Sistema de regalías eleva recursos para regiones productoras y reduce ahorros

Restando la concliación, el Congreso aprobó la reforma al Sistema General de Regalías.

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Restando definir la suerte del artículo que da claridad al pago de las regalías de la explotación de los Yacimientos No Convencionales (YNC), pero que no frena esta actividad en el país, la reforma al Sistema General de Regalías está a punto de convertirse en ley de la República.

Los cambios aprobados buscan darles mayor participación a las regiones productoras, al igual que mantiene los beneficios para las no productoras.

Según el texto aprobado, las asignaciones directas a las regiones productoras que estaban en 11,7 % se elevan al 25 % de la bolsa total de las regalías, que provienen en un alto porcentaje de la explotación de hidrocarburos y en menor cantidad de la actividad extractiva.

El presupuesto de las regalías se define para dos años. Para el periodo bianual el presupuesto debe aprobarse en octubre de este año y puede superar los $15 billones.

El 25 % de este monto se distribuirá entre las regiones productoras que antes recibían solo el 11,7 %. Se contempla una asignación para los municipios más pobres que pasará del actual 11 % al 15 %. En esta clasificación están los municipios con las menores Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI) y las comprensiones municipales de cuarta, quinta y sexta categoría. Se incluirán más de mil municipios y quedó establecido que ninguno puede recibir menos del 75 % de lo que recibió en los anteriores dos años.

“Los municipios pobres y pequeños van a crecer considerablemente en sus regalías”, indicó el senador Luis Fernando Velasco. Mencionó el caso del municipio de Taraira (en Vaupés), que antes recibía $80 millones cada dos años y cuyas regalías se incrementan a unos $1.700 millones con la reforma.

Sobre la asignación regional, se aprobó que mantenga el mismo porcentaje del 34 % para proyectos de impacto regional con criterios de población, pobreza y desempleo, según el ministerio de Minas y Energía. De este porcentaje, el 60 % beneficia a los departamentos y serán ejecutados por los gobernadores. El 40 % restante se va para bolsas regionales con el fin de ejecutar proyectos de impacto zonal.

(De interés: Proyecto de reglamentación de las regalías pasa a conciliación)

Se incrementan los recursos para Ciencia, Tecnología e Innovación que pasan de 9,5 % al 10 %. Esos proyectos serán aprobados por convocatorias públicas, abiertas y competitivas, precisa la nueva ley.

Destaca el ministerio de Minas y Energía que, por primera vez, se incluye una asignación para la conservación de áreas ambientales estratégicas y la lucha nacional contra la deforestación.

También indicó que se redujo el ahorro y se bajó el gasto de funcionamiento. En los últimos ocho años el ahorro de las regalías alcanzó los $12 billones.

El ahorro en funcionamiento significa que 1.152 Órganos Colegiados de Administración y Decisión (Ocad) se reducen a ocho. El director del Deartamento Nacional de Planeación (DNP), Luis Alberto Rodríguez dijo que “eso es menos descentralización”.

El Sistema de Regalías también mantiene los recursos para la paz. La reforma acelera la destinación de un 7 % del presupuesto de regalías para la implementación de los acuerdos de paz.

Los pueblos indígenas, comunidades negras, afrocolombianas, raizales y palenqueras, y el pueblo Rom serán beneficiarios directos de un porcentaje para inversión local. Es la primera vez que se hará dicha asignación.

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Sobre el articulo relacionado con los Yacimientos No Convencionales aprobado en la Cámara -pero rechazado en el Senado- que muchos han interpretado como una negación a la explotación de los Yacimientos No Convencionales, el ministro de Minas y Energía explicó que la propuesta busca corregir un descuento del 40 % para el pago de las regalías que se otorgó con la ley 1530 de 2012. La propuesta dice que a futuro estas explotaciones paguen el 100 % de las regalías.

Mesa recordó que el Consejo de Estado tiene suspendida la reglamentación para los Yacimientos No Convencionales.