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Hallaron estructuras del primer acueducto de Medellín durante la restauración del Claustro San Ignacio

La segunda etapa de restauración del Claustro trajo hallazgos arqueológicos del primer acueducto de Medellín, así como nuevos espacios que siguen contribuyendo a la escena cultural de la ciudad.

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29 de noviembre de 2025 - 05:22 p. m.
El proceso de renovación del Centro Cultural Claustro Confama inició en 2021 y se espera que el proyecto finalicé sus obras en 2027.
El proceso de renovación del Centro Cultural Claustro Confama inició en 2021 y se espera que el proyecto finalicé sus obras en 2027.
Foto: Cortesía Confama
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Tras 222 años de historia, el Claustro San Ignacio sigue readaptándose a las necesidades de los habitantes de Medellín. Por esto, Comfama inauguró la segunda etapa del proyecto de restauración de este edificio patrimonial.

Esta nueva intervención propone distintos espacios de encuentro cultural para la ciudad, tales como bibliotecas, salas de cine y talleres de oficio. Además, durante el proceso se descubrieron vestigios arqueológicos del primer acueducto de Medellín.

“Con cada avance en el proyecto de renovación y repotenciación de nuestro Centro cultural Claustro Comfama San Ignacio ratificamos que la cultura y la educación son esenciales en un proyecto social como el nuestro. A partir de este espacio y sus contenidos estamos contribuyendo a consolidar una sociedad más justa, en la que es posible transformar la vida de las familias e inspirar a las empresas de Antioquia”, afirmó David Escobar, director de Comfama.

En 2021, Comfama asumió este proyecto de renovación arquitectónica que está integrado por tres etapas. La primera, inaugurada en 2023, trajo consigo la apertura de Patio Teatro, destinado a presentaciones artísticas, así como espacios museográficos, cafés, terraza y nuevas aulas. Los recursos destinados a las primeras dos etapas fueron $45.000 millones de pesos y se espera completar la restauración para el 2027.

Sobre los hallazgos arqueológicos

Durante estas intervenciones, los colaboradores del proyecto encontraron vestigios del primer acueducto de Medellín. Las excavaciones revelaron acequias en barro cocido cubiertas con lajas de piedra, que fueron diseñadas para traer agua desde las quebradas La Palencia y Santa Elena.

“Medellín está íntimamente ligada a su vinculación con sus quebradas y sus ríos. Este es el primer complejo arquitectónico que pensó cómo era la relación de la ciudad con el agua y cómo podría darse el manejo de agua limpia y sucia” declaró Pablo Restrepo, responsable de mediación del Claustro San Ignacio Comfama.

A partir del proceso de levantamiento y preservación que realizaron los arquitectos, arqueólogos y el resto del equipo técnico de 2023 a 2024, el Instituto Colombiano de Antropología e Historia (ICANH) les otorgó un reconocimiento por su manejo responsable.

Estos hallazgos, que datan del siglo XIX, quedaron expuestos para todo el público en el patio cercano a la entrada de la calle Pichincha, lugar donde fueron encontrados y que tuvo que ser readecuado para la exposición de estos vestigios.

Esta no es la primera vez que se encuentran piezas arqueológicas de este tipo. Durante la primera etapa de restauración se reveló en uno de los salones un mural oculto tras siete capas de pintura, ventanas arqueológicas y calas estratigráficas, que son una muestra del patrimonio y los 222 años de historia que se conservan en el edificio.

Edificio bicentenario: 222 años de historia

En 1803, en el centro de Medellín, se colocó la primera piedra para la edificación de este inmueble que se ha convertido en patrimonio cultural de la ciudad. El Claustro fue construido inicialmente para ser un convento franciscano y, posteriormente, fue un colegio jesuita.

Desde la época de la colonia hasta la conformación de la República, este espacio ha sido testigo de varios de los momentos históricos más importantes de la región de Antioquia y de todo el país.

En 1828, sirvió como cuartel durante la rebelión de José María Córdova y tuvo que ser restaurado después de los daños causados en la Guerra de los Mil Días. También ha sido sede de la Universidad de Antioquia, del Colegio San Ignacio y del Centro de Estudios de Sistemas y Desarrollo Empresarial (Cesde).

Declarado Monumento Nacional en 1982, el Claustro fue el lugar donde se creó la primera escuela de oficios y el primer observatorio astronómico de la ciudad. En 2006, los jesuitas le vendieron este sitio a la caja de compensación antioqueña, Comfama, y en 2016 se dio inicio a otra etapa del edificio, a partir de su nuevo enfoque como centro cultural.

“El Claustro San Ignacio o Claustro Comfama es un edificio que se empezó a construir a principios del siglo XIX, antes de que Colombia fuera una república independiente. Ha sido de todo: nació para ser la primera universidad de este departamento, después se volvería cuartel militar, estación de policía, sede universitaria, colegio jesuita, convento de órdenes religiosas como la jesuita y la franciscana. Y ahora es el centro cultural más importante de Antioquia, combinando distintos tipos de servicios en el centro de Medellín y el corazón de Antioquia”, declaró Escobar para Semana.

Epicentro de la cultura en Medellín

“No solamente el Claustro, sino que todo Comfama es un proyecto cultural y educativo. Al estar en el corazón de Medellín, nosotros tenemos una comunicación constante con todos los actores culturales de la ciudad”, expresó Restrepo.

Un ejemplo de esta articulación fue la octava edición del Festival de Teatro Comfama San Ignacio, a partir del cual se formó un circuito con otros espacios teatrales del sector de La Candelaria, como el Teatro Matacandela, el Pequeño Teatro, el teatro Pablo Tobón Uribe, entre otros.

Esta vinculación del Claustro con el teatro se ha venido construyendo desde 1830, cuando el gobernador Alejandro Vélez Barrientos dio los permisos para la instalación del primer escenario de teatro de la ciudad en uno de los patios del edificio.

De la misma manera, este lugar se ha convertido en un espacio para la literatura, a partir de tertulias, clubes de lectura y otros encuentros con diferentes referentes de este campo.

Además, la caja de compensación organizó el concurso “Medellín en 100 palabras” en colaboración con el Metro de Medellín. Los cuentos finalistas fueron incluidos en el libro “Palabras rodantes” y su distribución se da de forma gratuita.

Junto con esta segunda entrega se inauguró la biblioteca general e infantil, con más de 31 mil títulos en su colección, y la mediateca, con un total de 7 mil contenidos audiovisuales.

Asimismo, se han realizado adaptaciones de ciertos lugares para la difusión de la cultura. Este es el caso de Cinema Comfama, una capilla que pasó a convertirse en un templo para el séptimo arte.

La adecuación contó con la instalación de estructuras de insonorización para proyecciones audiovisuales, sin embargo, bajo el compromiso de conservación que tiene la institución, se mantuvieron varios elementos arquitectónicos, como los rosetones y los vitrales originales.

Desde la entrega de la primera etapa, 2.1 millones de personas se han visto beneficiadas a partir de los servicios que ofrece el Claustro. Además, en los últimos dos años han programado más de 6.000 eventos de cine, teatro, danza, literatura y música.

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