“¿Cómo puede ser vivida colectivamente la experiencia íntima de un sueño?, ¿dónde está, pues, su alma única?”, La ignorancia.
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Milan Kundera exploró con su pluma transgresora los grandes dilemas del siglo XX: la identidad, la libertad, el exilio y la significancia (levedad o peso) de la vida privada. Su vida lo llevó expatriado de la antigua Checoslovaquia a Francia, donde se convirtió en apátrida. Su obra fusionó la reflexión filosófica con la tradición narrativa, la crítica a la opresión ideológica, la frivolización de la experiencia privada y el olvido. Él mismo se refiere a la labor de los novelistas así: “Los novelistas perfilan el mapa de la existencia descubriendo tal o cual posibilidad humana. Pero una vez más: existir quiere decir ‘ser-en- el-mundo’. Hay que entender como posibilidades tanto al personaje como su mundo” (El arte de la novela, Maxi Tusquests, 1986, p.59).
Milan Kundera nació en Brno, Checoslovaquia, el 1.° de abril de 1929. Su padre era pianista y profesor de Música. Esta cercanía con la música se vio reflejada en varias de sus obras. Estudió Literatura y Cine, fue docente universitario, militó por un corto período en el Partido Comunista, pero fue expulsado dos veces (1948 y 1970) por sus críticas expresas al régimen y porque apoyó una reforma democrática. Tras la invasión soviética, en 1968, sus obras fueron censuradas y lo expulsaron de la universidad donde enseñaba. Más adelante se vio forzado a exiliarse en Francia. Allí también fue profesor de Literatura y Ciencias Sociales la Universidad de Rennes y luego en el Écoles des Hautes. Cuando el Gobierno checoslovaco le retiró su nacionalidad (1978), empezó a escribir en francés; en 1981 se le concedió la nacionalidad francesa. Desde entonces vivió en Francia y se refería a sí mismo como “escritor francés de origen checo”. Publicó novelas, relatos, teatro y ensayos, y murió en París el 11 de julio de 2023.
Algunas de sus novelas: La broma (1967) trata de un joven que manda una postal a una amiga que dice: “¡El optimismo es el opio del pueblo! El espíritu sano hiede a idiotez. ¡Viva Trotsky! Ludvik”, y por esa razón es expulsado del Partido Comunista; La vida está en otra parte (1973) relata un malentendido amoroso, los celos, la traición, la culpa: “El amante había podido utilizar su regazo, pero nunca había vivido en él; podía haber tocado su pecho, pero nunca había bebido de él”; La despedida (1979) , novela que ridiculiza el ideal revolucionario de la juventud y la inmadurez emocional: “Las personas inteligentes viven en el más absoluto destierro”; El libro de la risa y el olvido (1978), novela fragmentada con relatos independientes que se fusionan en sendos ejes temáticos: la memoria, la desaparición forzada, los regímenes totalitarios y la risa como mecanismo de rebelión; La insoportable levedad del ser (1984), novela donde el autor se vale de varias relaciones para cuestionar la idea de Nietzsche sobre el eterno retorno y la levedad de la existencia: “Los amores son como los imperios: cuando desaparece la idea sobre la cual han sido construidos, perecen ellos también”; La identidad (1998) da cuenta de un matrimonio que entra en crisis por la recepción de unas cartas anónimas. Surgen la duda, los celos, las inseguridades y la fragilidad de la identidad de quién amamos: “Esta es la verdadera y única razón de ser de la amistad: ofrecer un espejo en el que el otro pueda contemplar su imagen”; La ignorancia (2000), que trata del exilio: un hombre y una mujer regresan a su país después de que cae el régimen comunista, pero se dan cuenta de que ni su país ni ellos mismos pueden regresar porque han cambiado radicalmente: “No comprenderemos nada de la vida humana si persistimos en escamotear la primera de todas las evidencias: una realidad, tal cual era, ya no es; su restitución es imposible”.
Dentro de los ensayos más populares: en El arte de la novela (1986) Kundera plantea la función de la ficción en algunas obras europeas. Sostiene que la novela no puede vivir en paz con el espíritu de nuestro tiempo: “Si el autor considera una situación histórica como una posibilidad inédita y reveladora, el mundo humano querrá describirla tal cual es. El caso es que la fidelidad a la realidad histórica es algo secundario en relación con el valor de la novela. El novelista no es ni un historiador ni un profeta: es un explorador de la existencia”; Los testamentos traicionados (1993), El telón (2005) y Un encuentro (2009) exploran la nostalgia, la imposibilidad de recuperar el pasado perdido y la complejidad de la existencia humana.
Es decir, la prosa de Milan Kundera resume temas como ambigüedad ética y moral; la fragilidad de la memoria; el misterio de amar y las relaciones interpersonales; el azar y el destino y la forma cómo el sistema político afecta al individuo. Utiliza la ironía, en ocasiones el humor y la épica para la pesquisa de lo humano.
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