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Los buenos resultados de Nvidia, el gigante de microchips para inteligencia artificial, está impulsando algunos de los mejores resultados bursátiles en años. Esto gracias a resultados financieros que superaron, por un amplio margen, todas las expectativas del mercado.
Por ejemplo, para la sesión de este jueves, Wall Street cerró con récords para el Dow Jones y el S&P 500.
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El Dow ganó 1,18 % y el S&P 500 2,11 %, para colocarse en nuevos máximos históricos. En tanto el tecnológico Nasdaq subió un fuerte 2,96 %, rozando un nuevo resultado histórico.
En Japón, el índice de su bolsa nacional, el Nikkei, sobrepasó niveles a los que no llegaba desde hace 34 años, cuando el país registró su pico de crecimiento económico.
Este jueves, el Nikkei llegó a 39.098, sobrepasando la marca de 38.915,87 que había logrado en diciembre 29 de 1989, según datos reportados por el diario The New York Times.
Buena parte de este repunte histórico también está asociado con el desempeño de Nvidia, que se ha convertido en un jugador clave en el campo de la inteligencia artificial, el sector tecnológico más candente en el momento.
Los resultados bursátiles favorables se expandieron a bolsas europeas, como Frankfurt, París y Milán.
Nvidia, estrella en ascenso de Wall Street impulsada por la inteligencia artificial, tuvo una facturación de US$22.000 millones en el trimestre móvil noviembre-enero, 265% más que en igual período del ejercicio pasado.
La cifra es ampliamente superior a lo esperado por el mercado y por la propia empresa. La ganancia neta alcanzó los US$12.300 millones, 769 % más que en igual trimestre del ejercicio anterior.
En un año, el grupo de Santa Clara (California), facturó casi US$61.000 millones y multiplicó por seis su ganancia, a casi US$30.000 millones.
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Desconocida para el gran público hace un año, la empresa estadounidense fabrica tarjetas gráficas, procesadores que inicialmente fueron concebidos para las necesidades de los videojuegos.
Estos componentes se volvieron indispensables para los desarrolladores de modelos de inteligencia artificial generativa, como OpenAI, Meta o Google, ya que ofrecen la potencia de cálculo necesaria para gestionar cantidades masivas de datos.
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