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Perdida -y sin destino aparente- (Cuentos de sábado en la tarde)

-¿Sumercé se le ofrece algo… necesita ayuda?

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Jimmy Arias
12 de junio de 2021 - 07:30 p. m.
"… No, mire, sumercé, no me meta en líos, yo solo soy una persona humilde, del pueblo, apenas vendo aromáticas en esta esquina, por favor, no me ponga en esas… Y además ya me toca irme…"
"… No, mire, sumercé, no me meta en líos, yo solo soy una persona humilde, del pueblo, apenas vendo aromáticas en esta esquina, por favor, no me ponga en esas… Y además ya me toca irme…"
Foto: Pixabay
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-No gracias o, mejor, no estoy segura…

-Está perdida, ¿cierto?

-Un poco, o desubicada tal vez… Es que con tanto agite…

-Sí, yo sé, pero tranquila, así me pasaba a mí recién llegué a la capital… Porque usted se ve que es nueva…

-Nueva, sí, pero la verdad me hubiera pasado lo mismo aquí o en cualquier otra ciudad o pueblo perdido en las montañas, verá, siempre es lo mismo…

-Y, perdóneme la indiscreción, si no busca sitio, entonces busca a alguien, ¿cierto?

-Pues, aquí entre nos, a estas alturas de las cosas me da igual quién o qué. Y hasta creo que a nadie le importa el quién o el qué, mientras no les toque a ellos, y ese es el problema. Mejor dicho, nuestro problema.

-Bonito que usted también se incluya. Pero triste todo lo que me dice porque es la pura verdad.

-Y no lo digo yo, lo dice la historia.

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-Pues sí señora, tiene usted toda la razón. Aunque yo no sea muy estudiada y me haya tocado la mera Universidad de la Vida, así es, todos tiramos pa’ un lado distinto. Y de malas todo el mundo, mientras uno no sea el jodido, ¿cierto?

-En efecto. Pero ya que entramos en confianza, por qué no me aconseja alguien de por aquí. Ese tipo de allá, por ejemplo, el de uniforme y casco, el de negro…

-… Ehhh, uy, no…

-O ese que pasó corriendo, con medio ladrillo en la mano, el de la camiseta en la cara…

-… No, mire, sumercé, no me meta en líos, yo solo soy una persona humilde, del pueblo, apenas vendo aromáticas en esta esquina, por favor, no me ponga en esas… Y además ya me toca irme…

-No sea malita, écheme una mano, mire que ya una no sabe quién es quién.

-No, mi señora, yo soy la menos indicada para eso. Además, yo también tengo familia y gente de lado y lado, y pues como que todos estamos en la misma colada, y hasta podría ser yo la persona que usted está buscando, ¿sí me entiende?

-Pues no es ni mala idea… Usted podría ser…

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-No, parece que no me entendió, yo no le estoy dando ideas, al contrario, me estoy haciendo a un ladito, haciéndome la pendeja, que llaman…

-¿Y usted no sabe lo que dijo Dante? Que el lugar más caliente del infierno está reservado para los que se mantuvieron neutrales en un conflicto.

-¿Dan… qué? ¿Y ese quién es? No conozco a ese señor. Mínimo es un político de esos habla m… Porque bien enredado sí suena… Y de eso sí que saben los políticos, de engatusar al pueblo con palabras. Oiga, lástima que no esté uno por aquí, a lo mejor uno de esos si le caería de perlas a usted…

-Ya le dije, en este punto y hora, da igual…

-Venga, y a todas estas, ¿quién la mandó a sumercé por aquí?

-Eso tampoco importa… Derecha… Izquierda… Todos son iguales… Con uniforme… Sin uniforme…

-Muy triste, sí, triste verla en estas, triste verme en estas y, peor todavía, triste vernos en estas.

-¿No se siente a veces como metida en una licuadora?

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-Pues sí, una licuadora de vidas. Vea, le propongo algo, en vista de que anda tan perdida y embolatada, y de que esto está tan caliente y me toca irme para la casa, por qué no, más bien, por hoy, se incrusta aquí en este poste y ya está… Como usted bien dijo, ya no importan mucho los extremos, el quién, el dónde, el qué… El principio o el fin…

-Pues en eso tiene razón. Eso de andar de aquí para allá es bastante fatigoso. Incluso para una bala perdida, sin destino aparente, como yo. Entonces, con permiso, y hasta la próxima.

-Ni más faltaba sumercé, bien pueda siga. Y ojalá y no haya una próxima. Al menos, no conmigo o los míos.

Por Jimmy Arias

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