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Dos ejércitos. De un lado estaba el ejército de Roma, desafiante, y del otro lado, el de Cartago. Ambos izaban sus banderas y se preparaban para el anuncio de “Hay combate”, dictado por el profesor. Era una guerra de todos contra todos: el salón entero atacaba con preguntas, las más rebuscadas para corcharse entre sí. Era la batalla de los lunes, en la que los estudiantes del colegio Javeriano de Pasto, cual soldados, se batían el lugar del emperador. Quien ganaba vigilaba la clase durante la semana. Así funcionaba el sistema de las decurias con el que hace 50 años, Óscar de Jesús Saldarriaga aprendió a leer, escribir, multiplicar y dividir.
“Después entendí que esa experiencia de educación me había marcado de por vida y había definido, sin yo saberlo, mi destino de historiador de la pedagogía y la educación”, sostuvo Saldarriaga, quien fue exaltado como uno de los mejores investigadores de la Universidad Javeriana, otorgándole el Premio Bienal de este año.