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Mediante un decreto, el Gobierno anunció la creación del Instituto Nacional de Vías Regionales (Invir), que pasará a encargarse de las vías regionales en el país, que incluye la red secundaria y la terciaria.
El decreto hace parte de la ejecución del Plan Nacional de Desarrollo (PND) que el Congreso le aprobó a la administración del presidente Gustavo Petro.
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La creación del Invir supone que todo lo relacionado con vías terciarias ya no será manejado por el Instituto Nacional de Vías (Invías), entidad que hasta el momento era responsable de los cerca de 143.000 kilómetros de este tipo de caminos que hay en Colombia (según las cifras oficiales de la entidad).
“Reconociendo la importancia que tienen hoy las vías regionales para el desarrollo de nuestro país, el PND y el Congreso establecieron esta facultad para crear una entidad que promueva la conectividad y la intervención de los 27.000 kms, que hoy están a cargo del Invías. Cabe resaltar que, el Banco Mundial apoyó la estructuración y la formulación de condiciones para crear esta nueva entidad que, trabajará de la mano de gobernadores, alcaldes, juntas de acción comunal, consejos comunitarios y cabildos”, aseguró María Constanza García Alicastro, viceministra de Infraestructura, a través de un comunicado.
El decreto establece un régimen de transición para las labores que tengan que ver con las vías terciarias entre el Invías y el nuevo Invir. Dicho esto, vale la pena aclarar que la primera entidad no va a desaparecer, sino que su foco ahora será la red primaria que está a su cargo; esto es todas las carreteras nacionales que no están concesionadas (pues estas son supervisadas por la Agencia Nacional de Infraestructura).
Los peros al Invir
Durante la discusión del PND, gremios con la Cámara Colombiana de Infraestructura se pronunciaron contra los artículos que lo estructuraban, especialmente por las facultades de contratación directa que se le dieron al nuevo instituto.
En un comunicado, la CCI detalló en su momento que el PND permitiría que, a través de Asociaciones Público-Populares, grupos comunitarios se encarguen de obras con labores especializadas y no los ingenieros, “quienes son, justamente, los profesionales idóneos para tal fin”, señalan.
Así mismo, la entidad denunció que los proyectos que se llevarían a cabo de aquí en adelante en el país no contarían con la planeación requerida (estudios y diseños). “Con un deficiente ejercicio de planeación, los recursos destinados a financiar la iniciativa nunca serán suficientes. La consecuencia se verá reflejada en obras inconclusas y con muy bajos estándares de calidad”, denuncia la CCI.
El decreto establece que, sin importar la cuantía, la nueva entidad puede contratar directamente con “comunidades rurales, cabildos, organizaciones populares, unidades de economía popular, acción comunal, comunitaria u otras formas organización , grupos y/o comunidades étnicas, comunidades en todas sus diversidades, mujeres y víctimas, para el desarrollo proyectos, e infraestructura vial (…)”.
La razón detrás de esta previsión, que no caía bien entre gremios como la CCI, es acelerar el desarrollo de los proyectos en materia de vías terciarias. Pero, a la vez, la posibilidad de contratar directamente, sin restricciones de cantidades, despierta dudas entre algunos sectores por la posibilidad de que el mecanismo se vuelva una llave abierta para posible corrupción.
El reto de las vías terciarias en Colombia
El nuevo Invir tendrá que manejar la red terciaria del país. El reto de estas vías es enorme en Colombia, comenzando por la sola definición de cuántos kilómetros hay en realidad. Un proyecto de investigación del Departamento Nacional de Planeación identificó, mediante imágenes satelitales e inteligencia artificial, 280.000 kilómetros en todo el país, casi el doble de las cifras que maneja el Invías.
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Las vías terciarias impactan a todo el territorio, pero su deterioro le pega especialmente fuerte al agro. De acuerdo con la Sociedad de Agricultores de Colombia, el mal estado de estos corredores es un golpe directo a la competitividad del país. Las cifras del Invías señalan que sólo 10 % de esta red vial está en buen estado.
Si tomamos el dato del Invías, sobre la existencia de casi 143.000 kilómetros de vías terciarias, casi 60.000 kilómetros se encuentran en zonas cafeteras. Para poner al día los corredores cefeteros se necesitarían unos $15 billones, según estimaciones de la Federación Nacional de Cafeteros.
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