Marco T. Robayo, escritor bogotano, se fijó en las diferentes versiones sobre el descubrimiento de América. Se detuvo en los países que se referían al histórico 12 de octubre de 1492, como “el encuentro de dos mundos” o el día de la hispanidad, pero nunca como una conquista de sus tierras. Para ellos fue una invasión y muchas personas no celebran, sino rinden homenaje a las vidas perdidas el día en el que América fue saqueada, sus mujeres fueron violadas y su dignidad aplastada. Debido a estas manifestaciones y a la reclamación de los españoles por el Galeón San José, investigó más.
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El libro de ficción, basado en hechos reales, intenta sopesar la versión de los indígenas y de los españoles que defienden la conquista del continente americano, pero, sobre todo, entender por qué siguen siendo reconocidos y conmemorados los genocidios europeos, y los que afectaron a los indígenas americanos continúan celebrándose. “El tesoro que hay dentro de ese barco se dice que es de 10.000,15.000 o 17.000 mil millones de dólares. Lo que hay dentro no solo pertenece a Colombia. Se supone que de nosotros solo sacaron las piedras preciosas como las esmeraldas o perlas, pero también había oro de Panamá, Bolivia y Perú. Tenemos antecedentes de que en este metal fueron 7.000 toneladas que salieron durante casi tres siglos. Es una cifra gigante”, dice Robayo, que decidió dejar de ver la situación como un problema exclusivo de los colombianos. Tiene claro que, desde la Patagonia hasta las zonas de los nativos norteamericanos, fueron atacadas. Su obra tiene que ver con las pulsiones de un grupo de indígenas contemporáneos que intentarán cobrar la deuda que tienen la corona española con América.
“Yo creo, si los números no mienten y se está hablando de millones de indígenas asesinados, que es una cifra que no podemos pasar por alto seamos o no seamos parte del conflicto”, declaró el autor bogotano.
Las preguntas que suscita la lectura de “El gran genocidio” de la editorial Planeta, pueden ser: ¿Se está maquillando la historia? ¿Se está exagerando? ¿Ese genocidio ocurrió o no ocurrió? ¿Por qué se da relevancia a los crímenes europeos y a los actuales no? Y las respuestas siguen siendo lejanas y confusas, pero oportunas para un momento en el que los colombianos no han reconocido sus raíces y mucho menos, cuestionado una identidad que aún se distorsiona entre las española y la indígena.
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La historia se desarrolla en torno a una demanda que pone un indígena que sueña con que se vuelva revisar un caso abandonado. Su reto será llevar la denuncia a gran escala y buscar personas que se unan a sus pretensiones. Cuando él, junto con un grupo de amigos que decidieron apoyarlo, juntan personas alrededor del continente y elevan la petición, el proceso se complejiza.
Marco T Robayo es bogotano. Actualmente vive en Texas y es empresario. Su tiempo lo divide entre su trabajo y las horas que le dedica a la escritura. Se ha esforzado por construir un equipo que pueda reemplazarlo en los asuntos que tienen que ver con su empleo formal, porque lo que realmente le apasiona es escribir. Sufre de insomnio y lo justifica con las ideas que le resuenan en la cabeza y no permiten que descanse. Se levanta y escribe sin descanso. “El gran genocidio” lo escribió en seis meses.