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Ana Penyas es considerada la revelación de la novela gráfica. Fue seleccionada para realizar una residencia artística en De Licerias (Oporto, 2015). Recibió una mención especial en Iberoamérica Ilustra 2015 y ganó el VII Catálogo Iberoamericano Ilustra en el 2016. Recientemente fue galardonada con el Premio Internacional de Novela Gráfica Fnac-Salamandra Graphic con su libro Estamos todas bien, que rinde homenaje a sus dos abuelas, Maruja y Herminia.
“La historia nació muy casual. Un profesor me pidió hacer un ejercicio en clase cuando cursaba mi último año en bellas artes. Quería que recreara una anécdota en un cómic de cuatro páginas. Instintivamente me llegó la imagen de mi abuela Maruja sentada en su sillón. Acababa de visitarla y los trazos me fluyeron de manera natural”, explica con ojos vivaces y brillantes por la alegría que sigue experimentando al recordar ese momento.
Al profesor le gustó su trabajo, pero le sugirió que desarrollara el tema de la vejez. Entonces decidió incluir a su otra abuela, Herminia, para contrastar dos visiones de esta etapa de la vida. De esta manera, Ana nos sumerge en el mundo de los recuerdos de estas dos mujeres. “Mis abuelas crecieron en una época dura, el contexto en el que se formaron las marcó. Fueron los días de la dictadura franquista. Todo ese complejo momento está presente en mi historia. El propósito fue dejar claro el papel que les tocó afrontar como mujeres, esposas y madres. Bueno, pienso que puede hacerse una lectura feminista, que es un tema que me apasiona”.
La autora consigue expresar una realidad muy particular con un estilo propio, crudo y expresivo, muy unido a lo fotográfico.
“Estamos todas bien es también la historia olvidada de muchas mujeres que han vivido sólo para otros, no para ellas, las que se dedicaron a sus hijos y al proyecto de sus maridos, sin pensar en nada más. Mi intención es visibilizarlas, que nos pongamos en su lugar”, concluye.
Por Karina Medina Pino
