Publicidad

El legado de Pier Paolo Pasolini visto con ojos contemporáneos

La exhibición “Lucíferas”, un homenaje indirecto a Pasolini, abrió sus puertas el 11 de agosto y se presentará en la Cinemateca de Bogotá hasta el 23 de octubre.

Sigue a El Espectador en Discover: los temas que te gustan, directo y al instante.
Andrea Jaramillo Caro
29 de agosto de 2022 - 02:00 a. m.
 La exhibición "Lucíferas" cuenta con acciones que se realizan en vivo, a lo largo de su presentación.
La exhibición "Lucíferas" cuenta con acciones que se realizan en vivo, a lo largo de su presentación.
Resume e infórmame rápido

Escucha este artículo

Audio generado con IA de Google

0:00

/

0:00

¿Qué diría Pier Paolo Pasolini, el escritor y cineasta italiano, en 2022? ¿Cómo sería su obra en el siglo XXI? Estas son las preguntas a las que la exhibición Lucíferas busca una respuesta, a cien años de su nacimiento. Entre fotografías, videos, piezas de performance y más, la muestra artística que se inauguró el 11 de agosto presenta un homenaje indirecto al director italiano.

De acuerdo con Alessandra Merlo, miembro del equipo curatorial junto a Érika Martínez, uno de sus objetivos era acercar al público colombiano a la obra de Pasolini. Las curadoras invitaron a diez artistas a crear una obra inédita para la exhibición, enmarcada dentro de los valores y características asociados al escritor y cineasta. Ximena Díaz Gómez, Camilo Falla, Laura Jiménez Galvis, Camilo Londoño, Santiago Lozano + BLAST (Jorge García), Paul Sebastián Mesa, Laura & Pablo Mora, Sebastián Múnera y Federico Ríos crearon, cada uno, una pieza a partir de pistas como citas y palabras relacionadas con las obras del italiano. Adicionalmente, Merlo y Martínez tuvieron la idea de tener como invitados especiales a dos artistas que, temporalmente, son más cercanos a Pasolini: Viki Ospina y Miguel Ángel Rojas.

“Desde el comienzo tuvimos la idea de dejar un espacio para ‘otros’, que eran justamente estos personajes reconocidos, que casi por derecho de pertenencia tenían que estar aquí. Finalmente, debido a varios factores, nos decidimos por dos invitados especiales y que tenían que ser ellos. Nos abrieron sus talleres y contamos la historia detrás de esta exhibición. No nos prestaron sus obras a cambio de algo, ellos querían estar aquí”, contó Merlo. Érika Martínez recuerda que, en el caso de Viki Ospina, ambas seleccionaban las mismas fotografías sabiendo que caminaban en la misma dirección. Mientras que, en el caso de Miguel Ángel Rojas, fue el mismo artista el que supo cuál de sus obras sería la indicada para mostrar y las curadoras no pudieron estar más de acuerdo.

Entre la Galería, el Taller de Imagen y la Sala E, Lucíferas tomó el espacio disponible no solo para exhibir, sino también para crear y presentar en vivo las piezas de Federico Ríos, Sebastián Múnera y Santiago Lozano + BLAST (Jorge García).

Le invitamos a leer: “Tú no sabes quién está pensando en matarte”

Martínez asegura que la iniciativa para realizar esta exhibición nació de un interés conjunto de las curadoras, quienes también se desempeñan como profesoras e investigadoras en la Universidad de los Andes, que se reflejó en el primer producto de esta exhibición: un germen curatorial. En este justificaron el proyecto dentro del contexto colombiano y “revisando hoy ese germen vemos que no ha cambiado mucho”, afirmó Merlo.

Cuerpos andróginos, paisajes en llamas y el recuerdo de una era traída al presente a través de los vestigios culturales que nos quedan, son algunos de los elementos que se encuentran en las obras expuestas y que albergan parte de la esencia de Pier Paolo Pasolini.

Cada uno de los artistas convocados fue invitado a participar de la exposición debido a que el equipo curatorial ya conocía su forma de trabajo y sabían que “les podíamos encomendar este reto. Para eso nos sirvió también el documento”, dijo Martínez. Ese primer germen curatorial fue el que fungió como guía para que los artistas desarrollaran sus propuestas para la exhibición, que hace parte de ARTBO Salas Itinerantes y es apoyada por la Cámara de Comercio de Bogotá, el Instituto Italiano de Cultura y la Universidad de los Andes.

Para llegar al resultado que hoy se aprecia en las salas de la Cinemateca, la comunicación fue un punto clave, pues solo lograron reunirse artistas y curadoras una vez y de forma virtual. Sin embargo, la aproximación que Martínez y Merlo tomaron para Lucíferas fue una “apuesta que está fundamentada en la investigación y en un diálogo crítico con los artistas. Esos diálogos eran para mirar asuntos técnicos, pero también asuntos conceptuales y profundos. Si veíamos que alguno estaba tratando un tema específico y notábamos que había una película de Pasolini que necesariamente tenía que volver a ver, le hacíamos el comentario. En la creación de las obras nosotras ofrecíamos sugerencias sobre el montaje o el diálogo con las demás obras”.

Le puede interesar la siguiente galería de fotos: Pier Paolo Pasolini, 100 años del cineasta italiano

Con las obras, características y mensajes que enviaba Pasolini, esta exhibición se configura como una muestra compleja y, en términos absolutamente positivos, contradictoria. “Queríamos producir algo diverso, que no mostrara una homogeneidad de obras y contenidos, sino que esta uniformidad se encuentra en la pregunta que cada uno de ellos se está planteando y que muestra diferentes facetas de Pasolini. Pasamos de un Pasolini muy respetuoso a uno muy atrevido, al cuerpo, al discurso, al conocimiento de la tradición pictórica. Todo esto, en su misma vida, no formaba un personaje homogéneo y coherente, sino un personaje vital”.

El diálogo que se produjo entre las obras de cada artista se da a través de una red de elementos que incluyen la exhibición en su totalidad, la ficha de cada obra que parece parte de una serie de ensayos cortos y una cita de Pasolini al final de cada uno de ellos que “no es simplemente una cita de él, no es solo jugar a darle la voz a Pasolini, sino identificar el punto de la obra de él que tiene que ver específicamente con la obra expuesta. Hay una serie de relaciones que allí están apenas nombradas, no queríamos que fuera demasiado evidente, pero hacen que todas las obras se unan”, aseguró Merlo.

El proceso de montaje y museografía no fue sencillo, pues al ser obras inéditas no había certezas sobre cómo se vería el producto final en el espacio. “Teníamos una idea, pero no sabíamos cómo iba a quedar y debíamos empezar a distribuir y transformar el espacio”. Dos semanas antes de la inauguración comenzó el montaje sin obras y sin ellas tuvieron que tomar decisiones respecto a cómo se vería la sala. Finalmente, el 4 de agosto entraron las obras y el riesgo que tomaron dio resultado, pues en caso de que algo no resultara como lo planearon debían reevaluar y tomar nuevas decisiones.

Durante todo el proceso Martínez y Merlo estudiaron y repasaron cada una de las obras de Pasolini en una lucha por llegar a las profundidades de sus mensajes, reclamos e ideas. Martínez cuenta que una experiencia previa a la inauguración que la marcó fue volver a ver las películas en cine y, a su vez, redescubrir al poeta entre los versos del libro Las cenizas de Gramsci, en el que él escribía estos “poemas a Italia y ese reclamo que hacía mediante su poesía. Pensaba que esta es una persona que todavía tiene mucho para dar y era necesario volverlo a revisar y recuperar al escritor porque la gente se quedó con el cineasta”. El legado de Pasolini continúa vivo a cien años de su nacimiento y 47 años después de su muerte. Con homenajes rendidos en diferentes eventos y ciudades del país, la influencia del cineasta y escritor italiano cobra relevancia en un momento en el que sus ideas resuenan con fuerza. Para Merlo, la figura del italiano sigue siendo de gran importancia, y más en Colombia, debido a que “todavía es difícil expresarse por fuera de las modas, de los lugares comunes, ser sinceros, innovadores y escuchados tampoco es fácil. El mundo sigue siendo muy reacio al verdadero pensamiento y al atrevimiento, a la sinceridad de los cuerpos, a la búsqueda de la belleza que no es homogénea. Nos hemos preguntado no sólo ¿de qué hablaría Pasolini hoy? También cómo amaría y me temo que estaría más enfurecido que en los años 70 y nosotros tenemos eso en el centro de la exhibición”.

Le recomendamos leer: Los Kamëntsa, un pueblo indígena milenario del Valle de Sibundoy

Pier Paolo Pasolini escribió en su poema Una desesperada vitalidad: “La muerte no está en no poder comunicar, sino en no poder ser nunca más comprendidos”. Ese verso, presente en Lucíferas, da a entender que su voz es comprendida y que aún se necesita de ella.

Andrea Jaramillo Caro

Por Andrea Jaramillo Caro

Periodista y gestora editorial de la Pontificia Universidad Javeriana, con énfasis en temas de artes visuales e historia del arte. Se vinculó como practicante en septiembre de 2021 y en enero de 2022 fue contratada como periodista de la sección de Cultura.@Andreajc1406ajaramillo@elespectador.com
Conoce más

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscríbete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta  política.