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“La Vorágine” es una novela escrita por el autor colombiano José Eustasio Rivera y publicada en 1924. La primera charla de los Diálogos de El Magazín de El Espectador, se centró en esta novela, obra icónica de la literatura latinoamericana y una de las más importantes dentro de la literatura colombiana del siglo XX. La trama gira en torno a Arturo Cova, un joven que huye de la civilización para internarse en la selva amazónica colombiana en busca de riquezas y aventuras. A lo largo de su viaje, enfrenta los desafíos de la naturaleza hostil y se cruza con diversos personajes, algunos de los cuales comparten historias que reflejan la brutalidad y la explotación en la región.
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José Eustasio Rivera, nacido el 19 de febrero de 1888 en el departamento de Huila y fallecido el 1 de diciembre de 1928 en Nueva York, Estados Unidos, fue un destacado escritor colombiano. Se le reconoce principalmente por su obra maestra “La Vorágine”, publicada en 1924. Rivera, quien estudió derecho en la Universidad Nacional de Colombia y ejerció como abogado y juez en varias regiones de su país, encontró en la literatura su verdadera pasión desde temprana edad. “La Vorágine” lo consagró como uno de los grandes exponentes de la literatura colombiana y latinoamericana, siendo considerada una obra maestra del realismo y una denuncia de las injusticias sociales y los abusos contra los pueblos indígenas en la región del Amazonas.
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Rivera demostró un adelanto a su tiempo al introducir elementos de metaficción en su obra. Según José Luis Díaz-Granados, “la aventura que él vive y el conocimiento y la observación que él tiene, lo lleva a describir y a recrear y a reinventar las pasiones humanas”. Vanessa Londoño también señaló que la novela anticipó la burocracia excesiva en Colombia: “con la cantidad de documentos que aparece en la novela están hablando de la selva burocrática en la que se iba a convertir el país”.
En cuanto al impacto de “La Vorágine”, Díaz-Granados mencionó que “pasaron 43 años hasta la aparición de Cien años de soledad. María, La Vorágine y Cien años de soledad”, indicando así la trascendencia de esta obra. “Escritores de generaciones posteriores imitaron y se inspiraron La Vorágine”. A su vez recordó una anécdota con Gabriel García Márquez en la que mencionaba que para hablar de literatura mejor le preguntarán a Álvaro Cepeda, Mario Vargas Llosa o a José Eustasio Rivera.
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Por otro lado, Vanessa Londoño destacó que la descripción de Colombia en “La Vorágine” no difiere mucho de la realidad actual, subrayando la persistencia del modelo de explotación descrito en la novela. “Un sistema donde un colono crea una estructura para hacer un hotel en un resguardo indígena y les dice que tienen una deuda que nunca le van a poder pagar”.
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