos, más de 3 se usan solo para pagar deudas anteriores. Eso implica menos plata disponible para inversión social, carreteras, educación o programas productivos.

Déficit en aumento

Con ingresos que no alcanzan y un gasto que sigue en ascenso, el CARF ve un deterioro en la posición fiscal del país:

  • Déficit primario estimado 2025: –3,4 % del PIB (la meta era –2,4 %).
  • Déficit total estimado 2025: –6,7 % del PIB, que mejora frente al MFMP (–7,1 %), pero solo porque las operaciones de manejo de deuda (como canjes y recompras) redujeron temporalmente el costo de intereses.

La señal —para mercados, calificadoras y para la estabilidad macroeconómica— es que el déficit estructural se está ampliando, y eso reduce el margen de maniobra del país ante choques inesperados.

La deuda alcanza su nivel más alto en la historia reciente

La deuda bruta del GNC llegó a 66 % del PIB, después de que el Gobierno corrigiera hacia arriba la cifra al incluir el pasivo asociado al Total Return Swap (TRS).

Es el nivel más alto en registros recientes y 3,9 puntos por encima de agosto.

Según el informe, la composición de esa deuda preocupa, debido a que la financiación interna de corto plazo (es decir, deuda que vence rápido, como los TCOs y pagarés) está en niveles históricamente altos. Representa el 20,6 % de toda la deuda interna, casi el doble del promedio de los últimos cuatro años.

El equivalente para una familia sería vivir con más tarjetas de crédito y menos créditos a largo plazo: más costoso y más riesgoso.

¿Qué implica todo esto para 2026?

El CARF advierte que la reserva presupuestal de 2025 (lo que queda comprometido y se paga después) sería de COP 40,2 billones, una cifra alta que presionaría las cuentas del próximo año.

Así las cosas, 2026 arrancaría con un lastre fiscal antes de que se apruebe un solo gasto nuevo.

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