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La escritora y periodista argentina Mariana Enriquez, conocida por usar el género de terror para hacer crítica social, considera que “el algoritmo, la inteligencia artificial, el teléfono y las redes sociales” son propicios para la literatura y el arte, incluso más que las políticas de ciertos gobiernos.
Enriquez, de 51 años, es una de las voces más destacadas de la narrativa gótica. Sus libros, multipremiados y traducidos a varias lenguas, abordan temáticas sociales como la pobreza, la desigualdad o la violencia de género.
“Lo común que hay en todo el mundo no es tanto el giro reaccionario de los gobiernos, sino el algoritmo, la inteligencia artificial, el teléfono y las redes sociales”, declaró la escritora durante una entrevista en París. “Eso está mucho más relacionado con lo literario y el narrar las vidas cotidianas, la paranoia, la crueldad y la locura, que los gobiernos”, añadió Enriquez, recordando que el arte en general aborda las “ansiedades y miedos sociales”.
“La gente está lejos de los gobiernos y muy cerca del discurso paranoico e inhumano de las redes”, señaló Enriquez, quien promocionó la traducción francesa de Un lugar soleado para gente sombría. Este volumen de 12 relatos convertirá varios de sus textos en una miniserie de Netflix dirigida por el chileno Pablo Larraín.
La escritora insistió en el sentido literal de la palabra “inhumano” en un sistema —el de las redes— donde la mayoría de los discursos no son creados por personas, sino por robots. Hoy en día, afirmó, cuando se leen noticias o se ven imágenes, se ha perdido la certeza sobre si lo que se consume es verídico o no; si se trata de una noticia falsa, una cara real o una modificada por la IA, o si se está interactuando realmente con otra persona o con un robot.
“Es la primera generación de seres humanos que convive con este tipo de robot”, advirtió. “Es claramente terrorífico”.
“Una frustración más”
Cuestionada por la situación de su país, donde el presidente ultraliberal Javier Milei atraviesa una crisis política tras reducir la inflación y lograr un superávit fiscal a costa de devaluar el peso y eliminar subsidios, Enriquez respondió que la situación es “muy mala”.
En su opinión, después de casi dos años de mandato, la política de Milei es “un fracaso”. Sin embargo, lamentó que “eso no es una buena noticia (...) A Argentina le hace falta mejorar y tener un buen gobierno que la saque adelante, y un fracaso más es una frustración más, es una desesperanza más”.
La autora de Nuestra parte de la noche buscó entender el origen de esa situación: “No creo que Milei sea un marciano”, comentó. “Es parte de un proceso de desesperación de la gente en Argentina que no encuentra salidas políticas a los interminables problemas económicos y sociales que hay y que apostó a una salida loca”.
¿Podría convertirse Milei, con la motosierra en mano y que considera a sus perros como “sus hijos de cuatro patas”, en uno de los personajes de sus historias? “No”, respondió. “En general, ningún personaje político está en mis cuentos; lo que está son las situaciones sociales que ciertas políticas provocan, pero nunca usé a ninguno”. Y añadió: “La verdad no es el primer presidente muy llamativo en el país, son unos cuantos... No son figuras que me atraigan literariamente”.
Enriquez, ganadora del Premio Iberoamericano de Letras José Donoso en 2024, utiliza la narrativa de terror para plasmar una realidad que, según ella, tiene “muchas dimensiones”. “No tengo ganas de escribir literatura que se parezca a la realidad porque, en mi opinión, tiene pocas posibilidades de representar lo extraña que es la vida”, aseguró. “Para mí la vida cotidiana y lo que nos pasa es profundamente raro”.