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Andrés Ortega, gerente general de Opain, empresa a cargo del aeropuerto internacional El Dorado, el más importante del país, habla con El Espectador sobre cuál fue el papel que jugó el concesionario en el reciente “cambiazo” de una identificador de equipaje, que denunció el columnista Ramiro Bejarano, y donde quedó en evidencia la vulnerabilidad de las maletas en la terminal aérea. Ortega advierte cómo el sistema de seguridad sí cumplió, a pesar de las críticas, pues asegura que su función es detectar la maleta contaminada, como efectivamente sucedió, y recordó que el nivel de seguridad que tienen los ubica dentro de los 100 mejores aeropuertos del mundo. (Lea la columna de Ramiro Bejarano: Pesadilla)
¿Cómo pudieron haber irrumpido el sistema de seguridad?
Nosotros tenemos un sistema de última generación, es el sistema de manejo de equipaje más avanzado del mundo. Tiene adicionalmente unos tomógrafos de tercera dimensión que muestran el contenido de la maleta y además un sistema de vigilancia que la sigue todo el tiempo. (Lea ¿Quién responde por “cambiazo” de maleta en El Dorado?)
En el caso específico de esta maleta, tenemos videos del pasajero cuando llegó al aeropuerto con otras maletas completamente distintas, cuando esa maleta entra al sistema es un equipaje limpio. A la maleta se le hace un seguimiento por todo el sistema de equipajes, que cuenta con unos 12 kilómetros de bandas transportadoras, cada maleta va en una bandeja y está individualizada. Es decir, si se levanta la maleta del recorrido, el sistema alerta si esa maleta se cambia de bandeja (porque el sistema no para). En el caso de este pasajero, al que hizo seguimiento El Espectador, la maleta salió bien a las bandas donde las recogen las compañías que hacen la clasificación de las aerolíneas.
La maleta aparece 40 minutos después reinyectada. El sistema detecta que la maleta viene con un peso diferente del que había entrado inicialmente; además, tanto funcionarios nuestros como la policía identifican que el equipaje trae algo extraño.
¿Qué personas tienen acceso a las maletas?
El sistema es automático, solamente se tiene acceso a las maletas si el sistema para, por si alguna cosa se traba, de lo contrario no para. Meterse a sacar una maleta puede matar a alguien si el sistema está andando. Finalmente, ese recorrido llega a las empresas que les prestan servicios a las aerolíneas.
Si el problema fue el “bagtag”, ¿a quién le corresponde modernizar o asegurar ese sistema?
Opain tiene la última tecnología en eso. No obstante, hay un sistema de chip, pero cada pasajero tendría que comprar ese chip para ponerle a su maleta y tener un sistema de seguimiento. Nuestro contrato de concesión no contempla eso. Si la ANI o la Aeronáutica Civil quieren que Opain invierta en eso, pues tendría que haber un pago adicional por el contrato, que es un sistema distinto al que tenemos actualmente.
Es importante mencionar que ya tenemos los videos donde se identifica quién quita la maleta y quién la vuelve a poner y eso está en manos de la Fiscalía.
¿Cuántas maletas se movilizan al día?
Alrededor de 38.000.
En este caso específico, ¿cuál de las entidades a cargo pudo haber incurrido en un error?
No hay ningún error, intentaron hacerlo y no pudieron. Ahora, manos criminales en el tema de droga ha habido siempre en la historia de Colombia y la Policía Antinarcóticos hace un trabajo impresionante para que no haya temas como este. Pero es imposible tener 100 % de seguridad en materia de drogas, porque la droga puede ir en contenedores, en champú, en ropa interior, y no hay ningún elemento que detecte ciento por ciento droga, porque puede ir en cualquier cosa.
Los biosensores, que son los perros, ayudan muchísimo. Pero lo que tenía que funcionar, funcionó muy bien. El sistema alertó la maleta, la Policía lo detectó y el equipaje no salió de Colombia.
¿No existe otro sistema más seguro aparte del que tiene actualmente Opain?
No, no hay otro. El sistema costó 70 millones de dólares, eso es lo que vale un aeropuerto mediano en Colombia.
¿Con qué otro tipo de problemas de inseguridad lucha Opain?
Las máquinas tienen un sistema de reconocimiento de armas, explosivos y funcionan automáticamente. Esa también es la última generación de tomógrafos que existe en el mundo.
¿Puede explicarnos todo el recorrido de las maletas?
El recorrido que hacen las maletas después de hacer check-in es: entra al sistema de manejo de equipaje, que tiene cinco niveles de seguridad, hay unas personas que están mirando las cámaras por la policía y contratadas por Opain, a través de una compañía de vigilancia. Estas personas solo ven imágenes y no saben de qué vuelo es cada maleta, para que no haya posibilidades de filtración. Asimismo, la máquina detecta todo lo que tenga que ver con temas de explosivos, armas, municiones y material aglomerado.
Va pasando por esos niveles de seguridad y si la persona o la máquina no detecta nada raro, sigue el recorrido hasta llegar a las bandas, donde las recogen las aerolíneas y ahí las suben. Por el contrario, si se identifica algo extraño, la persona lo reporta y va subiendo niveles de seguridad hasta que llegan finalmente al nivel cinco, en que se abre la maleta y está la policía ayudándonos.
¿Como este caso, cuántos más se han presentado?
Supimos uno del año pasado y este, no tenemos más información sobre otros.
¿Cuál es papel de Opain en estos casos de seguridad?
Nosotros no somos autoridad, Opain no es la operación antinarcóticos. Por lo tanto, no tenemos ninguna jurisdicción sobre antinarcóticos. Nuestra única responsabilidad, que está en el contrato, es sobre armas, explosivos, municiones, y sobre eso tenemos que evitar que cualquiera se suba a un avión. Sobre droga no, esa es labor exclusiva de la Policía Antinarcóticos.
¿En qué va el proceso del “cambiazo”?
La Policía Antinarcóticos ya abrió el proceso judicial y el fiscal emitió el programa metodológico para adelantar las actuaciones judiciales que corresponden.
La víctima perdió su vuelo, entre otros retrasos, ¿quién le responde al usuario?
La aerolínea directamente, nosotros no tenemos nada que ver en este caso, pues no fue un funcionario de Opain, ni un funcionario de un contratista de la compañía, por lo que el usuario tiene que dirigirse a la aerolínea y es ésta la que tiene que responderle por el retraso y otros gastos.
¿Cuáles son los retos de Opain?
Nuestro principal reto ahora es mejorar la experiencia del usuario y estamos trabajando constantemente, eso incluye hacer inversiones adicionales, cerca de $310.000 millones en ampliaciones a los edificios que estamos haciendo este año.
¿Cómo está El Dorado a nivel mundial?
Es el más importante de Colombia, es el tercero más importante en tráfico y el año pasado ganó el mejor aeropuerto de Suramérica. Asimismo, en los 100 primeros no hay aeropuertos latinoamericanos por encima, es decir, somos el mejor de toda la región, calificado por los usuarios. Y estamos esperando el resultado de la clasificación de este año, que sale el 14 de marzo.
¿El aeropuerto El Dorado se quedó pequeño?
Ningún aeropuerto se piensa para muchos años como se hacía antes. Son inversiones tan grandes que tienen que ir creciendo con el tráfico. Con los edificios que vamos a ampliar, vamos a estar con capacidad de cerca de 40 millones de pasajeros.
¿Cómo está de 1 a 10 El Dorado?
Yo diría que 8,5, estamos mejorando en algunas cosas, no somos perfectos y siempre tenemos cosas por cambiar.