Con motivo del ‘Día Nacional de la Memoria y la Solidaridad con las Víctimas del Conflicto Armado’, este jueves la Fundación Gilberto Alzate Avendaño (FUGA) inaugura en sus salas de exposición la muestra Grau, la otra mirada: reflexión sobre el conflicto armado, una exhibición que revela la faceta más crítica y social del pintor Enrique Grau.
La exposición forma parte de la Franja ConMemoria, un espacio dedicado a la memoria y la solidaridad con las víctimas del conflicto armado en Colombia.
Allí, los visitantes podrán ver 26 obras creadas por este pintor colombopanameño entre 1980 y los años 2000, un periodo en el que Grau se enfocó en representar los efectos de la violencia en la sociedad colombiana. Esta serie, compuesta por dibujos, pinturas y esculturas, estará disponible hasta el próximo 3 de mayo con entrada libre en la sede de la fundación (Calle 10#3-16).
Un giro en la obra de Grau
Enrique Grau es reconocido por sus retratos y su exploración del imaginario caribeño, pero en las décadas de 1980 y 1990 quiso darle un giro a su obra. Influenciado por corrientes artísticas que han abordado la violencia, como la pintura de Goya, Rembrandt y Arcimboldo, Grau utilizó su arte para mostrar la brutalidad del conflicto colombiano.
La directora de la FUGA, Blanca Andrea Sánchez, destacó la importancia de esta exposición como un espacio de reflexión: “El arte tiene la capacidad de contar lo que a veces las palabras no pueden expresar. Con esta exposición queremos generar un espacio para el diálogo y la reflexión, donde las heridas del pasado puedan transformarse en caminos de sanación”.
La curaduría de la exposición se ha dividido en dos salas. En la primera, Herencia y representación, se exhibe una escultura de San Pedro Claver, en la que Grau reinterpreta el legado colonial e invita a reflexionar sobre las estructuras de poder que hemos construido como sociedad.
En la segunda sala, Testimonios perdurables, se encuentran las piezas que exploran el impacto del conflicto armado, donde los cuerpos fragmentados y las escenas de violencia nos recuerdan que la violencia no es solo un episodio del pasado, sino una herida abierta que aún estamos intentando sanar.
Arte como memoria
Rodolfo Castillo Grau, gestor cultural y sobrino del artista, explicó que en este periodo Grau decidió alejarse de los retratos de la élite colombiana para representar la violencia desde una mirada testimonial. “Desde entonces, su obra se convirtió en un registro gráfico de lo que ha sucedido en el país”, señaló.
Con esta exposición, la FUGA y la Fundación Enrique Grau Araujo buscan plantear una reflexión, a través del arte, sobre la memoria histórica como un proceso en constante construcción.