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El Festival, que celebra su 77ª edición entre el 14 y el 25 de mayo, no reaccionó por el momento ante esa convocatoria.
El colectivo, conocido como “Bajo las pantallas la miseria”, adoptó el llamado a huelga tras una asamblea de 50 personas, explicó una de sus portavoces.
La huelga no busca obstaculizar la gala de estreno del Festival, pero “podría perturbar” el buen desarrollo de la cita cinematográfica, añadió.
La organización, independiente de los grandes sindicatos franceses, agrupa a proyeccionistas, programadores, encargados de prensa o de venta de billetes, así como de los servicios de acogida de los invitados.
Los trabajadores piden acogerse a un sistema de cotización y remuneración específico para los trabajadores del sector de espectáculos en Francia.
Los empleados en áreas como el cine, el teatro o la música son considerados “intermitentes” y por ello pueden acogerse al beneficio de desempleo y seguir cotizando para la jubilación o la sanidad pública bajo ciertas condiciones en Francia, a pesar de que no trabajen.
“Nuestras alertas y reivindicaciones han sido recibidas hasta ahora con educación, pero no hay ninguna propuesta concreta por parte del Centro Nacional de Cine, o del ministerio de Cultura”, advierte el comunicado.
El Festival de Cannes solo se vio alterado en una ocasión en su historia, justo en plenos disturbios de mayo de 1968, durante la 21ª edición, que tuvo que ser cancelada anticipadamente.
El evento se abre la semana que viene con un centenar de películas en diferentes secciones y estrellas como Francis Ford Coppola, George Lucas y Meryl Streep