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Este miércoles, las comisiones económicas (Terceras y Cuartas) del Senado y la Cámara de Representantes están citadas para el primer debate del Presupuesto General de la Nación 2026.
La ley establece que el proyecto debe ser aprobado en primer debate antes del 25 de septiembre, es decir, hasta la medianoche de este miércoles. El año pasado se venció el plazo sin tener el visto bueno de las comisiones económicas y el Gobierno lo aprobó vía decreto.
En este artículo respondemos las preguntas clave para entender en qué va el presupuesto y qué sigue.
Lea: ¿Otra vez por decreto? Lo que viene en el debate del Presupuesto 2026
¿Qué está pasando con el presupuesto 2026 y cuáles son las críticas?
A finales de julio, el Gobierno radicó un presupuesto por $556,9 billones que necesita una ley de financiamiento (que en la práctica es una tributaria) por $26,3 billones.
La principal crítica a las cuentas del Gobierno es que el presupuesto es muy ambicioso: el monto crece 3,7 % real frente al de 2025, según cálculos del Observatorio Fiscal de la Javeriana. La discusión se da en un momento complejo para las finanzas públicas: ya fue necesario suspender la regla fiscal y se espera un déficit fiscal del 7,1 % del PIB al cierre de 2025, uno de los más altos de la historia reciente, con excepción de la pandemia. Cálculos no oficiales lo sitúan en más del 7,5 %.
Los analistas también cuestionan que el Gobierno repitiera la misma fórmula del año pasado, pese a que no le funcionó: atar el presupuesto a una reforma tributaria. Esta vez el monto es tan ambicioso que duplica la radicada el año pasado ($12 billones) e incluso está por encima de la tributaria de 2022, que el Gobierno presentó cuando el presidente Gustavo Petro recién se instalaba en la Casa de Nariño.
¿Por qué este 24 de septiembre es un día crucial?
En el Congreso aseguran que si este miércoles no se aprueba el proyecto en primer debate (para eso, las cuatro comisiones tendrían que darle el sí a alguna de las ponencias) o no hay quorum para la discusión, el gobierno podrá aprobarlo por decreto, tal como ocurrió el año pasado con el Presupuesto 2025.
Sin embargo, Sebastián Correa, socio de Serrano Martínez CMA y experto en derecho tributario y planeación patrimonial, señala que el plazo del 25 de septiembre no parece preclusivo, es decir, considera que podría existir alguna otra opción. “En cualquier caso, si el Congreso no aprueba el presupuesto antes del 20 de octubre, el Gobierno tiene la facultad de expedirlo mediante un decreto con fuerza de ley”, dijo.
¿Qué dicen las ponencias para el primer debate del Presupuesto 2026?
Hasta ahora, se han radicado tres ponencias.
▶️ La que tiene aval del gobierno mantiene el monto de $556,9 billones, pero trae algunos cambios por sectores. Incluye más presupuesto para el Ministerio de Comercio ($100.000 millones más que en la versión original), Ministerio de Deporte ($200.000 millones más), Ministerio de las TIC ($200.000 millones más) y para el Instituto Colombiano Agropecuario ($50.000 millones más).
Para lograr esos aumentos, se baja el presupuesto de otros sectores. Puntualmente, se establecen $1.000 millones menos para la modernización del Ministerio de Ambiente, $190.000 millones menos en sentencias y conciliaciones en la gestión del Ministerio de Defensa y la Policía, $15.000 millones menos en sentencias y conciliaciones del sector Hacienda, $2.000 millones menos en sentencias y conciliaciones provisionales para fallo final en la UNP, $260.000 millones menos para la Rama Judicial en el rubro de sentencias y conciliaciones y $81.900 millones menos para gastos de funcionamiento del Ministerio de Salud.
▶️ Una ponencia alternativa, liderada por Olga Lucía Velásquez (Partido Alianza Verde), que busca fijar un monto de $546 billones, teniendo en cuenta que el Ministerio de Hacienda había propuesto bajar en $10 billones el presupuesto y la tributaria.
▶️ Una ponencia alternativa, liderada por el Centro Democrático, que busca fijar un monto menor, de $530 billones, eliminando los ingresos por la reforma tributaria que radicó el Gobierno.
En este punto hay una duda de si es posible modificar el monto. El 11 de septiembre se debatió la cifra global en las comisiones económicas. El ministro dijo que el Ejecutivo estaba dispuesto a bajar ambos montos (presupuesto y tributaria) en $10 billones, pero varios parlamentarios insistieron en un presupuesto más austero.
En contexto: Los limbos del presupuesto de 2026: entre propuestas y “jugaditas”
Todo se quedó en propuestas, porque la sesión se levantó por falta de quórum, cuando todavía no se había votado ninguna proposición. Como no hubo más sesiones, y el monto podía modificarse hasta el 15 de septiembre, fuentes del Congreso afirman que la cifra debe quedar tal como la radicó el Gobierno, una hipótesis que también está en la ponencia con aval del Gobierno. Es decir, en $556,9 billones (65 % se destina a funcionamiento, 18,4 % a deuda y 15,9 % a inversión).
Sin embargo, las dos ponencias alternativas consideran que sí es posible ajustar el monto en este momento del debate.
Lea: Estas son las cuentas del Congreso para la discusión del presupuesto de 2026
¿Qué pasa si se aprueba por decreto?
En 2024, ante la falta de acuerdo en las comisiones económicas, el gobierno de Gustavo Petro decretó el presupuesto, algo que no había pasado en la historia reciente del país. Más adelante, el Congreso hundió la ley de financiamiento, que buscaba $12 billones, dejando ese hueco en las cuentas de 2025.
Los analistas consideran que este año podría pasar lo mismo: presupuesto vía decreto y se hundiría la tributaria, considerando que el monto es muy ambicioso, parece que no hay suficiente apoyo en el Congreso y estamos en un año preelectoral.
El panorama sería el mismo, pero esta vez, si no hay tributaria, el hueco sería mayor. Si el presupuesto se queda tal como está y la reforma se hunde, o el Legislativo aprueba un monto menor, el Minhacienda tendría que hacer un aplazamiento o recorte de gasto por la cifra pendiente. Por ejemplo, si no se aprueba nada, la tijera pasaría por $26,3 billones.
Como a principios de este año, el Ministerio de Hacienda hizo una suspensión de gasto (no un recorte) por $12 billones, Camilo Pérez, director de Investigaciones Económicas y Análisis de Mercados del Banco de Bogotá, advierte que el presupuesto de 2026 se construyó sobre un presupuesto de 2025 inflado. Para el experto, la situación puede generar un problema en los próximos años, pues la discusión partiría de un histórico de presupuestos que no estaban financiados y que no se ajustaron a tiempo.
Correa advierte que sin tributaria se generaría un hueco que pondría en riesgo la ejecución de programas sociales y de inversión, también aumentaría la deuda pública y el déficit fiscal. Varios analistas, centros de investigación e incluso el Comité Autónomo de la Regla Fiscal han advertido que un hueco de $26 billones (para algunos sería mayor) puede afectar gravemente la situación fiscal y la imagen del país ante los mercados internacionales.
Como dice Pérez, un presupuesto por decreto significa que el Ejecutivo toma la decisión, sin un necesario debate sobre si el monto del presupuesto y sus lineamientos son los adecuados para las necesidades del país. Lo ideal es que el Congreso pueda debatir y decidir.
¿Qué sigue para la reforma tributaria?
La ley de financiamiento sigue su curso en el Congreso. Si se define un monto menor para el presupuesto, lo más probable es que también se baje el monto de la tributaria.
El pasado 11 de septiembre, el ministro de Hacienda dio algunas pinceladas de los cambios que el Gobierno está dispuesto a hacer para negociar con el Congreso.
La tributaria que el Gobierno radicó incluye llevar el IVA a tarifa plena (19 %) para los vehículos híbridos, licores, tabaco, gasolina y diésel, entre otras cosas. Ávila mencionó que se debe hacer una revisión del IVA a la gasolina, teniendo en cuenta el impacto sobre el consumo, así como al IVA para los juegos de suerte y azar, con el fin de buscar “una dinámica más progresiva”. También dijo que se reconsiderarán “algunos temas” en los licores, especialmente en la cerveza.
Como la propuesta de un impuesto al consumo de 19 % para servicios de esparcimiento, culturales y deportivos, que solo aplicaría para las entradas a eventos que superan los $500.000, ha generado tantas dudas, Ávila dijo que el Gobierno está abierto a escuchar los posibles impactos de la medida.
En lo que sí se mantendrá firme la administración Petro, según las declaraciones que dio el ministro ante las comisiones económicas, es en la propuesta de cambios para el impuesto de renta y al patrimonio. “Creemos que el esfuerzo tributario debe ser progresivo, y en eso consideramos necesario mantener las propuestas en materia de renta y patrimonio, que como fueron diseñadas, garantizan un alto nivel de progresividad”, dijo el ministro.
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