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La Comisión Europea propuso un freno de emergencia en los precios del gas natural muy por encima de los niveles actuales, a medida que busca evitar más daños a la economía ante la restricción del suministro de energía proveniente de Rusia.
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Después de meses de disputas y divisiones dentro del bloque, la comisión propuso un nivel máximo de €275 por megavatio-hora. Eso está muy por encima de los niveles actuales de alrededor de €120, pero por debajo de los máximos que sufrió el continente en el verano.
La medida solo se activará si se cumplen condiciones estrictas, un aparente intento de eliminar la oposición de países que se han opuesto durante mucho tiempo a cualquier límite en los precios del mercado debido al riesgo de que este pueda dificultar la obtención de gas de nuevos proveedores.
“No es un remedio, sino una herramienta poderosa que podemos usar cuando sea necesario”, dijo a los periodistas el comisionado de Energía Kadri Simson. “El mecanismo está cuidadosamente diseñado para ser efectivo, sin poner en peligro nuestra seguridad de suministro, el funcionamiento de los mercados energéticos de la UE o la estabilidad financiera”.
La propuesta aún necesita la aprobación de los Gobiernos nacionales, pero se produce después de meses de cabildeo por parte de algunos Estados miembros para que actúen para controlar los costos de energía que han resultado ruinosos para sectores de la economía europea. Si bien en las últimas semanas, los precios han disminuido, Moscú amenazó el martes con restringir aún más los flujos de gas a Europa, lo que aumenta la posibilidad de otro aumento en los precios.
Términos desencadenantes
La herramienta propuesta se utilizará si los futuros en la instalación de transferencia de títulos holandeses superan los €275 durante dos semanas y la diferencia entre los precios del TTF y del gas natural licuado es superior a los €58 durante 10 días de negociación.
En el punto álgido de la crisis en el verano, el precio no se mantuvo por encima de los €275 durante dos semanas, lo que sugiere que no se habría activado si hubiera estado en su lugar en ese momento. Simson dijo que el mecanismo fue diseñado con la idea de que las situaciones “extremas” que se vieron a principios de este año “podrían volver”.
Tanto operadores como encargados de política monetaria están en ascuas para ver si Rusia cortará por completo los últimos flujos de gasoductos restantes a Europa occidental a través de Ucrania. El martes, el país anunció que reduciría aún más los suministros a partir de la próxima semana debido a una disputa sobre los flujos a Moldavia.
Si bien Europa ha llenado sus reservas de gas y el clima templado ha hecho que el impacto de la reducción de suministros sea menor al esperado, el continente ahora enfrenta la perspectiva de tener que llenar sus reservas para el próximo invierno sin nada de gas ruso.