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“Leonor”, de Pablo Andrés Rial | Fragmentos de lectura

En “Leonor”, el escritor argentino Pablo Andrés Rial, presentó una mezcla entre poesía y el género epistolar, en el que los protagonistas son los mensajes entre dos personas. A partir de su lectura, Isabel López Giraldo seleccionó algunas ideas o frases que podrían dar cuenta de la nuez de este libro.

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Isabel López Giraldo
20 de septiembre de 2025 - 01:57 p. m.
Pablo Andrés Rial publicó "Forzado a viajar", antes de presentar "Leonor".
Pablo Andrés Rial publicó "Forzado a viajar", antes de presentar "Leonor".
Foto: Archivo Particular
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Prólogo

¿A quién habla y bajo qué lengua Pablo Andrés Rial cuando escribe “entre el espanto y la calma”? Es en sí un hecho ya irreparable: su escritura es la inminente pugna del cuerpo estoico y vital contra los vicios estatales del pensamiento. O visto de otro modo, la alegría enferma de vida arremete contra el falso tratamiento de la tristeza. Bajo tal orden, Leonor establece un tratado de vida avicerada de instintos de amor y sagrada de muerte, ante las palabras de Benicio, que gobernado por un pensamiento social excedido, busca una cura. Leonor, sujeta artaudianamente del cuerpo, extirpa la última mala idea, encuentra el sol en una llama, convocada a revolver en la basura, en los cajones, haciendo polvo toda cura posible hasta totemizar sin retorno la enfermedad de la que nace lo vivísimo, coronándola de sí, como un lugar de lo que ya no se vuelve y de lo que no se busca volver: ha borrado las huellas detrás y ha dejado finalmente la palabra vida en la boca de Benicio, como en la boca de un muerto.

Gautier Cepeda García

Fragmentos

Me preocupa verlo así

entre el espanto y la calma...

Nos preparamos para tantas cosas …

pero cuando el momento llega

nos moja la lluvia...

Nunca se refugie en la oscuridad

ni en el frío cercano

de lo que ya no volverá.

Esperar es lo que siempre hago

esperar acariciar al mundo

y que ya no muerda.

La irrisoria existencia

es el mejor engaño.

Querido:

Aquella sensación de la que usted habla es la nostalgia.

Leonor:

Dios debe ser un depresivo

que dejó todo a medio hacer.

Querido:

Tiene al sol en la llama de una vela

no pida más.

... un abrazo será siempre primero

que una despedida.

¡Lo merezco, creo merecerlo!

por acariciar al ángel

que por puro espanto esta mañana, asesiné.

Recién ahí podré envejecer

en las espaldas de los árboles

sereno al fin...

Arte decía y sonreía

como la gente que llora feliz

con su tragedia.

... pero sabe que es injusto extrañar

más a los muertos que a los vivos.

Por Isabel López Giraldo

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