El esfuerzo siempre trae sus recompensas. Eso lo sabe muy bien por estos días la Universidad de La Salle, pues acabó de recibir la certificación en Calidad de Internacionalización del Consorcio Europeo de Acreditación (ECA), una organización internacional que contribuye al reconocimiento de las cualificaciones de la educación superior. Este es un logro muy importante, no solo para esta institución educativa, sino también para el país, ya que es la primera vez que esta distinción se le entrega a una universidad fuera de Europa.
Pero ¿por qué es tan importante obtener esta acreditación? Porque indica que Colombia está mejorando sus niveles de calidad, pero sobre todo porque se clasifica al país como un excelente lugar para que docentes y estudiantes de otras partes del mundo aprendan y realicen sus investigaciones aquí. “La Universidad La Salle demuestra un fuerte compromiso en la construcción, desarrollo y consolidación de procesos claros y coherentes de internacionalización que han tenido un impacto positivo recientemente, los cuales cuentan con el respaldo, tanto por la comunidad académica lasallista como por los grupos de interés externos”, notificaron las directivas de ECA.
Curiosamente, la noticia llegó en medio de la celebración de los 50 años de la Universidad de La Salle. Así lo cuenta su rector, el hermano Carlos Gómez, quien agrega que la certificación es una oportunidad para reflexionar sobre el compromiso, la visión y la misión de la universidad con Colombia.
“Estamos convencidos de que sólo a través de la educación de calidad, Colombia sobrepasará tantos años de oscuridad e incertidumbre. La educación no es un juego, y ni que decir de su calidad. Necesitamos que la gente en otras latitudes comprenda que nuestro propósito busca que las personas en otras partes puedan ver aquello en lo que creemos firmemente, el poder de la educación para transformar sociedades”, indica.
Fueron varias las razones para que esta universidad fuera acreditada por la ECA. Una de ellas, que fue la que más llamó la atención de los delegados, fue el proyecto Utopía, una iniciativa que consiste en que estudiantes de escasos recursos, muchos de ellos víctimas del conflicto armado, realicen las prácticas en el exterior y conozcan otras culturas. Para esta universidad es fundamental que todas las personas puedan acceder a la mejor educación, no en vano tienen la mayor población del programa “Ser pilo paga” del Gobierno Nacional.
Aunque estaban seguros de que tenían todas las herramientas para ser un buen candidato a ganarse este reconocimiento, el proceso para llegar hasta la acreditación fue muy largo y dispendioso. Primero, fue necesario hacer un proceso de auto evaluación sobre sus experiencias en internacionalización y consolidar un informe para la ECA. Luego, la organización revisaba cada punto para después enviar a un panel de expertos, liderados por el Dr. Hans de Wit, (autoridad mundial en educación internacional), que haría una serie de recomendaciones que mejorarían la calidad educativa. “Nos sugirieron consolidar un comité de internacionalización y actualizar nuestras metas sobre este tema en un contexto mundial. Acogimos sus sugerencias y mejoramos nuestros lineamientos de internacionalización”, explica Giovanni Anzola, jefe de la oficina de Relaciones Internacionales.
Lograr esta acreditación fue un primer paso. Sin embargo, para las directivas de la universidad, en los próximos años llega el mayor desafío: mantener los estándares de calidad e intentar que la internacionalización de la educación pase de ser una apuesta a ser un punto fundamental en la educación colombiana. También, es importante que empiecen a compartir su proceso con otras instituciones para que se otorguen más de estos reconocimientos en el país y, de esta forma, posicionar el nombre de Colombia en el ámbito de la educación internacional y como referente en la región Latinoamericana.